Kentin no se ha quedado dormido y ya me está esperando en el pasillo cuando salgo. Esta despeinado y tiene ojeras.
- Das asco. – le suelto.
- Tú también estarías así si Armin te hubiese llamado a las tantas para explicarte su frustrada partida a no sé qué juego. – dice entre dientes.
- Por suerte aún no me ha pasado. – digo cruzando los dedos.
Nos montamos en el ascensor y hace un ruido raro al bajar haciendo que recuerde una anécdota del pasado.
- ¿Te acuerdas de cuando nos quedamos encerrados en el ascensor?
- Ya no me acordaba… Gracias por revivir malos momentos.
- Es todo un placer. ¿Ahora ya no llorarías no?
- Te recuerdo que tú también lloraste. – dijo incriminándome.
- Sí, pero yo te acabe consolando a ti.
- Nos consolamos mutuamente.
- Si quieres verlo así. – le digo encogiéndome de hombros.
Hace un día espantoso y parece que va a llover, pero ninguno de los dos le prestamos atención ya que nos pasamos todo el camino discutiendo quien tenía razón, al final admitió que era yo quien la tenía en la entrada del instituto.
- Es solo que no me gusta como era antes, un cobarde y llorica.
- Sabes, no creo que eso fuera malo. Te hacia especial y dulce como un cachorrito indefenso.
- ¡Por eso no me gustaba! Siempre me tenías que salvar tú cuando debía ser al revés. Me pone de los nervios recordar eso. – se rasco la cabeza desordenando mas su cabello revuelto.
- ¿Has probado a peinarte esta mañana?
Le ordeno su desordenada cabellera como un acto inconsciente, acercándome a él más. Al acabar le miro a la cara, estamos separados por pocos centímetros y está completamente boquiabierto.
- Ah… Ahh… ¡Anda es Armin! Voy a darle una paliza por llamarme a las tantas por gilipolleces.
Se larga corriendo, pero Armin no está por ningún lado. Se acaba de poner tan nervioso que se ha inventado la primera excusa barata que le ha pasado por la cabeza con tal de huir. Y no es mi imaginación.
- ¡Akane! – me gritan por detrás.
Alexy agita su mano con fuerza en el aire acompañado de Armin.
- ¿Qué le pasa a Kentin? Lo he visto salir corriendo. – pregunta Alexy extrañado.
- Ha ido tras Armin…
- ¿Qué? Pero si estoy aquí. – dice Armin confuso.
- Ya veo… - el astuto de Alexy ya ha entendido lo que está pasando antes de siquiera explicarle. – Armin porque no vas a buscarlo, te querrá decir algo pero se habrá confundido de persona.
- Ugh... ya voy. – alarga las letras mientras se dirige a la puerta del instituto.
- Ya me estas contando que ha pasado.
- Tenía el pelo desordenado y yo solo se lo he arreglado, pero se ha largado corriendo como si me quisiera evitar.
- ¡Estas completamente ciega, los dos lo estáis! ¡Él siente algo por ti pero se muere de vergüenza cada vez que te ve, es obvio! – exclama mi amigo de poca paciencia.
- Por favor Alexy no sigas… - le suplico. - No me quiero hacer esperanzas, luego será peor.
- ¿Qué son esas caras mustias? – pregunta Rosalya poniéndose a nuestro lado.
- Kentin… - dice Alexy en un suspiro.
- ¿Otra vez? Le estoy empezando a coger manía a ese chico militar. Olvídate de él de una vez por todas.
- Dijo la que se obsesiono de un modista y no paró hasta conseguirlo. – le reprocho Alexy.
- Vale… lo capto. Pero hay que hacer algo YA con esta situación.
- Estoy en ello. – los ojos de Alexy brillan de la excitación como siempre que planea algo.
- ¿El qué? – pregunta entusiasmada Rosa.
- Lo que sea, me voy a clase. – digo antes de dejarlos atrás cuchicheando.
***
Cuando llega la hora de irnos dudo sobre despertar a Kentin o no. Se ha pasado todo el día durmiendo.
- Nosotros nos vamos Akane. – dice Alexy arrastrando a un Armin cegado en su videojuego. – Tengo que comprar un conjunto del cual me he enamorado esta mañana.
- Vale nos vemos mañana. – sonrió agitando la mano en el aire para despedirme y me giro hacia Kentin para despertarlo. – Hey despierta perezoso, las clases han acabado. Vamos, vamos, vamos.
Lo agito tan violentamente hasta que sin querer lo tiro de la silla. Al caer contra el suelo se despierta aturdido.
- ¿Pero qué… - levanta la vista para mirarme. - ¿Ya es la hora del recreo?
- No, ya ha pasado, pero como no conseguimos despertarte te dejamos durmiendo.
- Oh… - dice rascándose la cabeza y reincorporándose.
- Date prisa, tengo hambre.
- Si. – recoge sus cosas rápido. – Yo quiero dormir.
- Lo dices como si hubieses dormido poco…
Él camina delante y yo lo sigo hacia la puerta del instituto sin saber lo que nos espera fuera.
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Bueno este ha sido un capitulo algo cortito, el siguiente ya será algo más largo. Empezaré a subir un capitulo a la semana siempre que pueda. Espero que os guste y ya sabéis, comentar y/o votar lo que opináis que es muy fácil. Un abrazo psicológico a todos. :3
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La sombra de Ken [CdM FAnfic]
FanfictionAkane está a punto de cumplir los dieciocho años y su único deseo es que el Ken de él que ella se enamoro vuelva de detrás de la fachada de chico duro que ha adoptado como Kentin. Pero la semana de antes las cosas se empiezan a torcer de manera ine...