Capítulo 28: "-Ella... ¿Firmara el divorcio?"

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Luego de caminar por varios pasillos del supermercado buscando los ingredientes para el almuerzo, finalmente compramos todo lo que necesitábamos.

Ahora me encuentro caminando con dos bolsas en mis manos en dirección al auto de George. Apenas llegamos, George abrió las puertas traseras de su auto y comenzó a guardar todas las bolsas. Luego cuando finalmente estaba todo acomodado, decidimos subir al auto y dirigirnos de nuevo hacia casa.

De repente, George lentamente fue bajando la velocidad de su auto a medida que nos acercábamos una pequeña plaza. Cuando finalmente se detuvo, saco las llaves de su auto y las guardó en su bolsillo. Lo miré extrañada y decidí preguntar, pero George me interrumpió.

-Solo quiero que esos dos tengan algo de tiempo a solas, lo necesitan.

-¿Esos dos?

-Ross y ______.

Fruncí levemente el ceño.

-No entiendo...- Murmuré.

Me miró.

-Ross necesita decirle algo muy importante a ______...

-¿Importante?

Asintió.

-Si. Es por eso que necesitamos hacer un poco de tiempo...-Respondió con una leve sonrisa-. ¿Quieres comer algo de todas las cosas que compramos?

Sin darme tiempo a responder, George giró hacia atrás y comenzó a buscar entre las bolsas. De un momento a otro, sacó unos alfajores de chocolate. Me extendió uno y sin dudarlo por mucho tiempo, lo acepte.

Los minutos pasaban un poco demasiados lentos para mí. Mi corazón latía fuerte a pesar de haber varias personas caminando por todos lados. Mi vista se dirigió hacia unos de los anuncios que habían pegados por todos lados. Emma, estaba sonriendo mientras sostenía una raqueta de tenis acompañada por un chico demasiado guapo que sostenía una pelota de Voleibol en sus manos. Al parecer, era la promoción de una marca de ropa deportiva muy famosa en esta ciudad, y ella era la imagen de aquella marca.

Giré hacia donde estaba George, y él miraba en la misma dirección en donde hace unos instantes estaba la mía. Sus ojos revelaban cierto dolor que hacía que mi corazón se encogieran un poco.

Y por alguna razón... quería saber toda su historia.

-Dime...- Murmuré-. ¿Tanto... la quieres?

Me arrepentí al instante de haberle preguntado. La sorpresa de su expresión revelaba que nunca hubiera esperado esa pregunta, ni mucho menos viniendo de alguien como yo. Sentí como mis mejillas comenzaban a arder. Pero en ningún momento fui capaz de apartar mis ojos de los suyos. No podía hacerlo, no quería hacerlo.

Esperé paciente a su respuesta. Quiero saberlo. Tal vez me duela escucharlo, tal vez me destroce, pero aún así... necesito saber la razón de su expresión. ¿Cómo rayos la famosa Emma dejó de lado a una persona tan genial como George?

-Mm... es complicado.- Murmuró mientras bajaba un poco su mirada.

-Todavía... hay tiempo.- Sonreí levemente.

Soltó un gran suspiro seguido por una pequeña sonrisa en su rostro. Giró hacia mí y me miró fijamente durante unos segundos, que para mí fueron eternos... cuando finalmente habló. Y comenzó a contarme todos sus sentimientos.

Ross P.D.V

Sostuve con fuerza el teléfono sobre mi oído.

-¿Qué es lo que quieres?- Murmuré. Tratando de contener todos los sentimientos que sentía en ese momento. Mi corazón latía fuerte, mi mano derecha estaba cerrada en un puño, mientras que la otra sostenía tembloroso el teléfono inalámbrico pegado a mi oreja. ¿Cómo rayos consiguió el teléfono de casa? ¿Cuándo volvió de Inglaterra? ¿Cómo fue que me encontró?

Muchas preguntas vinieron a mi cabeza confundiéndome aún más de lo que estaba. Yo no esperaba... hablar con ella, aún tenia cierto remordimiento, odio, frustración y tal vez un poco de decepción hacia ella. Hace tiempo no escuchaba su voz, mi corazón no estaba preparado para escucharla aún.

-Ross, yo...

-Cállate.- La interrumpí con mi respiración un poco acelerada.

-Por favor... necesitamos hablar...

-¿Hablar?- Pregunté con la voz un poco alta, pero rápidamente respiré hondo para tratar de tranquilizarme-. ¿Hablar de qué? No tengo nada que hablar contigo.

-Tenemos mucho de qué hablar... ese día...

-¡Basta!- Nuevamente la interrumpí con la voz elevada-. ¡No quiero escuchar lo que tienes que decir!

Sentí el ruido de unos pasos acercándose hacia mí e inmediatamente giré hacia mi costado con el teléfono aún cerca de mi oreja. ______ estaba de pie a solo a unos metros de donde estaba yo. Su rostro mostraba claramente una expresión de preocupación.

-¿Está todo bien?- Preguntó ella con un tono de voz calmado, pero también sonaba preocupado. Al sentirla cerca, todos los sentimientos confusos que sentía en ese momento desaparecieron y fueron remplazados por uno sumamente cálido. Mi corazón se alivió y una leve sonrisa apareció en mi rostro.

-Esta todo bien, tranquila...- Le respondí con un tono de voz calmado, uno que nunca pensé tener. ______ lentamente asintió con una sonrisa más tranquila y volvió hacia donde estaba antes.

Respiré profundo y giré de nuevo mirando hacia el frente.

-Escucha...- Respondí al teléfono-. Yo no...

-¿Era... ______?- Me interrumpió.

-¿Qué?- Murmuré.

-¿Era ella cierto?- Volvió a preguntar.

-Espera, como...- Fruncí el ceño.

-Ya veo.- Murmuró y guardó silencio.

Esperé a que siguiera hablando. En mi cabeza había muchas preguntas. ¿Cómo es posible que Cynthia conozca a ________? Es imposible.

-Voy a colgar.- Respondí. No quería seguir con esta conversación. Su voz me trae demasiados recuerdos, dolorosos recuerdos.

-No.- Me interrumpió-. No lo voy a permitir... No, no ella...- Murmuró con la respiración un poco agitada.

-¿Que fue lo...

-Quiero encontrarme contigo.- Respondió.

Abrí mis ojos en sorpresa.

-Espera... ¿Qué?

-En unos días, te mandaré la dirección de mi departamento.- Respondió.

Negué con mi cabeza, como si ella fuera capaz de verme.

-No. No pienso ir... no importa lo que digas.- Gruñí.

Guardó silencio.

-Si no tienes nada más que decir...- Respondí. Quería acabar con esta llamada cuanto antes-. Voy a...

-Firmare.

Me sorprendí. Mi corazón comenzó a moverse con fuerza. Lo que estuve esperando hace mucho tiempo, ahora ella me lo daría. El divorcio.

-Firmare...- Repitió-. Pero antes, quiero que me escuches todo lo que tengo que decirte, te estaré esperando todo el día... si vienes, firmare.

No me dio demasiado tiempo para poder responderle, Cynthia ya había colgado. Ella... ¿Firmara el divorcio?

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[SIN EDITAR]

Bajo el mismo techo | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora