Bajo el mismo techo | Ross Lynch

Capítulo 55: "-¿Dudas que lo haría?"

Incómoda, jugué con mis dedos arriba de mis piernas. Cuando levanté mi vista, papá seguía mirándonos fijamente, a Ross y a mí. Mamá, que estaba sentada al lado de mi padre, me miraba con el ceño levemente fruncido. Seguramente algo molesta por haber guardado un secreto entre nosotras y ocultarle sobre mi relación con Ross.

De alguna forma habíamos acabado aquí, en la enorme sala. Sentados al frente de la acusadora mirada de mis padres, mientras todos estábamos en silencio.

Mi corazón era lo único que podía escuchar. Estaba nerviosa, muy nerviosa. Y por supuesto algo asustada. No sabía como iba a ser la reacción de mis padres. Apenas papá vio la situación de mi habitación, nos dijo que bajáramos a la sala. Por supuesto rápidamente lo hicimos y ahora aquí estamos. En esta incómoda y algo vergonzosa situación.

Miré lentamente hacia mi derecha. Ross estaba sentado con mucha confianza, sin dejar de mirar a mi padre o simplemente apartar su mirada de él. Parecía muy seguro de si mismo. Mucho más cuando giró hacia mí y también me miró. Me mostró una leve sonrisa, a la misma vez que tomaba mi mano bajo la mesa de la sala. Le sonreí en respuesta. Todo el nerviosismo, miedo o cualquier sentimiento que tenía hace unos momentos, se esfumó al sentir su mano junto a la mía. Y al parecer, él también se relajó un poco. Ya que me mostró otra enorme sonrisa y entrelazo nuestras manos. De alguna u otra forma, los dos nos dimos fuerzas.

La voz de papá rompió el incómodo silencio de la sala.

-¿Quién de los dos hablará primero?

Me aferre con más fuerza a la mano de Ross mientras rompía el contacto de nuestras miradas. Miré a papá, su voz sonó demasiado tranquila para la expresión de su rostro. Pero aún así, seguía dando un poco de miedo.

Abrí mi boca. Tratando de dar una explicación de la vergonzosa escena que vio papá en mi habitación. Pero volví a cerrarla, Ross me interrumpió.

-(Tn)______ y yo estamos saliendo. Somos novios.

Mis mejillas se tornaron rosas ante lo directo que fue Ross. Miré a mis padres y me sorprendí al ver la reacción de mis ambos. Mamá estaba con una enorme sonrisa y papá... también estaba sonriendo. Pero además de su sonrisa, tenía una ceja levemente levantada, mirando hacia Ross.

-¿Tan directo como siempre?- Preguntó papá. A pesar de su expresión y de su sonrisa, habló muy serio-. ¿Es seria la relación?

-Me conoces John. Es muy seria esta relación.- Respondió Ross-. Tanto, que por más que me prohibieras verla -cosa que no harás-, no dudaría dos veces en quitártela si fuera necesario. Y lo sabes.- Dijo, totalmente serio.

Sorprendida, miré a Ross. Mis mejillas nuevamente comenzaron a tornarse rosas al darme cuenta de que sus palabras eran ciertas. En su rostro, como siempre, había una sonrisa. Pero sus ojos demostraban que hablaba muy serio y seguro. Entonces entendí, que él si sería capaz de hacerlo.

Papá soltó una carcajada, sobresaltándome. Lo miré rápidamente y no entendí la razón de su risa. Hasta que de sus labios salieron la respuesta.

-¿No estás hablando enserio, verdad?-Su voz cambió rápidamente. Era un tono controlado y con firmeza. Miré a Ross esperando una respuesta. Él solo mostró una media sonrisa hacia mi padre, mientras levantaba una ceja.

-¿Dudas que lo haría?

La expresión de mi padre rápidamente cambió. Quiso decir algo, pero mi madre lo interrumpió, con una mano sobre el hombro de papá.

-Detente, John.- Sonrió mi madre-. Ya escuchaste lo que querías, ahora déjalos.

Por primera vez, papá apartó la mirada de nosotros hacia mi madre. La miró durante unos segundos, procesando las palabras de mamá. Ella le dio un pequeño apretón en su hombro y le sonrió. Entonces, solo entonces, papá se relajó y suspiró. Su mirada se trasladó a nosotros y nos sonrió.

-Aunque no dijeron nada, no dimos cuenta que había algo entre ustedes cuando llegamos. Y a pesar de lo que vi en la habitación no me agradó para nada...- Fulminó a Ross con su mirada y sonrió-. No soy quien para prohibirle su relación. Estoy muy feliz por ustedes, chicos. Sé muy bien que Ross nunca seria capaz de hacerte daño.

Sonreí como una idiota al escuchar las palabras de papá. Él me mostró una dulce sonrisa y se puso de pie junto a mi madre. También nosotros nos pusimos de pie y vimos como papá venía hacia nosotros. Se paró frente a Ross y le tendió la mano, a la misma vez que la otra la ponía sobre el hombro de Ross. Él con una sonrisa deslumbrante estrechó la mano de mi padre.

-Además...- Siguió papá-. Si llegas a dejar que suelte una sola lágrima por tu culpa...- Apretó levemente su mano sobre el hombro de Ross-. Créeme, no volverás a verla ni aunque sienta que eres como mi hijo. La apartaré de ti tan rápido, que toda tu vida te arrepentirás de haberla hecho llorar... ¿Entiendes?

La sonrisa de Ross había desaparecido y al parecer estaba un poco nervioso por la mirada de papá sobre él. Asintió completamente serio y seguro, a la misma vez que estrechaba con más fuerza la mano de mi padre, demostrado que iba enserio. Entonces papá sonrió y lo atrajo a sus brazos.

Por la expresión de Ross, parecía que lo había tomado por sorpresa. La forma en la que papá lo abrazaba, era como si estuviera abrazando a un hijo con muchos cariño. Ross, aún sorprendido, correspondió el abrazo de papá. Mi padre se apartó un poco se Ross, y le susurró algo al oído, haciendo que Ross riera y asintiera con su cabeza. Su mirada encontró la mía y me sonrió, haciendo que me sonroje.

Unos brazos a mi alrededor hizo que rompiera contacto con la mirada de Ross. Inmediatamente reconocí los brazos de mamá y correspondí su abrazo.

-Estoy muy feliz por ti, hija.- Murmuró en mi oído-. Ross es un buen chico, lo conocemos desde pequeño, confiamos en él para cuidar de ti.- Me sonrió-. Tienes muchas cosas que contarme...

Sonreí mientras ponía los ojos en blanco. Mamá me sonrió y asentí a su petición, más tarde seguramente tendría que contarle todo. Bueno... no todo, pero si lo más lindo que sucedió.

El ruido de un teléfono rompió la hermosa atmósfera. Papá y mamá suspiraron, mientras se alejaban de nosotros. Reconocí el sonido de aquella llamada, era de la oficina.

-En un momento volvemos.- Dijo papá.

Ross y yo asentimos mientras veía como mis padres caminaban a su estudio. Apenas desaparecieron de nuestros ojos, Ross lentamente comenzó a caminar hacia mí.

-Gracias...-Murmuré cuando estuvo de pie frente a mí.

Frunció el ceño.

-¿Por qué?

-Por hablar en nombre de los dos... estaba tan nerviosa que no sabía que decir.- Respondí un poco avergonzada.

Me sonrió.

-No des las gracias. Me gustas por ser de esa forma, Polluelo.-Rodeó con sus brazos mi cintura-. Además, necesitaba que John me aprobara.

-Pero ya lo hizo desde que se enteró de lo nuestro...-Guardé silencio-. Espera... ¿Hablabas enserio cuando dijiste eso de apartarme de mis padres?

Sonrió aún más.

-¿También dudas que lo haría?

Sonreí.

-Bueno...

-Si, hablaba muy serio.-Respondió, acercándose aún más a mi-. Cuando se trata de ti, no dudaría en hacerlo (Tn)______.

Miré sus ojos y llevé mis manos a su cuello. Él acercó su rostro al mío y me besó. Dulce y suave. Sus labios húmedos y cálidos se movían sobre los míos lentamente. Sonreí sobre sus labios y Ross también lo hizo. Me apretó con sus brazos y me levantó pocos centímetros del suelo mientras me besaba. Me aparté de él y lo abracé con todas mis fuerzas.

- ¡Ross! Ven un momento...

La voz de mi padre nuevamente nos interrumpió. Con una pequeña risa, Ross me dejó sobre mis pies y fue hasta donde se escuchó la voz de papá. Que venía desde su estudio.

Suspiré con una sonrisa mientras me sentaba en una de las sillas.

Definitivamente, estar junto a Ross es lo mejor que me pasó. Espero... nunca alejarme de él.

____________________________________

[SIN EDITAR]