25; Cita.

618 46 13
                                    

Y luego de tanto conocimos a alguien que nos muestra que és el amor y podemos decir que no tiene nada que ver con el control o las jaulas. 

—¿Donde estámos?  –inquirió la bruja, con media sonrisa mientras miraba su alrededor. 

—A unas cuadras del Támesis.  ¿Haz oído de el?  –con cuidado, ofreció su brazo para que la Auror lo tomara, ella aceptó. 

—¿El Támesis?, he oído que es un lugar magnífico.  –afianzando su agarre, comenzaron a caminar– Entonces, ¿si me amas?  –preguntó ella, temerosa pero valiente.

Él enrojecio de las mejillas y orejas pero asintió.

—Lo hago, ¿porque jugaría con eso, Tina? 

—Mejor dejemos las preguntas para después, al fin podemos estar solos y sin preocupaciones.  ¿Que tienes en mente? 

—Bueno, en  realidad pensaba que podíamos pasear por la Costanera del Támesis y luego pasar a cenar. ¿Es eso una cita?  –incrédulo la miro por el rabillo del ojo, estaba nervioso.

Tina rió con ganas haciéndolo sonreír a él por el puro nervio, la bruja se detuvo y se posicionó en frente del mago poniendo sus manos en los hombros ajenos, con suavidad se acercó hasta él y le dio un corto beso en los labios.  Newt sorprendido pero encantando en la misma medida solo pudo reaccionar poniendo su mano libre en la cintura de ella, con suavidad. 

—Eso, ¿es un sí? –preguntó el mago, sonriente.

—Lo és, me encanta tu idea y la apoyo.

—Sigamos entonces.

Ella asintió y él la tomó de la mano, para poder seguir caminando. 

Ambos siguieron el camino, tomados de la mano siendo todo y a la vez nada oficial, pero se sentía bien, se sentían bien. Newt pensaba que no había otra sensación más satisfactoria que tener de una mano su maleta y en la otra el agarre cálido y único de la bruja. Tina no podía parar de pensar que era la mujer con más suerte del mundo mágico porque de verdad, no había nadie en el mundo entero que fuera tan paciente, gentil, amoroso y preocupado que Newt... Su Newt.

Recorrieron la Costanera del Támesis con tranquilidad, no había apuro, de vez en cuando reían por algo, de vez en cuando se decían secretos al oído, todo era perfecto. 

—¿Que te gustaría comer?  –inquirió él.

—¿Que es lo que te gusta más de aquí? 

Newt observó alrededor y mientras pensaba en donde llevarla una pequeña pero coqueta idea recorrió su mente y haciendo valer todo su valor solo lo dijo.

—Tú.

—Newt...  –espetó ella, completamente sonrojada mientras lo miraba.

—¿Que?, solo digo la verdad. –volvió a tomar la mano de la bruja y se encaminó con ella, a través de una calle que parecía sin salida– Solo he tomado el té en el Támesis muggle, pero, en el mágico hay un lugar que te va a encantar. 

—Pero esto es...

Antes de poder terminar palabra el mago se encontraba dando suaves golpecitos en la muralla con su varita, consiguiendo que esta se iluminara formando un signo parecido a un gran ave y en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en una calle concurrida, magos y brujas de todas las edad de allá para acá.

—Bienvenida al callejón Támesis, el más concurrido de Londres aquí, señorita Goldstein, hacen el mejor pudín Yorkshire y... –volteó hasta un café tras ellos del cual salía un grupo de jóvenes– El mejor pastel de manzana ,mi favorito. 

Giver or taker?  {NEWTINA}. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora