Una inesperada llamada causa que Aaliyah Cooper tome el primer vuelo al pequeño y fantasmal pueblo de Forks. Inmediatamente se ve rodeada de extraños misterios y antiguas leyendas que rodean las calles del pueblo, dispusta a hallar la verdad tras la...
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Aaliyah
La Navidad había llegado.
A través de la ventana, veía caer con delicadeza los copos de nieve. Las copas de los árboles estaban blancos, y todo parecía brillar mágicamente entre la blancura de la nieve. Sonreí ligeramente, tomando un sorbo de chocolate caliente.
Las risas desde el sofá me hicieron girar la cabeza. Sentados, Rachel y Paul reían abrazados, cubiertos por una manta de colores verdes y rojos. Suspiré volviendo la vista a la ventana, no podía evitar pensar en todo lo ocurrido en el año, parecía ser demasiado corto para lo que había sucedido. La muerte de Jules, volver a Forks, mi transformación, la fuga de mis padres, Jacob... Podría seguir con la lista si quisiera. Si tan solo me hubieran dicho que pasaría todo hace un año atrás, jamás lo hubiera creído, pero aquí estaba, en mi primera navidad, siendo la verdadera Aaliyah, con más cambios que nunca, junto a personas que jamás pensaría que pasaría.
— ¿Todo en orden?— sonreí al sentir los brazos de mi Jake rodear mi cintura. Cariñosamente dejo su mentón en mi hombro, y soltó un profundo suspiro, abrazándose con fuerza a mí.
— Solo pensaba...
—¿Puedo saber en qué?
— Ha sido el año más extraño de mi vida. Me sorprende que no haya perdido la cabeza aún. — solté una débil risa.
— Lo se... Hasta yo estoy sorprendido. Mi vida siempre ha sido extraña, pero este año, sin duda fue el más loco. — hizo una pausa — sin embargo, te conocí a tí y por más loco que haya sido, sin duda no lo cambiaría por nada.
Le di un beso sonoro en la mejilla.
— eres un amor Jacob.
— Soy el mejor novio. — dijo haciendo una sonrisa socarrona.
— Sin duda... — murmuré soltando un corto suspiró, acariciando las manos que me sujetaban.
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—¡Hora de abrir los regalos! — exclamó Billy con una gran sonrisa.
Con entusiasmo me incorpore de un salto del sillón, y me acerqué a la ronda que se empezaba a formar alrededor del árbol decorado en una esquina del living. Jacob llegó a mi lado cubierto de nieve, y me sonrió con algo de pena.
—¿Y? ¿La has encontrado?— pregunté con preocupación. Leah había estado desaparecida por largas horas, nadie, ni siquiera Seth quien había decidido pasar las navidades con Renesmee en la casa de los Swan, la había visto. Según su relato, Leah debía estar con el, sin embargo cuando llame a su casa para avisar que durante la tarde noche pasaría por allí, Seth me preguntó por ella. Así fue cuando al cortar la llamada, Jacob salió a buscarla.
