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Hoy era viernes. Y hoy tenía una cita. Si, por primera vez, Marjo iba a decirle sus sentimientos a Kenny. Principalmente, porque ya no le quedaba mucho tiempo en South Park y, aunque sentía el rechazo por adelantado, no quería irse sin decirle a Kenny que le gustaba.

La tarde anterior Kenny le preguntó el motivo de sus ausencias. Ella aprovechó su natural curiosidad para citarlo el viernes. Iban a reunirse en casa de él, luego de su trabajo. Y, por ser viernes (y su última noche en South Park), sus padres le dieron permiso para salir hasta tarde.

Al finalizar las clases, Marjorie Scotch fue directo a su casa y se pusó manos a la obra. Preparó su maleta para no tener que preocuparse de ello al día siguiente. Una vez terminado eso, hizo una bandeja de pastelitos dulces, que le gustaban especialmente a Kenny, con fresas frescas y vainilla. A veces, Marjorie le agregaba unas gotitas de licor Hawaiano, para rememorar su viaje. Mientras dejaba los pastelitos en el horno, procedió a ducharse, peinar su cabello, perfumar su cuerpo y maquillarse los labios. Hoy iba a ser especial, quería verse mejor que nunca. Por primera vez se probó toda su ropa hasta que estuvo convencida que se veía hermosa: adornó su melena con una diadema celeste y vistió un vestido blanco con sus zapatitos de charol a juego.

Saco sus panquecitos del horno y los dejo enfriar. Estaba muy nerviosa. Muchas veces había sido rechazada y castigada por no ser lo suficientemente buena, alta, elegante, simpática, inteligente, o cualquier otra cualidad... pero esta vez había sido aceptada en la academia de baile de Denver! El primer paso para participar en The Royal Ballet!

Pero eso significaba dejar de vivir en South Park, dejar a su familia atrás... y dejar a Kenny. Si bien, jamas fueron novios, amantes ni nada mas que amigos... quería decirle lo que sentía. A pesar de que, al conocer a Kenny por tantos años, sabía que el iba a rechazar sus sentimientos y, en el extrañísimo caso que los aceptara, una vez sabiendo que iba a vivir a Denver, iba a cortar con ella, porque él no creía en "amor a distancia" porque "amor de lejos amor de pendejos".

Pero Marjorie Scotch era valiente y estaba acostumbrada al rechazo! Así que juntó todo su valor, se puso su abrigo celeste y salio de casa con sus panquecitos. Que seria lo peor que un nuevo rechazo?

Bunny - Lo que callamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora