Pequeñas Historias y Pequeños momentos (SKAM España)

Viene la calma

Había pasado un año.

¿Ya?

¿Cómo podía el tiempo avanzar tan rápido?

Nora volvió a mirarse en el espejo y la sonrisa de Sally se dibujó entre todo el maquillaje. Le había parecido apropiado seguir con la temática de Tim Burton para Halloween.

No quería admitirlo, pero estaba algo nerviosa. Y no sabía por qué. Bueno, en realidad sí lo sabía, pero no estaba segura de querer admitirlo. Al menos no todavía.

—¿Norita? ¿Estás? —chilló Eva desde el comedor.

Sus amigas —Eva, Cris, Amira y Viri— la estaban esperando en el comedor ya que ella había sido la última en prepararse.

Hoy era 31 de octubre, la noche de Halloween.

Y se iban de fiesta. Pero no a cualquier fiesta, sino a la misma fiesta del año pasado.

La de Alejandro.

Iba a ser la primera vez que la chica lo iba a ver —si lo veía— desde la despedida de la azotea, hacía mucho tiempo ya de esto.

Nora siempre había sido consciente de que era muy posible que aquel momento en la azotea de Cris fuera el último que compartieran, pero una parte de ella prefirió no pensar en ello. Tampoco quiso pensar demasiado en los exámenes finales del chico o en si había llegado a la Selectividad. Prefirió ignorar esa punzada de curiosidad y quemazón. Entonces vio la foto que el instituto subió con los alumnos que habían ido a Selectividad y no le vio. ¿Significaba eso que no había hecho las PAU? ¿Había decidido él no hacerla o es que no había aprobado sus asignaturas? ¿Repetiría?

Al principio ella había sido contraría al ir a esta fiesta. Le había parecido demasiado y que, fuera cual fuera el resultado, no estaba preparada para ello. Pero las chichas habían insistido y ser la única de las cinco que no fuera sería raro. También que, después de mucho pensarlo, le parecía más o menos apropiado asistir.

Aunque aún no se había hecho a la idea de volverle a ver.

¿Él la esperaría en la fiesta?

Nora cogió el bolso negro que se había preparado con antelación y fue con sus amigas.

Compartieron un taxi para ir al local, por lo que aprovecharon para hablar de todo aquello que se esperaban de la noche.

—Yo mientras no acabe como el año pasado... —dijo Eva con claro tono de broma.

Sin duda, Halloween del año pasado no había sido su mejor momento.

—Esperemos que no, amiga —secundó Amira.

—Yo mientras nos lo pasemos bien nosotras cinco... Lo demás me da igual. —Cris levantó su ya habitual petaca y brindó por ello.

No tuvieron muchos problemas en entrar, habían comparado las entradas con antelación y habían decidido no llegar demasiado tarde. Preferían llegar cuando la fiesta aun estuviera en sus primeros estados que tener que esperar en una larga cola. Aunque Eva había comentado que siempre podía llamar a Cris y que las colara, pero eso no era honesto. Bueno, eso es lo que había dicho Nora y Eva insinuando que quizá era otra persona la que las recogía en la puerta.

Nora era consciente que, en algún punto de la noche, se lo iba a encontrar. Era imposible ir a su fiesta y no verle, había estado preparándose y creía que había llegado al punto en que lo tenía aceptado, pero eso no significaba que prefiriese esperar lo máximo para que ese reencuentro ocurriera.

Lo primero que hicieron al llegar fue ir a la barra —era el mismo lugar que el año pasado— y pedir las primeras bebidas de la noche.

—¡Por nosotras! —dice Eva alzando su vaso.