Ya llevaba tres días en playa y no había rastro de ella.
El primer día ahí me dirigí a la casa que compartía con sus padres, pero al bajarme del taxi pude ver como un hombre desconocido ayudaba a unos abuelos a salir de la casa. Supuse que ella ni sus padres continuaban viviendo ahí.
Kiki Bongo, el bar que Ximena tenia en la playa se veía mucho mejor y era atendido por tres extranjeros que se encargaban de todo.
Quería saber si alguien había visto a Becca en este lugar, porque de no ser así estaría perdiendo el tiempo que pasaba ahí.
Al cuarto día no había dormido nada durante la noche y desvelado me levanté y salí de la cabaña donde estaba alojando a caminar por la avenida y quizás tomar un café o desayunar.Iba calle abajo medio ido cuando alguien me llama la atención para que me quite del camino. Doy un brinco y me subo a la acera.
¡Quitate del camino! – se giró para gritarme un chico que pasaba bicicleta.
Que idiota – le escuché decir a la chica que lo seguía en una bici de paseo. Era su voz.
Tardé cinco segundos en darme cuenta y acelerar el paso para seguirla. Era Becca. Llegué a la costanera corriendo y la recorrí lo más rápido pero no pude alcanzarla. Creí verla entrar al gran hotel al final de la playa.
¿Algún problema? – pregunta el recepcionista saliendo de su lugar de trabajo para preguntarle al extraño agitado que estaba frente al vidrio.Ehh... es posible desayunar a esta ahora? – es lo primero que se me ocurre.
¿Usted es huésped del hotel? –
No –
El desayuno comienza a servirse en unos diez minutos, pediré que lo acompañen a la terraza donde puede descansar mientras está listo – me dijo amablemente entregándome una tarjeta de visita. Me guió por el pasillo hasta donde se encontraba una anfitriona con cara de que no había dormido en toda la noche – somos dos – pensé.
Ella lo acompañará a terraza superior donde sirven el desayuno señor – me dice el hombre al llegar donde la chica – si ya no necesita mi ayuda me retiro, disfrute su mañana señor.
Disculpa – digo de pronto para detenerlo – tengo una pregunta.
Lo escucho –
Usted vio que antes que yo llegara a la recepción entró una mujer en bicicleta ¿verdad? – el hombre no me mira con buena cara – una pareja en bicicleta – agregué para no sonar acosador - ¿entraron en el hotel, verdad?
Luis, creo que se refiere a la señorita Rebecca – le dice la chica el recepcionista y este asiente – Ella y Matías son los únicos que vienen a trabajar en bicicleta.
Bingo – digo en mi cabeza.
El recepcionista me sonríe y dice – ella lo sabe todo – se retira para volver a su puesto.
Gracias – le digo a la chica, aunque creo no me escuchó ya me comenzó a subir las escaleras
Puede esperar aquí junto a la piscina – dice indicándome unos sillones cuando ya estábamos en la terraza– en minutos podrá ir por su desayuno o pedirlo para que se lo traigan.
Se encontraba más gente en la terraza, llevaban batas de baño y habia un par de niños se bañaban, al parecer la piscina era temperada.
Muchas gracias – le digo a la chica y se retira.
Me recuesto en la silla y respiro profundo.Era ella. La había encontrado.
Tomaba desayuno junto a la piscina ideando como encontrarla dentro del hotel, cuando de pronto la veo subiendo los últimos escalones que llevan a la terraza, aquel hombre la seguía un par de escalones abajo y la hacía reír tocándole las piernas. Ella se había cambiado de ropa, estaba más formal. Se despidieron, ella entró en el restaurant y él fue a hablar con los niños en la piscina, al parecer lo conocían; a los minutos se quitó la camisa que llevaba para comenzar a dar instrucciones de nado – y dejar a la vista su bronceado perfecto y su manga de tatuajes - .
Terminé mi café y prácticamente corriendo fui por más al restaurante.Ella estaba dentro al parecer hablando con quien parecía ser el chef, estaba dando la espalda a la barra de desayuno. Todos la saludaban.
¿Señor puedo ofrecerle algo? – me dice un chico joven con delantal negro.
Venia por más café – le digo sin quitar la vista de ella.
Yo puedo llevárselo a su puesto, no se preocupe – me comentó el chico recibiendo mi taza - ¿Algo más?
¿Tienen opciones vegetarianas de los sándwiches de ahí? – le pregunto
¿Opciones vegetarianas? – repite el chico algo nervioso mirando hacia donde se encontraba "el chef".
Cuantas veces te he dicho Kurt, necesitas tener opciones veggies aquí – la escuché decir y se giró al fin. Pude verla claramente ahora, llevaba su cabello mucho más corto y lo tenia de un tono más claro – por el agua de mar quizás- , le costó caer en cuenta que era realmente yo quien estaba ahí.
Nos quedamos mirando fijamente sin decir algo.
No se preocupe, personalmente le llevaré un sándwich de esos a su asiento señor – dice Kurt "el chef" y le respondo con una sonrisa.
Ella seguía con su mirada fija, ahora se veía molesta – ¡¿QUE HACES AQUÍ?! – moduló.
Volví a la terraza, me senté y a los segundos apareció Becca tras de mi.¿Que mierda haces Izan? - estaba de pie junto a mi pero no me estaba directamente.- estás en mi trabajo, no quiero tener problemas.
No vengo a causarte problemas – le dije queriendo tocar su mano pero la alejó.
¿a que vienes entonces? –
Quería encontrarte – le confesé.
Bueno, ya lo hiciste, puedes irte por favor – dice señalándome las escaleras.
¿Todo bien Becca? – dice el hombre que llegó con ella, que seguía a un costado de la piscina. – ¿Necesitas ayuda?
Todo bien Mati – le responde ella mostrando la palma de su mano para que se detuviera cuando se dio cuenta que venía hacia nosotros – no quiero tener problemas por favor ándate de aquí.- ahora dirige a mi.
Señor, su sándwich – me dice el chico del desayuno – y su café – se retira.
Termino me desayuno y prometo que me voy -
Ella suspira.
Pero quiero que nos encontremos de nuevo – continúo y ella sigue sin mirarme a los ojos.
No te prometo nada, solo quiero te vayas – respondió alejándose para irse.
Antes que te vayas – ahora si pude rosar sus dedos – me estoy que dando en una cabaña, al inicio de la avenida.
Que bien – respondió y se fue por las escaleras hacia primer piso.
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Ciegamente Ahogada
RomanceBecca relata los episodios previos a terminar la universidad, que le hicieron perder el control de su vida. Un día de verano mientras trabaja en la playa se encuentra con un hombre, que va a poner su mundo patas arriba a cuesta de secretos, engaños...