Sakura y Syaoran se encontraban muy cómodos preparando un bocadillo porque ese día estaría dedicado a ver alguna película y seguir conociéndose el uno al otro; estaba la cocina en silencio, no era incómodo porque estaban concentrados y sin querer sus pensamientos estaban en algunos sucesos del pasado. La reciente confesión que Syaoran hizo la tenía pensando muchas cosas así que se animó a preguntar, ya que habían acordado ser honestos ese día y preguntar si había algo que los hiciera dudar.
-¿Syaoran? – El chico emitió un gesto con la boca invitándola a continuar. – ¿Nunca le guardaste rencor a esa chica, pudiste superarla rápido?
-Sentía que muchas cosas ya no tenían sentido, no quería saber nada de nadie, Eriol tuvo que soportarme por un tiempo, mis comentarios ácidos, mi poco sentido del humor, él fue un gran apoyo. Aunque después de esa relación me di la oportunidad de conocer otras mujeres y no cometer el mismo error, juré que no volvería a confiar en nadie, si alguien quería acercarse a mí tendría que ganarse mi confianza... Nunca le hice daño a ninguna mujer, aunque siempre estuve muy atento a su comportamiento y buscaba alguna señal que me dijera que no era conveniente estar con ella... – Sakura lo interrumpió. – Pero, por lo que veo en ti aun sigues desconfiando de la gente.
-Puede ser, la verdad es que ahora considero que no puede ser cualquiera el que puede ganar mi confianza, eso se llama no ser ingenuo, me doy a los demás, pero no permito que me utilicen, en una parte le agradezco a ella que me ayudó a abrir los ojos y a Eriol que estuvo ahí acompañándome; no se te ocurra decirle algo, sería insoportable estar escuchándole decir que me ama, que sabía que somos el uno para el otro. – Estas últimas frases las hizo imitando a su amigo inglés.
-Puedo imaginar esa escena. – Sakura sonrió. – Tienes razón, Eriol es un buen amigo; lo conozco desde hace muchos años y también me ha apoyado en momentos difíciles, aunque yo me negara a recibir su ayuda. – Tomó una taza con dulces y otra con palomitas. – ¿Vamos a sentarnos ya?
-Claro, vamos. – Salió de de la cocina con ella. – Eriol es especial, me acompañó en todo momento, incluso cuando quería estar solo él sabía cómo hacerme sentir en compañía.
-¿Y piensas seguir buscando a esa persona especial? – Sakura abrió los ojos intempestivamente, no se dio cuenta cuando salió esa pregunta de su boca. – Lo siento, eso no tienes que contestar.
-No pasa nada. – El castaño sonrió y se sentó en un extremo. – No ando buscando el amor; sí es eso lo que quieres saber, creo que es un sentimiento efímero, si se presenta la oportunidad de querer a alguien no la dejaré ir, mientras tanto estoy tranquilo, no me hace falta nadie. ¿Y tú? – Syaoran aprovechó el rumbo que tomó la conversación para intentar obtener alguna pista y comprobar si sus sospechas eran ciertas.
-¿Yo qué? – Sakura dudó. – ¿No estás en una relación, o sí? – Syaoran preguntó rápidamente. – No, no tengo novio. – Ella respondió igual de rápido.
-Por un momento pensé que ese chico al que estabas despidiendo era algún pretendiente. – Le brindó una sonrisa picara.
-No, él era el novio de mi hermana. – La castaña dijo con un semblante de melancolía.
-No me digas que tu hermana está aquí. – Syaoran se sintió incómodo. -No, ella no está aquí. – Rápidamente Sakura respondió para tranquilizarlo. – Él solo vino a visitarme al enterarse que estaba enferma. Es algo complicado.
-Bueno, la verdad no quisiera encontrarla por aquí. – Se relajó un poco. Tengo que confesarte que me incómoda su presencia y eso que nada más una vez la he visto. ¿Pero, qué es lo complicado? Recuerda que hoy era el día en que diríamos todo, tal vez no tengamos esta oportunidad en mucho tiempo.
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¿Porqué tardaste tanto? En proceso de edición.
RomanceElla se juró nunca enamorarse, nunca involucrarse en una relación amorosa. ¿Qué la había llevado a tomar esa decisión? Las hermanas están en todo momento para ayudarte... Pero para Sakura Kinomoto, su hermana, Tomoyo Kinomoto se había encargado de h...