Pequeñas Historias y Pequeños momentos (SKAM España)

Naked

(Este One shot se puede leer como una continuación de mi One Shot de Fin de Año o como otro One Shot suelto, dependerá de vosotrxs y el enfoque que queráis darle)

Año nuevo, vida nueva.

O eso decían.

Ya hacía una semana de la vuelta a la rutina y Nora creía que lo había llevado bastante bien. Eso es lo que se había estado diciendo a sí misma desde que había vuelto a poner un pie en esa escuela.

Ella era muy consciente de que tenía que hacer frente a las cosas —o personas— y no huir de ellas. Nora no solía esconderse, pero le daba pánico tener ese enfrentamiento con una realidad que no sabía cómo acabaría. No sabía qué hacer y ya llevaba una semana confundida.

Nora volvió a mirar a ambos lados del pasillo.

—Tía, ya es la séptima vez que mira por allí, ¿qué estás esperando a alguien, pillina? —preguntó Cris a Nora, intrigada por el comportamiento de su amiga.

Y es que, aunque no se había hablado en voz alta, todas podían estar de acuerdo que Nora había tenido algún que otro comportamiento extraño esta primera semana. Había estado muy pendiente de los pasillos, siempre mirando hacia zonas frecuentadas por cierto grupo, y la habían notado tensa en algún que otro momento. Tampoco habían querido presiona mucho. Pero algo le pasaba.

—No, no. ¡Qué va! —dijo algo nerviosa. Lo último que quería era la pillaran o la descubrieran.

—¿De verdad Norita?

—Que sí, tía.

—Vale, vale...

La conversación siguió fluyendo entre las chicas, tocando diversos temas, desde los exámenes de febrero hasta las rebajas que habían empezado esa misma semana. Pero, no serían ellas si la conversación no acabara hablando de las próximas fiestas.

—No me lo puedo creer, pero si hace nada fuisteis a la de Fin de Año —dijo Amira levantando los brazos.

—Bueno, pero nunca está de más... —dijo Eva con tono jocoso.

—Pero la próxima que no esté tan lejos —comentó Viri.

—Eso, eso. Que vaya viajecito nos tocó hacer —respaldó Nora a su amiga.

—Que, por cierto, una cosa que estuve pensando —dijo Cris girándose hacia Nora—, ¿cómo llegaste tan pronto a tu casa? Es que no veas lo sorprendida que me quedé cuando vi tu mensaje. —Cris cruzó los brazos y miró sorprendida a su amiga.

Y es que la famosísima respuesta había sido sí.

Verlo en la moto, tan guapo, proponiéndole llevarla a casa la había dejado totalmente descolocada. Incluso ahora seguía pareciéndole una fantasía. Pero cuando se acordaba que sí que había sucedido, le dan ganas de huir de todo lo que le pudiera recordar a él. Bueno, eso era lo que realmente había estado haciendo durante esta semana.

—Emm... —A Nora no se le había pasado por la cabeza que alguna de sus amigas preguntara por ello—. Pillé un bus. —Y rezó para que sus amigas no la descubrieran.

—Creí que habías dicho que no había ninguno. —Siguió indagando Cris.

—Sí, pero cuando subí un par de calles me di cuenta que había uno y bueno...

Cuando Nora miró a sus amigas para ver la reacción de sus amigas, Eva la miraba con una sonrisa de lado, escondiendo una pregunta que se moría por formular.

—Qué suerte tía.

Cris dio por acabado el tema, pero cuando empezaron a desfilar hacia la salida, se dio cuenta que no todas sus amigas lo habían hecho.