Capítulo 2

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5 AÑOS DESPUÉS

El pequeño Naruto de 9 años estaba en su habitación cambiándose de ropa.Hoy era un día importante porque visitaría a su amigo después de mucho tiempo, en estos 5 años siempre se veían cada martes y domingos, pero los últimas meses no se habían visto.

Al terminar bajó a la sala donde estaba su madre esperándolo.

--Ya estoy listo Oka-san.

--Entonces vamos donde los Uchihas--habló la pelirroja saliendo de su casa y caminar hacia el barrio del dicho clan.

--Oka-san, ¿dónde está oto-San?

--Sigue en la torre Hokage, no creo que lo veamos en todo el día--respondió un poco desilucionada--¿Pero no te alegra ver a Sasuke-kun?

--¡Si! Ya quiero llegar y jugar con él--habló con los ojos brillosos de alegría.

--Mirá, ya estamos llegando--dijo mientras iba en dirección a la casa más grande, tocó la puerta un par de veces inmediatamente salió una pelinegra con una sonrisa.

-- Me alegra que vinieras Kushina--dijo está con una sonrisa abrazando a la pelirroja.

--Buenos días, Mikoto-- saludó la pelirroja separándose de la pelinegra.

--Buenos días tía Mikoto--saludó el rubio con una sonrisa.

--Hola Naru-chan, lo siento tanto--se disculpó apenada-- Sasuke aún no llega de la Academia, si quieres puedes esperarlo en su cuarto--ofreció amable.

--¡Sí! Gracias tía Mikoto--agradeció mientras subía rápido al cuarto de Sasuke.

--¡Naru-chan es muy adorable! ¿no crees que Sasuke y Naruto se verían muy bien juntos?--habló soñadora la pelinegra.

--Tienes razón, se verían tan bien--dijo la pelirroja imaginando a su pequeña adoración con un hermoso kimono blanco--Pero ellos son los que tienen que elegir y decidir por ellos mismos--opinó suspirando, rompiendo la ensoñación de la pelinegra.

--Sí, tienes razón.No podemos decidir por nuestros hijos. Bueno... entonces, cuéntame...

La pelirroja gimió preocupada y se se dejó caer en el sillón.

--Ultimamente Minato está más ocupado de lo normal, no tiene tiempo ni para pasar cortos momentos en familia, ya sabes como está la situación--la pelinegra asintió preocupada y abrazó consolando a la pelirroja, después las dos empezaron a hablar de cosas cotidianas hasta que escucharon la puerta abrirse, de ahí entró un pelinegro de 10 años, con una cara sería.

-- Buenas tardes, Oka-san, Kushina-san--saludó cortéz el pelinegro.

--Sasuke bienvenido--Mikoto abrazó al pelinegro.

--Hola Sasuke-kun--saludó la pelirroja con una sonrisa amigable.

--¿Cómo te fue en la academia?–-preguntó la pelinegra acariciando la mejilla de su hijo con cariño.

-- Lo mismo de siempre, nada interesante--respondió aburrido, apartándose del toque cariñoso de su progenitora.

--Naru-chan está en tu habitación esperándote--le informó la pelinegra.

--Qué bién, que vino hoy--dijo el pelinegro con una sonrisa pequeña pero por dentro estaba muy contento.

--Así es hijo, recuerda después bajar a comer--habló la pelinegra pero notó que su hijo ya estaba subiendo las escaleras--Son tan adorables--sonrió enternecida.

--Sí, mi bebé también estaba muy emocionado.

El pequeño pelinegro abrió la puerta despacio y pudo oler el delicioso olor que tanto le gustaba en toda su habitación.

Vió al rubio jugando con sus juguetes, quiso  sorprenderlo.Camino despacio sin hacer ni un ruido y cuando llego le tapó lo ojos al rubio, haciéndolo asustar.

--¡¡Ahhh!!

El pelinegro se rió un poco y dejó de tapar los ojos del rubio para que viera quién era.

--Sasuke me asustaste--reprochó con un puchero adorable.

-- Lo siento Naru, te quería dar una sorpresa--se escusa mientras lo abrazaba y olía el aroma, que le resultaba tan adictivo.

-- No lo vuelvas hacer o me enojaré contigo--amenazó el blondo frunciendo el ceño.

--Esta bien, no lo volveré a hacer--río el pelinegro, el único que había visto sus sonrisas y risas era Naruto.

--¡Sabes, mi oto-san me dijo que podría ir a la academia en dos meses!-- dijo muy feliz Naruto de pronto, sin poder guardar más su emoción, pero el pelinegro solo frunció el ceño.

--Pero los omegas no pueden ir a la academia--habló el pelinegro disgustado, habían muchos alfas en su academia y le podrían hacer algo a su pequeño omega.

--Mi oto-san dijo que seré igual o más fuerte que un alfa--dijo el rubio cruzando sus brazos y frunciendo el ceño.

Su padres ya le habían explicado que significaba alfas, betas y omegas.

--Pero los omegas pertenecen a la casa y complacer a su alfa--habló el pelinegro también cruzando los brazos--Además tu aceptaste ser mi omega--le recordó con una sonrisa de superioridad, ante eso el rubio se enojó.

--¡Pero yo en ese momento no sabía que significaba omega! yo pensé que me estabas diciendo que querías ser mi amigo.

Al escuchar eso el pelinegro se enojó--Pero yo te escogí como mi omega y como soy un alfa me tienes que hacer caso--habló con superioridad, el rubio lo miro ofendido.

--¡Pero yo no quiero, yo me convertiré en un gran ninja!--espetó enojado.

--Tal vez tus padres no te lo explicaron bien, pero en la sociedad los que mandan son los alfas y los omegas solo se quedan en casa.

--¡No! Ya verás que yo iré a la academia y seré más fuerte que un alfa--dijo con determinación en sus ojos--y no seré tu omega--finalizó.

El pelinegro lo miró furioso, cualquier omega o beta de su edad estaría feliz de ser su "omega", bueno al menos eso es lo que escuchaba y más de esa pelichicle beta que siempre gritaba que sería su esposa, o el grupo de fans betas que tenía en la academia o el grupo de fans omegas cuando salía de la academia.

--No, Naruto, tú ya eres mi omega, porque yo lo digo--habló con cara de indiferencia, tenía que poner en claro quien mandaba, el pequeño rubio ya no le respondió más y lo ignoró.

--¡Bajen a cenar!--exclamó Mikoto, el rubio se bajó rápidamente sin mirar al pelinegro.

---Tsk, de todos modos ya tenía que saberlo--se dijo el pelinegro también bajando al comedor.

En toda la cena los dos pequeños no se hablaron y las madres supusieron que se habían enojado, no le tomaron mucha importancia, pensaron que se habían peleado por algo simple o cualquier cosas de niños.

Con Fugaku
Fugaku estaba en su oficina, no salía mucho bueno solo salía para ir a dormir, estos últimos meses Konoha estaba en peligro, cada vez se veían más ninjas merodeando la aldea, cada vez que los querían atrapar desaparecían con una rapidez casi igual al rayo amarillo, todos ellos tenían el atuendo de los Akatsuki.

Minato y Fugaku sabían que tiempos difíciles se acercaban. La tranquilidad pendía de un hilo tan fino a punto de romperse.

Hokage-sama [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora