Capítulo 3

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Se escuchaban gritos, llantos, había muchas casas destruidas, personas muertas. Aunque el barrio Uchiha se llevó lo peor, toda su gente estaba muerta excepto un pequeño pelinegro que corría desesperado hacía su casa.Entró rápidamente, y lo primero que encontró hizo doler su corazón.

--N-no, oka-san le-levantate, vamos por favor--tembló, sus ojos se llenaron de lágrimas y se acercó rápido al cuerpo de su madre.

--Sa-sasuke m-mi peque-queño bebé--pronunció agudamente, apenas levantó su mano y acaricio con mucho amor la mejilla de su hijo. Sasuke no se había arrepentido tanto de una cosa, como las  tantas veces que rechazó ese pequeño afecto de amor de su madre.

--Oka-san no me dejes, por favor--dijo el pequeño pelinegro.

--Nunca olvides que te quiero mucho--dijo con un hilo de voz, mientras cerraba sus ojos--lo siento por dejarte--sollozó--¡te amo tanto!...mi bebé...-- soltó bajo, para luego cerrar por completo sus ojos y dejar caer su mano al frío piso.

El pelinegro solo dejo salir unas lágrimas y por última vez abrazó a su madre, para después dejar el cuerpo en el suelo.

Salió de su casa, empezó a llover, pero a él no le importaba, corrió hasta encontrar a su padre que también estaba agonizando.

--¡Oto-san!--dijo el pelinegro corriendo hacia su padre.

--Sasuke mi hora ya está por llegar, amé tanto a tu madre, me sentí tan feliz cuando me enteré de ti, mi primogénito, mi cachorro--sonrió con orgullo, esforzándose para hablar, tosió un poco de sangre--Siempre lleva en alto que eres un Uchiha, aunque nunca te lo digo... no dudes que te quiero y siempre me sentí orgulloso de ti--tosía cada vez más sangre, pero eso no le impidió levantar el brazo--Ahora eres tú el que está al mando–- dió un toque débil con sus dos dedos en la frente del menor, los ojos de Sasuke se cristalizaron inevitablemente al entender--,sé que serás más fuerte que yo y recrearás nuestro clan.

-- Lo haré padre, me volveré muy fuerte, seré el más fuerte y nuestro clan no se extinguirá, adiós oto-san--retenió las lágrimas, el castaño sonrió comprensivo.

--Sasuke somos Uchihas pero también somos humanos, no dejes que tu corazón se llene de odio, ese es nuestro pecado, el pecado que cargamos los Uchihas y el error más grande que podemos cometer es llenarnos de odio y ambición porque eso sería como acabar con nuestra humanidad, no cometas ese err...--el pelinegro mayor dejo de hablar como de respirar, el pelinegro dejo caer el cuerpo de su difunto padre al pisó.

--Lo prometo, seré muy fuerte y protegeré a la gente que quiero--su mirada opaca se lleno de determinación, en su mente le llegó la imagen de un omega rubio--¡Naruto! tengo que ir donde está ¡no puedo perderlo a él también!--corrió hacía la mansión Hokage, en el camino vió mucha sangre, gente llorando y a enemigos que seguían matando, como digno Uchiha los pasó rápidamente, tenía un solo objetivo y lo cumpliría.

Llegó a la mansión, la puerta estaba rota y buscó con la mirada, pero no lo encontró, entró a la cocina, encontrándo al pequeño rubio llorando abrazando el cuerpo tirado de la pelirroja.

--Oka-san, por favor no me dejes... ¡Oka-san! --lloraba el rubio a todo pulmón, el pelinegro se acercó poco a poco y abrazó al rubio por la espalda, el blondo asustado intentó gritar.

--Shhh te van a escuchar--susurró el pelinegro escuchando los gritos de afuera.

--¿Sasuke...? --preguntó el rubio con ilusión de que siguiera vivo.

--Sí Naruto, tenemos que salir de aquí, hasta que las cosas se calmen--dijo el pelinegro abrazando más al pequeño rubio.

--P-pero mi Oka-san... N-no podemos dejarla.

Hokage-sama [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora