ʟᴀs ᴘɪsᴀᴅᴀs ᴅᴇʟ ʟᴏʙᴏ |Jacob Black|

•CAPITULO 17•

Aaliyah.

La noche había caído y la llovizna había parado. Aún seguía sujeta a la espalda de Jacob, mientras el manejaba de regreso a reserva. Suspiré mirando los árboles pasar, no podía ocultar mi sonrisa. Esa pizca de felicidad que crecía dentro de mí, ese cosquilleo de querer reír como una niña. Esos sentimientos que creí que se habían perdido, Jacob me los había devuelto en solo un día. Lo sentía tan cercano, tan cálido, que era raro pensar que el mismo chico que alegro mi día fue un chico que conocí la noche anterior. No era de confiar mucho, tampoco de encariñarme fácilmente, ni de hacer muchas amistades por mi cuenta. Pero Jacob había abierto algo en mí, que me resultaba desconocida, y a la vez tan acogedora. Ese sentimiento de confianza y plenitud que sentía asustaba.

— La noche está hermosa — el pecho de Jacob vibró cuando el habló.

— Lo está. Pasaron noches desde la última vez que me pare a verla.

— Yo la he estado mirando desde que me fui de aquí. Sabes... La luna era la única que me decía que en algún lugar aún tenía un hogar. No me fui completamente, porque recordaba que todavia habían personas esperándome.

La velocidad fue disminuyendo.

—¿Por qué volviste? Pudiste haberte quedado...

— Creó que al final, haga lo que haga, siempre voy a volver Aaliyah. No puedo huir de lo que soy.

Un sentimiento de melancolía rozo mi corazón. Los ojos de Jules cruzaron por mi mente, me mudé a ese día donde ella me dijo que volverá a Forks. A pesar de las lágrimas que brotaban por sus ojos del dolor por tener que separarse, el deseo que volver me hizo entender lo mucho que amaba Forks. Jamás entendí las razones del por qué se fué, y hasta el día de hoy no comprendo ni la mitad de ellas. Jacob y Jules habían dicho lo mismo.

«el hogar siempre te traerá devuelta. Estés donde estés»

— Cuando Jules dijo que quería mudarse a Forks. Jamás entendí porque quería hacerlo, pero ahora que vivo lo que vivo, ahora que la conozco un poco más, y ahora que me dices esto. Puedo entenderla, este siempre fue su hogar.

—¿Lo es para ti? Forks... ¿Es tan importante para ti como lo era para Jules?

Pensé, recordé, y sentí.

— Cada pasó que hago veo  a Jules. No puedo pasar un día sin pensar en ella. Ese pedazo que ella amaba, ahora yo lo amo, porque ella estuvo aquí.

Una lágrima recorrió mi mejilla. ¿Era tristeza?¿Era nostalgia?¿Que era? ¿Tal vez felicidad... Felicidad de encontrarla? Sabía que Jules estaba conmigo, podía sentirla, todo el tiempo, la extrañaba tanto.

— Ella se fue demasiado pronto... ¿Porque Jacob?¿Porque?¿Que pasó, ella sabía que iba a suceder, porque aún así no hizo nada? — me quebré. Ya no era una lágrima, eran dos,tres, hasta que perdi la cuenta.

La motocicleta se detuvo, y Jacob se bajó. Fue un segundo, donde mis mejillas humedad se vieron acunadas por las manos de Jacob y sus ojos me miraban con consuelo.

— Tu hermana fue la chica más valiente que conocí. La historia es larga, complicada como lo fue ella.

—¿Que paso? — Jacob cerró los ojos un momento, y apartó sus manos de mi rostro para tomar las mías y entrelazarlas entre sí. Acomode mi otra pierna del mismo lado que la otra, y me senté mirándolo de frente.

— Su nombré, Era Daniel Jones. Jules lo conoció en la Push una tarde, y se enamoró completamente de él. No le importó quien era, ni que era, ella sólo lo amó. El la conoció y sintió lo mismo, pese a que Sam ni nadie apoyaba su relación, ellos se siguieron viendo al día siguiente, y al otro, y al otro. Hasta que se cumplieron siete meses. Todo fue como un balde de agua fría sobre nosotros, Jules llegó llorando y dijo que estaba embarazada.

—¿¡Que?!¿Cómo q-que? ¿Embarazada?— mis oídos no podían creer lo que oían, mi mente no podía aceptarlo. ¿Estaba embarazada y no nos dijo?. Una chispa de odio e irá me tocó. ¿Cuántas cosas guardaba mi hermana?

— déjame explicarte... — pidió y suspiré — cuando nos dijo, Sam le grito y la hecho de la casa. Yo me enoje con Sam, porque pese a los errores que Jules había cometido, no merecía ser tratada así. Nadie decide de quién enamorarse. La seguí, y la acompañe por los cinco meses que ella estuvo embarazada, al final del camino ella... — esta vez el suspiró — ella perdió el bebé. Fue, fue demasiado Aaliyah... Finalmente, Jules murió.

—¿Q-que?— otra lágrima cayó de mis ojos.

— Daniel Jones era un vampiro, que la dejo embarazada. El provenía del clan de James y victoria, un clan que atacó a Bella más de una vez. El bebé era demasiado fuerte, demasiado mortal como para que jules saliera viva, pero ella seguía y seguía — lágrimas comenzaron a caer de sus ojos y su labio comenzó a temblar — lo intente Aaliyah, intenté detenerla, no pude... — rompió en llanto, y agachó la cabeza. En ese momento, sollozé junto a él. No podía creer lo que me contaba, no podía. Jules, mi Jules. Enamorada de un vampiro, embarazada de el, ¿Había dado su vida por el pequeño bebé que crecía dentro de ella? — ella insistió, no iba a dejar que el bebé muriera. Pese a que sabía... Sabía que ella no sobreviviría y no le importó. No le importó nosotros, ni tus padres, ni tu, solo la cosa esa, solo eso le importaba — los músculos se Jacob se llenaron de impotencia y note como el respiraba fuertemente para calmar el dolor y la ira que sentía. — cuando eso nació, ella no resistió y el bebé termino muriendo dentro de ella. Jules no lo soporto y termino muy mal herida. Esa misma tarde, el clan de James volvió, Sam y los chicos se prepararon a atacar, incluso los Cullen. Todo pensamos que era por Bella, pues habían dado señales de amenazas anteriormente. Pero no, fueron directo a ella, victoria, la atacó por haber quedado embarazada de Daniel, ella estaba tan enojada por qué su hermano estuviera con una de nosotros que la mató.

Todo mi cuerpo temblaba, mis lágrimas caían, mis mejillas picaban, y no podía dejar de sollozar. Agache la mirada, y cubrí mis labios con mis manos.

— esa misma noche encontramos a Jules muerta, y llamamos a Charlie.

Caí de rodillas, mi corazón había dejado de latir. No oia nada, no sentía nada, solo mis lágrimas caían. Jacob me abrazó con fuerza y lloró en mi hombro diciendo que lo sentia, lo dijo tantas veces que hasta pude ver como en realidad se lo decía a Jules. Lo abraze cuando mi corazón se estrujó de dolor.

Mi hermana, mi Jules. El amor la había condenado, ella misma lo había hecho. Se había ido porque ella así lo quería. Ahora lo sabía, el corazón de mi hermana era un laberinto de secretos. Ella murió por ese bebé, murió por su amor, y murió por el odio de una relación prohibida. Ella se sacrificó a todo eso, para luego desaparecer.

— Lo dejo todo... Todo para luego no conseguir nada. Se entregó a todo para luego morir sin nada a cambio.... ¿Cual es el sentido?

— No muchas veces existe un sentido... A veces la vida se lleva a las mejores personas.

Volví a llorar. Y esta vez llore sabiendo la verdad. Y esa verdad era tan dolorosa como Miles de cuchillos clavados al corazón.

No había sido un animal, ni un asesino en serie. Solo había sido el amor. Esa era la verdad de Jules, ese era el secreto que se había llevado a la tumba. Había amado tanto, que la termino matando.