40. Triunfos

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La vi entrar a ese vehículo, jamás pensé que iba a estar involucrado en algo como esto. Toda la vida me formaron con el pensamiento de respetar la ley y siempre lo he hecho, pero la rabia empezó a renacer en mí cuando recordé el motivo por el cual Sakura una vez más se sacrificaba por mí, en los últimos días estuvo conmigo acompañándome en las noches en que debía estudiar, previendo que no tuviera que preocuparme por nada más.

Ella era mi conciencia perdida, sabía lo que necesitaba y yo aun no lo había pensado. Ella estaba un paso adelante como una asistente, más que eso, una fiel compañera y ahora su dichosa hermana tuvo la osadía de interponer una denuncia por secuestro, esta vez se llevó el premio de la Academia a la mejor actriz. 

Tenía que comunicarme con Eriol para pedirle que no tardaran en llegar, ahora lo necesito más que nunca, solo espero que Sakura pueda salir a tiempo de ese lugar, la necesito conmigo ahora.

-Maldición. – Grité caminando rápidamente por los pasillos de la universidad. Eriol no contestaba es obvio que está manejando, decidí comunicarme con Rika.

-Rika, que bueno que contestas. – Levanté al cielo la mano que tenía libre. – ¿Estás con Eriol? – Pregunté rápidamente sin darle oportunidad de hablar.

-Si Li, vamos saliendo para la universidad. – Contestó la amiga de Sakura.

-¿Podrías comunicarme con Eriol? – Inmediatamente escuché que los dos intercambiaron palabras y el sonido del celular me indicó que la llamada estaba siendo puesta en altavoz.

-Listo Li. – Rika me dio señal para reanudar la conversación.

-Eriol necesito que vengas volando a la universidad. – Por fin llegué al salón en donde haríamos nuestra presentación.

-¿Qué sucede amigo? – Me preguntó el cuatro ojos, maldición, no tenía tiempo para dar explicaciones, pero tal vez adelantar algo para que se diera prisa.

-Es Sakura, está en problemas por mi culpa. En este momento está siendo trasladada a una delegación para declarar a mi favor. – Hice una pausa para tranquilizarme un poco, si seguía así de alterado mandaría todo al diablo.

-Tomoyo me denunció por secuestro y para no ir a prisión ella se ofreció a declarar la verdad. – Solo pude escuchar una maldición en inglés de mi amigo y un grito ahogado, esa era Rika.

-Que esto no te aleje de tu objetivo Syaoran. – Es gracioso que Eriol trataba de aplicar sus ejercicios de relajación conmigo, me burlaría de él si no estuviéramos con el tiempo en nuestra contra. – Estamos contigo en menos de cinco minutos.

-Yo llamaré a Chiharu para que esté pendiente de Sakura. – Las mujeres en definitiva piensan con la mente serena. – Tal vez ella pueda hacer algo más que nosotros para ayudar. – Terminó de explicar.

Agradecí a los dos su apoyo y corté la llamada. Tenía que relajarme y terminar de poner todo en su lugar y esperar, solo eso me quedaba, esperar y rogar a los dioses que Sakura como siempre pudiera salir con éxito de esta situación, porque después de mi defensa iría por ella y a dar la cara, un Li jamás se escondía, además de poner una denuncia en su contra por injurias y calumnias, esa mujer va a conocer a Syaoran Li.



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Asustada, preocupada, ansiosa y molesta. Así me encontraba, viajando en ese vehículo. ¿Qué gana Tomoyo con hacer todo esto? Es obvio que quiere verme sufriendo y miserable, pero eso jamás lo verán sus ojos. Podré caer derrotada, sin embargo no será testigo de ello.

¿Porqué tardaste tanto? En proceso de edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora