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Eric Cartman estaba ocupado en su casa. Ocupado viendo televisión. Hoy era el programa de Oprah, donde la invitada especial era Lady Gaga. Evidentemente jamás iba a admitir que amaba a la cantante lo suficiente como para rechazar jugar WoW con su pandilla solo por escuchar la entrevista. Pero la vida es injusta, triste y cruel... o al menos eso pensó cuando sonó el timbre de la puerta.

-MAH!!!!!! LA PUEEEERTA-

-Puedes abrir amor? Estoy haciendo la colada-

-Que mierda! Siempre tengo que hacer todo en esta puta casa- y, rezongando, fue a abrir la puerta. -Quién mierda es?- Pregunto Eric, mientras se encontraba con una mirada tímida y cristalina. -Butters.... Vienes a romperme las bolas?-

-Hola Eric- sonrió tímidamente-lamento molestar, pero puedo pasar?-

-Vienes a romperme las bolas- finalizó, soltando un largo suspiro, mientras dejaba la puerta abierta para que la pequeña pudiera pasar.

Butters era el apodo que le puso Eric a Marjorie cuando la obligaron a disfrazarse de Kenny a los 10 años. Desde ese momento, Eric y Marjo hicieron de pareja de amigos, ya que los super mejores amigos no iban a cambiar afinidades. El tema de la inclusión de género no afectó para nada la relación entre Marjo y Eric, lo cual era muy bueno para ella, pues todos parecían ignorarla, pues era más fácil que lidear con su personalidad dulce, insegura y crédula.... Pero Eric no tenia ningún problema con mandarla a la mierda de manera frecuente y jugarle bromas tan pesadas como si fuera un chico más de la pandilla. De hecho, muchas veces se olvidaba que era una niña. Posiblemente le empezó a dar importancia ahora que eran adolescente, porque ni su madre ni los padres de la muchacha permitían que se quedaran solos por mucho tiempo, siendo que en la niñez dormían juntos de manera regular.

-Gracias Eric- sonrió. Como Marjo era tan amiga de Eric, sabia que siempre iba a insultarla de alguna manera, pero siempre podía contar con el.

-Silencio Butters!- le dice mientras se acomoda en su sitio en el sillón. -Hoy estoy en una misión muy importante y tu estas interrumpiendo. Puede ser que cuando termine tenga ganas de hacerte caso-

Marjorie sabe que ya con que Eric no le haya cerrado la puerta en la cara, puede decirse que todo va a estar bien. Asi que, silenciosamente, se acomoda al lado de Eric y empieza a ver la televisión.

Luego de cerca de una hora, el show termina. Durante el programa, ambos chicos se metieron de lleno en la entrevista. Tanto asi que comentaban sus impresiones durante los comerciales, que también sirvieron para que Butters fuera a traer mas botanas para compartir, además de gaseosas. Y cumplir con su deber de saludar a Liane Cartman, quien estaba preparando la cena.

-Que excelente entrevista!- comento Cartman mientras apagaba el televisor y se desperezaba.

-Muy interesante, no sabia que Lady Gaga fuera una artista tan completa-

-Verdad que si?- Eric miro a Butters -Y tu no te tienes que ir?-

-Pe-pero yo quería ha-blar contigo... -

-Agh! Habla!- dijo mientras se frotaba el tabique nasal -Tu vienes a romper mis bolas...-

-Eric... recuerdas que te comente que iba a audicionar para la academia de baile en Denver?- hablo lo chica con ilusión.

-No- negó en seco.

-Pero... yo te dije que me gustaba mucho bailar... desde toda mi vida... Eric, realmente no lo recuerdas?- le consulto con un sonsonete triste.

Claro que se acordaba maldición! Pero una cosa es que quiera hablar de ello otra vez. Desde hace 8 años esta escuchando que el sueno de Marjorie Scotch es ser bailarina de The Royal Ballet. Como mierda lo iba a olvidar si ha sido su cantico de toda la vida, inclusive jugaban a hacer la audición para que no la cagara cuando pasara en la realidad.

-Y que pasó con tu audición? -

-Hoy me llegó la carta- le dijo, mientras le mostraba un sobre cerrado. El cual estaba en su bolsillo. -Pero me da miedo abrirla-

Eric Cartman es un cabrón hijo de puta. Es un hecho empírico, garantizado y respaldado por todas las acciones previas a este momento. Butters sabe eso, también fue victima de sus ideas infantiles. Pero Eric también era una buen amigo, ahora que ya estaba acercándose a la adultez. En un rápido movimiento, Eric tomo el sobre y lo abrió.

-Santa mierda!-

Bunny - Lo que callamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora