Aaliyah.
Corrieron a la playa.
Y yo me quedé allí. Desde que había llegado a Forks, y a la Reserva. A el hogar de mis padres, y el hogar de nuestros recuerdos más preciados, toda esa belleza que mis memorias guardaron alguna vez, se veían claramente opacadas por las pisadas de Jules, por su ausencia, y que ahora cada lugar que amaba estaba marcado con un recuerdo de ella.
«vive Aaly, se feliz» la suave voz de ella sonó en mi mente. Fue esa mañana de enero cuando antes de marcharse a Forks, me abrazo diciéndome esas palabras. Quedaron grabadas en mi mente, no supe que hacer con ellas, ¿Cómo sería feliz estando tan separadas? Si en ese momento hubiera sabido que un día la perdería para siempre, no habría hecho tanto drama.—¡Aaliyah!— me llamo Embry con un balón de voley en las manos.
Rápidamente las zapatillas negras que cubrían mis pies quedaron tiradas en la arena, corri hacia ellos y Embry me lanzo el balón para comenzar el juego.
— ¡Todos a sus posiciones! — grito Jared corriendo a su lugar. Nos preparamos, y lanze el balón. comenzó el juego.
La red estaba conformada por una línea de piedras en la arena, eramos tres de un lado y tres del otro. Jared, Paul y Quil en el equipo contrario. Y Seth, Embry y yo en el otro. Al ser siete, y al no querer jugar, Leah se apartó un poco y se sentó en una de las rocas viéndonos jugar.
Los pases eran fuertes y certeros y yo, con una fuerza más débil hacia todo lo posible para que la pelota no tocará nuestro lado de la "cancha". Eran bastante competitivos a la hora de jugar, pero sin dejar de reír en el transcurso.
—¡Embry agárrala!— Seth lo alertó y rápidamente hizo un golpe bajó, pegándole con fuerza hacia arriba. La pelota voló y todos quedamos espectantes, parecía que iba a ser un punto perdido, hasta que salte y le pegué con la palma de la mano en el centro, causando que caiga a toda velocidad a lado de los pies de Paul.
—¡PUNTO!— Grite emocionada. Mi equipo grito en júbilo, y corrieron a abrazarme.
—¡Gran golpe Aaliyah!— me felicitó Seth con su sonrisa tan característica.
—¡La jugadora prodigio!— salto a decir Embry sacudiendo mis cabellos negros. Lo miré mal y el soltó una carcajada.
— festeja tu momento Aaly porque te pateare el trasero — me advirtió Paul apuntandome con el dedo. Sonreí al oír mi apodo "Aaly" solo Jules me llamaba así.
— ya lo veremos Paulie— me burle y el frunció el ceño.
— ¿Que nombre de mierda es ese?— se quejó sin gustarle nada como lo había llamado.
— Tu nuevo apodo tonto— sonreí aún más al ver su desagrado.
—Paulie — ahogo una risa Seth.
— Cierra la boca niño.
—¡No soy un niño!.
Leah se acercó a nosotros y sacudió el pelo de su hermano.
— Si que eres un niño, niño. — lo molesto. Recibiendo un "¡Leah!" En forma de reproche por parte de Seth.
Continuamos el juego, pasó media hora entre risas y golpes. Y uno que otro empujón, por quien agarraba la pelota primero. Cuando llegaron los minutos de descanso, fui y me senté junto a Leah en la roca. Ella me miró y se apartó dejándome un espacio.
— ¿Cansada? — pregunto y sonreí con cansancio. Me deje caer a su lado y junte mis piernas en forma de indio.
— Nunca paran — respondí viendo como volvían al juego.
— no lo harán.
Fijamos nuestras miradas en el juego y suspiré.
— Te entiendo... — dijo de repente Leah atrayendo mi mirada. — Se lo que es perder a alguien que amas. Se lo que es ver tu mundo caer a pedazos y no poder hacer nada. Perdí personas que amaba en mi vida, y también me aleje de todos, odiaba a todos. Estaba tan... Tan enojada. Solo deseaba volver el tiempo y pasar tiempo con ellos una vez más, solo una vez.
Los ojos de Leah reflejaron un dolor que veía en mi mirada cada día.
— Jules... Ha sido una de las pocas personas que devolvió algo en mi que creia perdido. Y cuando se fue, nuevamente sentí como todo estallaba en mil pedazos. — algo en mi se revolvió, y tuve que parpadear para evitar que mis ojos picaran — pero quiero que sepas Aaliyah, que las cosas no cambiarán por más que intentes lo que intentes, que incluso aunque te alejes de todos y huyas, el dolor siempre va a estar. Fuimos como la familia de Jules, y aunque seamos raros vestidos con bermudas en invierno, déjanos ayudarte, déjanos estar Aaliyah.
Me había equivocado con Leah.
Y no supe por qué razón mis lágrimas comenzaban a caer, si por Jules, por la verdad que había sacado de mi, y dolía ver en quien me había convertido, o por como la había tratado por tanto tiempo, –por como los había despreciado–.Porque al final al verlos todos los muros que había creado contra ellos se caían, porque al final todo lo que pensaba de ellos era una escusa para huir del dolor. Porque sabía, sabía que Jules había sido importante para ellos y que ellos lo fueron para ella. Quería huir.
— Lo siento... — murmuré secando mis lágrimas. — lo que le ha pasado a mí hermana, volver a Forks en estas circunstancias, la necesidad de pensar que todo esta bien de mis padres, y cada cosa que alguna vez estuvo unido a Jules. Me duele, no quería acercarme, me dolía verlos e imaginarme a ella. Y fue injusto, porque no se lo merecían, porque tal vez debía ser al revés, tenía que acercarme a Jules no ... Alejarme.
— Ya no te castigues con el pasado. Ahora está aqui, con nosotros y eso es lo que importa. — una sonrisa broto de sus labios y apoyo su mano en mi espalda.
—¡Que idiota eres Quil!— escuché que grito Seth. Gire la mirada y lo ví caer al suelo de la risa, seguidamente de Quil que corrió y se le tiró encima comenzando una pelea de golpes tontos entre ellos. Paul río y me miró acercándose a mi.
— y. ¿Ya cambiaste la perspectiva que tenías de nosotros? — alzó la ceja formando una sonrisa.
— No. Sigo pensando que son raros. — su sonrisa se opaco — pero me agradan — esta vez, yo sonreí.
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ʟᴀs ᴘɪsᴀᴅᴀs ᴅᴇʟ ʟᴏʙᴏ |Jacob Black|
FanfictionUna inesperada llamada causa que Aaliyah Cooper tome el primer vuelo al pequeño y fantasmal pueblo de Forks. Inmediatamente se ve rodeada de extraños misterios y antiguas leyendas que rodean las calles del pueblo, dispusta a hallar la verdad tras la...