Una inesperada llamada causa que Aaliyah Cooper tome el primer vuelo al pequeño y fantasmal pueblo de Forks. Inmediatamente se ve rodeada de extraños misterios y antiguas leyendas que rodean las calles del pueblo, dispusta a hallar la verdad tras la...
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Aaliyah
Corri a toda velocidad por el bosque, salte el río y avancé hacia la ladera de las montañas, donde el olor se hacía más fuerte. Agudize el oído, escuchando como sus pisadas se hacían más lejanas.
«El muy maldito es veloz» masculle en mi mente Solo la velocidad. Salte sobre una tronco caído, y doble al norte, persiguiendo las pisadas en la tierra. Oí su corazón latir más rápido, y su respiración acelerarse al compás que aminoraba su velocidad.
«Eso es» sonreí para mis adentros, corriendo más rápido hacia el cachorro. Salte entre los arbustos, y clave mis uñas en el suelo, viendo al pequeño lobo desesperando observar para todos lados. En un intento de librarse de mi, corrió hacia un angosto sendero, pero me puse en el medio, y camine hacia el acorralandolo contra un árbol.
«Ya tranquilízate ¿Si?. Escúchame, te explicaremos todo. Pero relájate ¿Okey?. »
«Soy un animal»
« sígueme. »
«No iré contigo» rodé los ojos y suspiré, tratando de recobrar paciencia.
«No te estoy preguntando niño. »
«Tengo 14. No soy un niño. Y no iré contigo. »
«¿Te quedarás aquí?No tengo problema en dejarte, pero el alfa no estará muy contento. Así que deja de berrinches y acompáñame. »
«¿Me quedaré así para siem...
«Los Cullen están aquí» mis oídos captaron la voz de Jacob, olvidando al pequeño lobo.
«Voy para allá. ¿Llevo al niño también?.
«Entro en fase recién, es mejor que esté con nosotros. Luego hablaré con el. »
Observé al lobo que me miraba incrédulo, y me acerque a él para empujar sus patas traceras con mi hocico.
«Camina» le ordené, a lo que el lobito gruñó forzandose a no caminar. Cansada, mordí su pellejo y lo arrastre por el suelo.
«¡Oye!»
«No te soltaré hasta que vengas conmigo» afirme haciendo presión en su piel. El lobito lloriqueo y sacudió su cabeza ligeramente.
«Esta bien, iré contigo, pero suéltame»
Inmediatamente lo solté, y haciéndole una seña para que me siguiera, corrimos hasta la casa de los Cullen. Su mansión se extendió frente a nosotros, y el lobito tembló asustado.
«Esperame aquí» le dije antes de ocultarme tras unos arbustos y salir de fase. Al lado de un árbol, hecho un bollo, había unos shorts y una musculosa ceñida al cuerpo color azul marino. Me vestí, y tomando mis botas cafés viejas volví junto al lobito que me miró curioso de arriba abajo.
