Kentin tiene que llegar de un momento a otro con nuestra cena, unas hamburguesas que nos ha hecho Yuna. Mientras viene yo ya he preparado la mesa en la cocina. Pican al timbre y voy a abrir, es Kentin con dos platos y vestido con un pijama, como no, de estampado militar, de manga corta y pantalón corto.
- ¿Por qué vienes con pijama? – pregunto cerrando la puerta y siguiéndolo a la cocina.
- Ayer cuando volví a casa estaba tan cansado que me dormí sin cambiarme de ropa. Tu como ya llevabas tu sensual pijama de pingüinos no tienes ese problema. – dice señalándomelo ya que también lo llevo puesto ahora.
- ¡Hey! No te metas con mis pingüinos chico militar.
Nos sentamos a comer mientras charlamos entre nosotros.
- No tengo ganas de ir mañana a la excursión.
- ¿Por qué no? Sera divertido.
- No lo será, nos harán hacer cualquier tontería de críos y debiluchos, yo quiero algo con mas acción.
- ¿Desde cuando te has vuelto tan creído?
- Solo he… madurado. – dice orgulloso.
- Ya te gustaría a ti haber “madurado”. – digo haciendo las comillas en el aire.
- En algo habré mejorado digo yo.
- Claro, has cambiado el corte de pelo.
- Gracias. Pensaba que no te habías dado cuenta todavía. – dice acariciándose la cabeza.
Ambos reímos de nuestro esporádico mal chiste. Recogimos la mesa, dejamos los cacharros en el fregadero y nos fuimos a sentar al sofá del comedor. Él dijo de ver una película pero yo ya tenía otra idea en mente.
- Quiero jugar a verdad o atrevimiento.
- Representa que para jugar a eso tenemos que ser muchos.
- Entonces cambiaremos las reglas, jugamos a verdad y verdad. Cada uno pregunta una cosa y el otro está obligado a responder. – como he dicho antes, ya lo tenía planeado.
- Uuff…
- Mi casa mis normas. – digo cruzándome de brazos.
- Vale…
- Yo empiezo.
- De eso nada. Tú has decidido este juego yo empiezo. – antes de que pueda contestarle me tapa la boca y asiento dejándole empezar. – Bien, entonces… ¿Sigues teniendo el peluche que te regale antes de irme?
- Claro que lo tengo, dormimos juntos muy a menudo.
- ¿De verdad?
- Eso es otra pregunta. ¿Toda la ropa de tu armario es verde?
- Claro que no, tengo muchas tonalidades de verde. – dice riéndose y le hago burla. – No, no toda es verde. ¿Qué te pareció el instituto nuevo cuando llegaste?
- Tuve una muy buena recibida, pero había veces en las que te echaba algo de menos. ¿Te gustó estar en la escuela militar?
- Si. – dice, pero puede ver como sus ojos titubeaban.
- Dime la verdad.
Un silencio incomodo se formo y Kentin bajo la vista.
- No estaba mal, pero no era lo que yo quería. Yo quería quedarme contigo en el colegio y entrar juntos al instituto, quería hacer amigos nuevos y ser fuerte por mí mismo. No porque mi padre me hiciera pegarme palizas continúas con tíos que no paraban de entrenar y machacarse en el gimnasio.
- Lo siento…
- No pasa nada, al final me acostumbre y me ha venido bien, ahora soy más apuesto y fuerte. – dice con una sonrisa de medio lado. - Bueno va, me toca preguntar. ¿Me echaste de menos? – pregunta serio.
- Mucho. ¿Tu a mi? – conteste igual de seria.
- Continuamente. ¿Cuál es tu relación con Armin?
- Solo amigos.
- ¿Y has estado con alguien en este tiempo?
- No, con nadie. Te has saltado mi pregunta. ¿Tú has estado con alguien?
- Es imposible que haya estado con alguien. – dice riendo y rompiendo el clima tan tenso que se había formado. – Aunque la escuela era mixta, chicos y chicas tenían residencias separadas y aunque entrenábamos juntos y comíamos no había tiempo posible para relaciones.
- ¿No te molestaba eso?
- En absoluto, las chicas de allí no eran mi tipo. – abrí la boca para preguntarle otra cosa pero no se dio cuenta y siguió hablando. – ¿Oye no tienes sueño?
- No mucho, me lo estaba pasando bien.
- Pues yo si, así que te vas a dormir.
- No, espera un rato más.
Me tire encima de él para hacer peso y que no se levantara. Mi espalda estaba contra su pecho que se había dejado caer sobre el sofá medio estirado.
- Ugh… que pesada eres.
- Calla idiota. Dime una cosa ¿hay alguna chica que te interese?
- Eh… n-no ninguna.
- ¿Si la hubiera me lo dirás verdad?
- S-sí claro. – dice tartamudeando y atropellando a la vez las palabras entre sí. – Y a ti… ¿T-te gusta alguien?
- Podría ser…
-¿Quien? – chilla algo exaltado.
- Es mi turno y no te lo diré.
- Tienes que contestar siempre la verdad.
- Lo sé pero no es tu turno. Y yo mando.
- Que infantil eres, ya lo averiguare.
- Dudo que lo hagas.
- Ya veremos…
No sé cómo sucedió pero eso fue lo último que hablamos antes de quedarnos dormidos en esa incómoda posición sobre el sofá, con nuestros pijamas y nuestras respiraciones no sincronizadas. Dejando en el aire un tema que a ambos nos preocupaba.
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La sombra de Ken [CdM FAnfic]
FanfictionAkane está a punto de cumplir los dieciocho años y su único deseo es que el Ken de él que ella se enamoro vuelva de detrás de la fachada de chico duro que ha adoptado como Kentin. Pero la semana de antes las cosas se empiezan a torcer de manera ine...