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Pese a la distancia, Eric y Marjorie mantuvieron el contacto. Realmente se llevaban bien porque compartían muchos intereses, como chismes de farándula, actualidad nacional y programas de televisión o streaming de artistas. Eric era un compositor aficionado. A veces le mandaba letras a ella para que le diera su opinión, otras, ella le enviaba videos de las coreografías que debía ensayar.

Probablemente, por eso es que la visita no se sentía incómoda o diferente. Era la clásica visita de Butters a su amigo Cartman.

Vieron unos programas de farándula y, al finalizar, ella empezó a narrarle lo que ocurrió la noche anterior. Sobre la fiesta de Bebe, el comportamiento extraño de Kenny con el objetivo de cumplir el reto. Eric escuchó atentamente, hasta que ella terminó su relato.

-¿Y para eso vienes a romperme las pelotas?- consultó el chico un poco decepcionado -Ya va como un siglo y sigues con lo mismo, ¿no tienes orgullo!-

Marjorie se avergonzó de si misma. Realmente era lo suficientemente tonta como para ilusionarse de nuevo. Empezó a jugar con sus manos.

-¿Sabes a cuando personas a besado Kenny? La imaginación no alcanza. Jamás podríamos saberlo- siguió su amigo -Mi buen Kenny no es malo, pero es una puta caliente... ¿no sabes eso tú mejor que nadie?- Empezó a cambiar los canales de la TV sin detenerse en ninguno -¿No estabas saliendo con ese chico que parecía un puto príncipe de disney? ¿cómo se llamaba Greg?-

-Gregory Fields-

-Enamórate de él. Esa es la solución más conveniente- continuó -O de ese chico que hace corre contigo en las mañanas-

-¿Bradley? Él es sólo una buena persona...-

-Siempre espera a que aparezca tú para empezar su "rutina". "Casualmente" te invita a comer todos los días. "Si intención" se encuentra contigo SIEMPRE... ¡a pesar que vive al otro lado de la ciudad!- Apagó la televisión mirándola directamente -Realmente eres muy densa, eh...-

-Ustedes son los complicados...- constó ella, cada vez más ruborizada.

-Pero la princesa quiere al pobre caliente solo porque la besó- suspiró Cartman -Debe de ser una soberana seguir virgen y pensar tantas tonterías: "él es mi príncipe azul", "Algún día llegara a salvarme". Noticias de último minuto Butters, la realidad es jodida, no hay príncipe-

Ella apretó su falda, arrugándola. Sabía que una visita a casa de Eric iba a terminar con una sobredosis de dolorosa realidad. Pero agradecería que no fuera tan supremamente malvado al decir todas esas cosas.

Sorpresivamente, sintió como Eric movió su rostro y la besó. Sólo juntó sus labios. Ella adquirió un tono mas rojizo que el que ya estaba acumulando.

-Butters, eso fue un beso. No significa que yo te quiera, que te añore, que te esperaré. Sólo fue un beso- Le dijo mientras tomaba una fritura del paquete -Creo que eres lo suficientemente inteligente para entender a qué voy-

Ella estuvo en silencio. Claro, un beso no significa nada por si mismo. Lo que pasó en esa fiesta fue solo un reto, el comportamiento de Kenny también debió ser una actuación. Eric le dio un ejemplo perfecto. Iba a dejar ese tema.

Con esa resolución nuevamente tomada, se despidió de Eric y su madre. Les entregó una bolsa de regalos para ellos y empezó su camino hacia casa.

Revisó su teléfono y vio un mensaje de su madre, que le pedía comprar unos artículos en el supermercado. Rápidamente cambió su rumbo.

Una vez en el supermercado tomó los encargos de su madre y fue a pagar los artículos, cuando sintió una voz conocida, del cajero:

-¡Hola señorita! ¡Cuando tiempo!-

-¿Kevin? ¡Hola!- saludó ella, sinceramente feliz de reconocer al hermano mayor de los McKormic -¿cómo estás?-

-Bastante bien, me encontraste justo en el cambio de turno, si quieres em esperas un momento y te ayudo con las bolsas-

-No! No te molestes por favor-

-No es ninguna molestia, espérame a la salida-

Se sentía contenta, pero un poco incomoda. Era el hermano de Kenny. No había sabido nada de él desde que se fue a Denver. No estaba muy segura si sería buena idea ser escoltada por él. Pero tampoco quería dejarlo esperando, eso sería de mala educación.

-Esa cara, pequeña! No sabía que te incomodará, siempre creía que te caía bien... o al menos que no te caía mal...-

-No! No, nada de eso! Es solo que... no quiero molestarte, quizás tangas cosas que hacer y yo solo te hago perder el tiempo...-

Sintió una caricia en su cabello, como cuando era más pequeña. Y sus bolsas fueron arrebatadas por el muchacho.

-Yo te pedía que me esperaras, no tengo nada que hacer ahora mismo, por eso me ofrecí... aunque si no quieres...-

"Ay, no... no quería molestarlo y ahora esta pensando que esta incomodándome... Pero no me molesta su compañía...". Entre sus pensamientos escuchó una risa.

-Realmente no has cambiado nada. Inclusive ahora piensas demasiado y no paras de frotarte los nudillos cuando estas nerviosa. ¡Que nostálgico!- le dijo, dispersando las presiones de Marjorie -¿Vamos?-

Ambos muchachos empezaron su camino a casa de la muchacha. Ella noe staba muy segura de como hacer para romper el hielo, quería hablar de algo, lo que sea, porque sentía el ambiente un poco pesado, aunque Kevin parecía tranquilo.

-¿Hace cuánto tiempo te fuiste?-

-Dos años-

-Si que ha sido un tiempo... ¿Ayer fuiste a la fiesta de Bebe? Fue caso una reunión de toda tu clase-

-¡Si! ¡Vi a los chicos, estaban todos! Todos estaban muy enérgicos como siempre-

-Con que "enérgicos"... yo diría que son imbéciles-

Luego de las risas de ambos, pudieron conversar de manera mas distendida. Faltaban unas dos cuadras para llegar a casa. Kevin dejó de caminar un momento.

-Hoy Kenny estaba deslumbrante de alegría. Casi no lo reconocí. No le veía así de feliz desde hace bastante tiempo- Kevin la miró – Sebe, mi hermano es tonto, pero no es malo. Lo conozco desde siempre y cada cosa que tenga que ver contigo lo hace extremadamente feliz, sólo que él no se da cuenta-

-Kevin, él ayer me dijo que pensaba ir a Denver y ser mi novio-

-¿A Denver? Veo que mi hermanito empezó a crecer...pero...- le comentó -¿tu quisieras ser su novia?-

-No lo sé- le dijo sincera Marjorie -Esta situación era parte de mis sueños pero... ¿realmente puedo confiar en él? ¿y él podrá confiar en mi? No sé si mi situación actual cambie, quizás tenga que irme de Denver y, posiblemente mi carrera me llevará a muchas otras partes. ¿Y si después yo no lo quiero? Entre más lo pienso, menos ilusiones me hago –

-Kenny no es malo, si te hace una promesa, él va a parecer en Denver. Eso te lo aseguro. Pero el resto no lo sé yo tampoco, peor creo que nadie lo sabrá-

Kevin miró a la chica dulcemente. Ella siempre había sido una muchacha dulce, tierna y agradable. Le gustaba para su hermano. Le iba a regalar una historia, Kenny no lo sabría nunca.

-Marjorie, cuando desapareciste, Kenny te buscó por todos los rincones del pueblo. Estuvo deprimido por mucho tiempo, comía muy poco y no tenía ganas de nada. Mis padres pensaron que quizás había vuelto su enfermedad- le contó -Karen, para animarlo, le preparó pastelitos. Ella utilizó tu receta. Kenny se los comió todos mientras no dejaba de llorar... Él es tan tonto que no se dio cuenta que estaba enamorado hasta que te fuiste. No me corresponde decirte que hacer pero por favor... no lo borres de tu vida-

Estaba sorprendida. Realmente él la había extrañado. Sentía su corazón latir rápidamente, sus mejillas coloreadas. Estaba sobrecogida. Kevin jamás hablaba de más con nadie y, si le dio ese regalo, quizás podría confiar un poco en él y en sus propios sentimientos.

Bunny - Lo que callamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora