Capítulo 45: "-No... te vayas."

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(Tn)_________ P.D.V

Luego de muchas horas conduciendo por la carretera, finalmente logramos llegar a casa. Ya no quedaba rastro alguno del sol que hace apenas unas cuantas horas lentamente comenzaba a ocultarse. Ahora lo único que alumbraba esta noche, era la luz de la enorme luna y las estrellas. Por alguna razón, ver como lentamente entrabamos en el garaje de casa, me alegraba.

Durante todo el viaje de regreso, ambos permanecimos en silencio. Ross condujo todo el tiempo perdidos en sus pensamientos. Al igual que yo, que sólo miraba por la ventana. También en silencio.

No supe que decir. Quería pedirle disculpas, llorar o preguntarle por qué sucedió todo esto. Pero simplemente las palabras no salían. Y tengo la leve sensación de que Ross se debe sentir de la misma forma. Por un leve momento giré para mirarlo, y aún sin ver directamente sus ojos, pude sentir la preocupación en ellos.

Por un momento dudé si hacerlo... pero me decidí, me acerque a él y tomé amablemente su mano como él lo había hecho cuando nos alejamos de aquel lugar. Se sorprendió un poco, pero sin alejar sus ojos de la carretera, entrelazó sus dedos con los míos. Así permanecimos durante mucho tiempo.

La puerta del acompañante se abrió sobresaltándome un poco. Del otro lado se encontraba Ross, esperando a que bajara mientras sostenía la puerta del auto. Lentamente comencé a bajar y cuando finalmente alcé la vista, me encontré con sus ojos mirándome. Se encontraba a unos pocos centímetros de distancia, de pie frente a mí.

Lentamente y un poco dudoso, acercó su mano a mi rostro y amablemente puso un pequeño mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

-¿Cómo te sientes?-Preguntó en voz baja. Mi corazón se encogió al ver la expresión de su rostro. Parecía triste, preocupado y culpable, Tal vez un poco enojado también, pero consigo mismo. El pecho me dolió y un fuerte sentimiento de querer quitar esa expresión de su rostro llegó a mi cuerpo.

No quiero que se sienta de esa forma por mi culpa.

-Estoy bien.- Respondí. Traté de sonar lo más segura posible, pero no lo logré. Aunque quiera hacerlo, aún estoy un poco impactada sobre todo lo que sucedió y no sé cómo reaccionar en esta situación.

Bajó su mano hasta la mía y, tomándola, me atrajo hacia él en un rápido movimiento envolviéndome en sus brazos.

-¿R..Ross?- Pregunté. Mi rostro estaba pegado a su pecho y sus brazos envolviéndo mi cuerpo. Lentamente acercó su rostro cerca de mi cuello y permaneció de esa forma durante varios segundos. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y una extraña calidez nació en mi pecho.

Quería corresponder su abrazo, pero por una extraña razón, sólo logré aferrarme a su mano. Luego de unos segundos de estar de esa forma, lentamente alejó sus brazos de los míos y se alejó de mí.

-Lo siento.- Susurró.

Extrañada, busqué sus ojos. Pero él hacía lo posible por no encontrarse con los míos.

-¿Debes tener hambre, cierto?- Preguntó de repente, su expresión parecía algo perdida-. Voy... a prepárate algo.- Mostró una leve sonrisa que no llegó a sus ojos y luego giró sobre sus talones para desaparecer por la puerta.

Mientras que yo me quede unos cuantos segundos de pie en el mismo lugar. Aún confundida por lo que acababa de pasar.

¿Por qué razón me pidió disculpas? ¿Por abrazarme? ¿O por lo de Bryan? Yo... no entiendo. No quiero que Ross este triste y tampoco quiero ver esa expresión en su rostro. Pero no sé qué hacer para evitarlo, tengo la sensación que me siento de la misma

Bajo el mismo techo | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora