Capítulo anterior...
-¿Dónde diablos estabas Sakura? – Ups, me equivoqué, si se dio cuenta de mi ausencia. Cerré la puerta y lo vi con el ceño más fruncido que nunca. – Estoy esperando una respuesta, pequeña. – Definitivamente, estoy en problemas.
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-Estoy esperando una respuesta Sakura. – Mi novio seguía insistiendo, no pensaba mentirle, solo que buscaba las palabras adecuadas para que no se molestara por lo que hice. Tomé aire y terminé de entrar al apartamento.
-Bueno, este yo, yo solo. – Justo ahora empecé a tartamudear, simplemente genial. – Fui a ver a Tomoyo. – Vamos bien Sakura, ya has dicho la parte más importante. – Tenía que ponerle punto final a esta situación Syaoran, estaba cansada de no hacer nada.
-¿Y crees que con haberla buscado ella va a dejar de molestarte? – Syaoran no se movía de su lugar y con su expresión facial también me mantenía inmóvil en el centro de la sala.
-Eso es algo que voy a averiguarlo pronto. – Vi a Syaoran levantar una ceja, pero no me iba a dejar intimidar. – Se atrevió a meterse contigo y eso es algo que no iba a dejar pasar como si nada Syaoran, no espero que entiendas o me creas solo fui para hacerle ver que ya no me voy a esconder, tal vez siga molestando pero tengo la seguridad que no voy a huir más, no voy a esconderme detrás de nadie, de ahora en adelante seré yo quien le ponga un alto a todas las situaciones adversas que vengan a mi vida.
-Me molesta que no confiaras en mí para acompañarte. – Syaoran se acercaba a mí. – Sabes que estamos juntos en esto.
-Y lo sé Syaoran. – Clavé mi mirada en esos finos y bellos orbes ámbares. – Pero si ella llegaba a verte sé que hubiera aprovechado esa oportunidad para atacar y burlarse de mi poca valentía, esto es entre ella y yo.
-¿Cómo te iba a atacar? – Preguntó Syaoran tomando mi mentón para igualar nuestras miradas.
-Creo que Tomoyo siente algo por ti. – Solté rápidamente, así como cuando quitamos una banda depilatoria, sin avisar.
-¿Estás loca Sakura, cómo es eso posible? – Syaoran me soltó como si mi cuerpo y mis palabras quemaran. Yo no pude evitar reír.
-Es algo que no pude evitar pensar, porque le advertí que podríamos demandarla y logré leer en su rostro algo similar a la envidia cuando le hice ver que seguíamos juntos y más seguros de que no podrá afectarnos con sus ataques. – Terminé de contarle a Syaoran todo lo que había hablado con Tomoyo y él muy autoritario me dio una última advertencia.
-Sé que es tu familia, pero que sea la última vez que buscas a esa mujer, es obvio que tiene problemas y el embarazo puede ser de riesgo mental para ella. – Me amenazó con tono cariñoso.
-Está bien Syaoran, lo prometo. – Me aferré a su cuello y recordé que traía algo en mis manos. – Pero no solo salí a eso, también te compré algo, sé que no es un obsequio digno para ti, a pesar de eso sé que te gustará. – Saqué de la bolsa la caja con chocolates y vi sus ojos pasar de ámbar a un dorado intenso.
-Gracias Sakura, sabes que no necesito nada más, lo tengo todo. – Sentí los labios de Syaoran sobre los míos y gustosa le di más acceso a mi boca. – Pero me doy por complacido que no vuelvas a salirte de mis brazos cuando estamos dormidos, no sabes lo mal que me sentí al no tenerte cerca pequeña, te amo, no lo olvides.
-Yo también te amo Syaoran y si tengo que huir de nuevo para defender tu honor quiero que sepas que lo haré. – Fue un beso corto pero apasionado, en el, ambos transmitíamos lo felices que estamos.
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¿Porqué tardaste tanto? En proceso de edición.
Roman d'amourElla se juró nunca enamorarse, nunca involucrarse en una relación amorosa. ¿Qué la había llevado a tomar esa decisión? Las hermanas están en todo momento para ayudarte... Pero para Sakura Kinomoto, su hermana, Tomoyo Kinomoto se había encargado de h...