•CAPITULO 3•

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Aaliyah

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Aaliyah.

El lobo

Meses después.

-¡Aaliyah!. ¡Paul está aquí!- mi madre grito desde las escaleras. Terminé de colocarme mi chaqueta y suspiré. Desde el día que conocimos a Paul, y por petición de mi madre, ha estado viniendo seguido a casa. Una vez - o a veces de sorpresa, dos- a la semana pasaba a comer, no importa que hora fuera, Paul siempre llegaba.

Mis sospechas hacia él y su grupo de amigos no habían cambiado, los había visto en algunas ocasiones. No a propósito por supuesto, los vi rondar por mi casa, cuando volvía del instituto, a unos metros lejos de mí, o a veces sorpresivamente por la ventana de mi cuarto. Uno, dos, o cinco, alguno de ellos siempre aparecía. La chica, la cual oí a Paul llamarla "Leah", tenía una mirada compasiva hacia mi, las pocas veces que la ví saliendo del instituto choque miradas con ella. Sus ojos negros -que antes me resultaban incómodamente fríos- ahora parecían ser cálidos y acogedores, solía verme con cierta lastima y me moleste por ello. ¿Acaso era por haber perdido a Jules? Los meses habían pasado, y pese a que mis nuevos compañeros de la "reserva"- así se llamaba mi instituto- habían dado sus pésame, todo había terminado al pasar un mes de la partida de mi hermana. Pero Leah... Leah insistía, y no podía dejar de pensar en ellos, en el porque. ¿Era por mi hermana? ¿O había algo más?.

Respecto a Paul, en todo el tiempo que lo ví cruzar la puerta de mi casa, jamás bajé a saludarlo. Ni a el, ni a ninguno de sus amigos que por casualidad veía. Mi madre encantada por sus visitas, y las anécdotas que Paul solía contarle diariamente de Jules, solía reclamar mi comportamiento con él. Pero no tenía palabras para responderle, solo una intuición algunas  sospechas de las cuales no me libraba.

Todos "ellos" me incomodaban , sentía su presencia tras de mí, como si esperarán algo, como si quisieran algo de mí. Me sentía acosada, y eso llegó a un punto que empeze a rechazarlos. No quería saber nada de Paul,de ninguno, por más maravillada que este mi madre, por más veces que mi papá lo invitará a beber junto a él.

- Bajarás esta vez. ¿Verdad?- mi padre pasó por el pasillo que daba a mi puerta, apoyándose en el umbral. Lo miré y eso basto para que entendiera mi respuesta. -¿Que sucede con Paul? Ni siquiera lo conoces Aaly. -

« Si,no lo conozco. Pero su sola presencia hace que quiera huir lejos, y eso no es una buena señal» pensé.

-saldré. - le informe tomando mi mochila, y guardando en ella la antigua cámara de Jules, mi diario y una pluma.

Antes de salir mi padre apoyo su mano en mi hombro.

- se que es difícil, pero deberías hacer amigos hija - su preocupación era latente y lo entendía así que suspiré y sonreí.

ʟᴀs ᴘɪsᴀᴅᴀs ᴅᴇʟ ʟᴏʙᴏ |Jacob Black|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora