Nora suspiró una vez más.
¿Por qué había aceptado venir a este botellón? Sí, porque después —después de que le diera palo arreglarse, después de bajar la dichosa rampa ya que esta vez y debido al frío el botellón era en un párquing, después de decir mil veces a que ella no bebía, etc.— se lo pasaba bien.
Pero ahora mismo... No.
Llegaba un poco más tarde de lo normal, ya que la costumbre era que las chicas quedaran de antemano para llegar juntas, pero hoy Eva y Viri habían ido más pronto y de Cris no sabían nada en estos momentos.
Nora miró aquel garaje lleno de adolescentes con una leve mueca. Al menos esta vez el sitio era cubierto y no se moriría de frío. O eso esperaba. Había varios coches encendidos —vaya, mayores de edad— y se estaban encargando de poner la música y la luz, por los focos, así que el sitio tenía cierto ambiente.
La cobriza miró una vez más el móvil, esperando una respuesta de Eva a su "¿Dónde estás?", pero no, no había nada.
Miró a su alrededor, intentando encontrar alguna cara conocida con la cual matar el tiempo hasta que sus amigas hicieran acto de presencia. Aunque la verdad era que tampoco conocía a tanta gente... y menos de fiesta. Nora se encogió dentro de su abrigo rojo y movió los pies con nerviosismo, pendiente de todo el mundo. Este no era su sitio, y un extraño sentimiento en su estómago se lo confirmaba.
—Nora Grace —la llamó una voz a sus espaldas.
Ronca. Grave. La conocía.
—Alex —dijo la chica arrastrando las palabras mientras se giraba despacio para ver al chico.
Y ahí estaba, Alejandro. Vestido completamente de negro con una sonrisa burlona en los labios. Negó levemente con la cabeza. Ni se molestaría en corregirla porque era más que obvio que Nora seguiría llamándolo como quisiera. Tampoco es que le molestara en exceso, era Nora.
—Te veo un poco perdida.
—Vaya, que observador —contestó la chica con sarcasmo.
Alejandro tuvo que morderse el labio para no soltar una carcajada. No quería hacerla sentir mal, pero le resultaba adorable la manera en que su labio inferior hacía un leve puchero.
—¿No podemos seguir con nuestra tregua?
—Nunca ha habido tregua entre nosotros. —Nora se cruzó de brazos y alzó la barbilla, mirándole fijamente a los ojos. Desafiándole.
—Sé dónde está Eva. —Nora alzó una ceja—. ¿No la estás buscando a ella?
—¿Me vas a chantajear con algo para decírmelo?
—¡Pero qué imagen tienes de mí! —dijo Alejandro medio en broma, medio en serio. Sabía que su imagen con Nora era... complicada y por ello tenía que ir con cuidado.
—Difusa.
—Está con Cris, te llevo —dijo Alejandro señalándole con el brazo que le siguiera.
Nora le miró, valorando las opciones que se le presentaban. Pero en el fondo, por mucho que le doliera tan siquiera aceptarlo para sí misma, quería seguirle; quería pasar tiempo con él. Desde fin de año algo había... evolucionado. Podían estar en el mismo lugar, hablando tranquilamente, podían aprender el uno del otro y empezar una conversación interesante. Nora había aprendido a tolerarlo y quizá —solo quizá— aprender a disfrutar de su compañía.
Alejandro se estaba ganando el cariño de Nora, poco a poco.
—¡Nora! —chilló Eva cuando vio a su amiga.
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Pequeñas Historias y Pequeños momentos (SKAM España)
FanfictionRecopilación de historias cortas (One Shots) de Alejandro y Nora de la serie SKAM España. También podéis encontrarlos en mi cuenta de AO3 @LikeWeAreGreen