Capítulo 13 - Últimos retoques

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La hora de mi móvil marcaba las 12 del mediodía, me sentía cansada y solo quería seguir en la cama.  Mis padres no vendrían a despertarme de todos modos, al trabajar hasta tan tarde estarían durmiendo todavía mínimo hasta la hora de comer.   Daba vueltas en la cama sin conseguir volverme a dormir, pero la vagancia de las mañanas de los sábados se apoderaba de mí como siempre y no me podía levantar de la cama ni quitarme las sabanas de encima.

Me lleno de fuerza y me obligo a levantarme, no lo cumplo hasta pasados quince minutos.  Voy a la cocina donde me tomo un vaso de leche y una magdalena, después vuelvo a mi habitación y me pongo a hacer los deberes.  De este modo ya no tendré que preocuparme por ellos en todo el fin de semana y podre centrarme en celebrar mi cumpleaños.  El cual aun no he pensado que hacer, ni tan solo tengo una mínima idea.

Por suerte nos han puesto pocos deberes y en nada los tengo hechos. Me pongo a debatir posibles opciones para celebrar mi cumpleaños.  La opción más sencilla es invitarlos a casa y hacer un pica-pica.  Pero mis padres estarían todo el rato y también quería pasar tiempo a solas con mis amigos.

Podríamos quedar hoy por la noche e ir de fiesta a alguna discoteca, pero no a todos les gusta eso.  Solo tengo una opción.  Agarro el móvil y llamo a Rosalya.

- Hola. – dice la voz alegre por la otra línea.

- Hola Rosa, necesito tu ayuda. 

Le expliqué mis planes detalladamente y ella concordó con las mismas pegas que yo tenía.

- Aparte de que muchos no querrán ir a una discoteca decirlo con tan poca antelación provocara más bajas todavía.  Podemos hacer eso mañana no importa que estén tus padres y luego nos vamos a cenar nosotros solos.

- Vale, está bien. – digo contenta por el plan.

- Pero…

Puedo sentir como un escalofrió me recorre la columna, es el tono de voz que usa cuando tiene un plan y es inevitable salir.

- Coge tu monedero y ven a la tienda de Leigh, tienes que estar bien guapa para mañana.

- ¿Ahora? – lo sabía.

- Si ahora, y date prisa que cierra a las dos.

- Uff… ya voy. – digo colgando.

Me cambié de ropa y dejé una nota en la cocina explicándoles a mis padres donde estaba.

Cuando llegué a la tienda Rosa me vino a recibir.

- Me he tomado la libertad de escoger los vestidos que más me han gustado.

- Como no…

- Vamos no empieces a quejarte y ven al probador.

Me arrastro cogida de la mano hasta el probador donde había tres vestidos colgados. 

- Adelante, pruébatelos. – exclama Rosa.

Cogí el primero, es de color rojo y largo tapándome hasta los tobillos, tiene unos tirantes un poco gruesos.  Me quedo mirándome al espejo, es bonito pero al caer todo hacia abajo liso y sin nada de decoración no me acaba de convencer.  Además, no necesito ir tan exagerada vestida cuando vamos a estar en mi casa y después en un restaurante.

- No me convence del todo. – digo provocando que Rosa abra la cortina y entre dentro.

- Puede que se verdad, te hace parecer muy adulta.  Pruébate el azul. – dice saliendo de nuevo.

Me quito el rojo y me pruebo el azul.  Es corto, a  la altura de las rodillas y de manga, un poco más abajo de los hombros.  Es prieto en la zona del pecho y el resto cae en ondas desde la cintura.

- ¿Ya está? – dice Rosa entrando de nuevo. – Umm...  No me gusta, pruébate el último.  Es el mejor de todos ya verás.

Obedezco y me lo pruebo, es de un color verde esmeralda, de palabra de honor y prieto en la cintura cayendo liso hasta los tobillos.  También tiene como decoración en la zona de los pechos una especie de esmeraldas falsas.

- Me gusta este… - susurro. – Es precioso.

- A mi también. – dice Rosa con una sonrisa brillante.

Me vuelvo a poner mi ropa mientras Rosa se lleva los vestidos para dejarlos en su sitio.  Cuando salgo ya me está esperando en la caja junto con Leight.  El vestido que he elegido esta guardado en una caja roja.

- Hola Leight. – dijo saludándole, antes con las prisas de Rosa no había podido.

- Buenas Akane.

- ¿Bueno y cuanto es? – digo temiéndome lo peor.

- Nada. – me dice Leight con una sonrisa.

- ¿Cómo? – digo levantando las cejas.

- Es nuestro regalo de cumpleaños. – dice Rosa mirando a Leigh y riéndose.

- Pero… Pero esto tiene que ser muy caro.  Y…

- Ya cállate y acéptalo. – me dice Rosa dándome un abrazo. – Pero tienes que prometerme que lo llevaras puesto mañana.

- Oh por supuesto que lo llevare.  Muchísimas gracias a los dos de verdad.

Le doy otro abrazo a Leigh y tras quedarnos unos minutos hablando me vuelvo para casa.

Estoy ansiosa por ver que tal ira mañana.  Aún tengo que enviarles un mensaje a todos para que se acuerden de venir.  Pero ya contaban con que el domingo lo era y no hicieron planes.  De todos modos quiero estar segura y que sepan la hora a la que tienen que llegar.

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Lo siento…. u.u  Se que he tardado mucho y que además ha sido un capitulo muy cortito.  Es que me ha sido imposible ponerme a escribir y tampoco quería que pensarías que os tenia abandonadas. 

Por suerte ahora como vienen las navidades (y espero no tener muchos deberes ni exámenes) podré escribir con más tranquilidad y más seguido. 

La sombra de Ken [CdM FAnfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora