Capítulo 51: "-Muy enojado."

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Mi corazón se detuvo ante las palabras de Alex. No puedo creer lo que esta sucediendo.

-Eso es un grave problema, profesor Alex.- Respondió el director, frunciendo el ceño. Lentamente me miró-. ¿Tiene algo que decir, Srta. Jenkins?

Me quedé silencio. Mi corazón comenzó a moverse con fuerza y no pude evitar mirar en dirección a Ross. Me sorprendí al ver que me estaba mirando, también en silencio. Sus ojos estaban esperando algo, esperando a que negara lo que dijo Alex sobre aquel beso. O tan solo negar con un leve movimiento de cabeza.

Pero no pude hacerlo.

Las palabras no salían, estaba muda y sin saber que hacer. Y aunque respondiera, solo serviría para confirmar frente a Ross que Alex me besó. Después de todo, es cierto. Quiero decir que no, que es un malentendido, o cualquier cosa, pero... no puedo.

El director suspiró.

-Entonces es cierto.- Respondió tras mi silencio.

Vi perfectamente como Ross apartó bruscamente su mirada de la mía y miró a Alex. El puño de su mano se apretó aún más y sus nudillos comenzaron a tornarse un poco blancos. Me estremecí.

-¿Profesor Alex?- Preguntó. Ross.

Mi respiración se cortó por un momento. El tono de su voz era suave y controlada. Esperando pacientemente una explicación. Por un momento creí que estaba tranquilo y me alivió un poco. Pero al ver como miraba a Alex... era todo lo contrario.

Alex habló.

-Lo que los estudiantes vieron es cierto. Pero... fue un error mío. Un malentendido que la Srta. Jenkins no tiene nada que ver. Todo es mi culpa.-Respondió. Miró al director-. No voy a negar lo del beso. Pero si voy a negar los rumores de la "supuesta" relación que hay entre ella y yo. No hay absolutamente nada. Nunca lo hubo.

-Ya veo.- Respondió el director, mirándome fijamente. Asentí para darle la razón a Alex-. ¿Y lo de ayer?- Miró nuevamente a Alex-. Vieron como la Srta. Jenkins subió a su auto.

Claramente al director le costaba creer lo que decía Alex, a pesar de que él decía la verdad. Yo quería intervenir para dar una explicación más creíble, sin mentir. Pero no lo hacía.

Mis ojos no podían apartarse del rostro de Ross a pesar de que no miraba en mi dirección. Mis manos temblaban y rogaba silenciosamente que mirara hacia mí. Necesito saber que es lo que esta pensando en este momento. Necesito que sus ojos se crucen con los míos y sentirlo un poco más cerca. A pesar de que esta a poco metros de mí, lo siento distante... lejos.

Finalmente, mi voz salió.

-L..Lo de ayer también es cierto.- Interviene, un poco nerviosa-. Pero solo fuimos a tomar un helado como viejos amigos. Nos conocemos desde niños, pero hace unos días nos volvimos a encontrar y salimos a pasar un rato juntos como los viejos tiempos. Nada más. Entre Al... el profesor Alex y yo, no hay absolutamente nada. Se lo aseguro director. De verdad.- Mi voz tembló un poco. Pero aún así soné lo bastante segura y creíble que jamás había sonado. Mi intención no era explicarle al anciano de unos setenta años de edad que estaba sentado del otro lado del escrito. Era explicarle a Ross absolutamente todo y borrar esa horrible distancia que lo separaba de mí-. De verdad...- Murmuré.

Por fin Ross decidió mirar hacia mi dirección. Al ver la expresión de mi rostro y comprobar a través de mis ojos que estaba diciendo la verdad, la expresión de su rostro se suavizo un poco. Aunque pude sentir que sigue estando un poco enfadado cuando miró a Alex.

El director asintió.

-Ya veo.- Murmuró-. Entonces... les creeré. Pero solo les diré una cosa.- Se puso de pie-. Yo no tengo ningún problema si tienen alguna relación...- Comenzó. Alex habló.

Bajo el mismo techo | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora