Tareas Profesionales y Personales; Parte II

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Visión de Becky Lynch

Había llegado a la ciudad, era como la recordaba. Renté un auto y me dirigí a un hotel bastante decente, me había tocado la habitación número 322, quería dejar mi maleta antes de empezar mi búsqueda. Una vez organizada totalmente me dirigí a explorar la ciudad en busca de los jóvenes que me acompañarían.

Visión de Alonso Gariontte

Me encontraba ya saliendo de mi casa para ir a recoger a mi amigo Lucas y a mi novia Fenicia, es que se realizaba un torneo interestilos de artes marciales y el y yo íbamos a competir, como siempre hacemos. Y mi novia es una practicante de lucha libre, esos que hacen acrobacias en un ring y exageran los golpes que reciben, pero la lucha libre no es vista como un arte marcial, si no como un deporte-espectáculo, pero en fin. Lucas, mi novia y yo estábamos yendo caminando, pues ellos vivían en la esquina de enfrente de mi casa y el lugar donde se hacía el torneo era a doce cuadras.

-Buena suerte, primo- Fenicia alentó a su pariente. Ella era de piel morena, pelo largo negro, ojos verdes y estatura media baja, vestía unos pantalones jeans azul claro, una gorra de visera plana blanca, unas zapatillas Converse negras y una remera blanca. Hablaba con un bonito acento boliviano y tenía un cuerpo mas o menos construido.

-Gracias, Fen, que lindo gesto que nos hayas venido a ver- Le había respondido en un tono animado, el también era de piel morena, pero el era mas alto, de ojos marrones y pelo de un rubio teñido descolorado arriba y a los costados negro, era atlético y vestía unos pantalones deportivos gris oscuro con tres rayas blancas a los costados, una remera blanca y zapatillas rojas, cargaba un bolso deportivo rojo, también tenía un acento boliviano pero no era tan notorio. En eso yo tomé la palabra.

-A ver si ese cinturón marrón primer grado en karate kyokushin te sirve de algo- Le contesté en joda.

-Te aseguro que eso, mis tres años de crossfit y mis catorce meses de lucha olímpica le ganan a tus "habilidades prodigiosas"- Me dijo juguetonamente. En eso Fenicia se sumó a la "discusión".

-A parte ¿Hacer la patada tornado en la cuarta clase de taekwondo, ganar dos medallas de oro en tu primer torneo derrotando a 39 cintas amarillas con tres semanas de práctica y además obtener la cinta verde un año después? No te lo crees ni tu.

-Fenicia sin besitos por un mes- Le dije jugando, en eso ella me da muchos besitos en el cachete y le doy un abrazo. -A parte sumále que en krav magá obtuve el G3 en poco menos de dos años, mejoré las técnicas, hice técnicas re avanzadas en mis primeras dos clases, en muay thai yo pateaba mas fuerte que el profe, en mi primera clase de aikido sometí al sensei en un segundo, en MMA siempre ganaba en las prácticas de grappling teniendo un mes de entrenamiento, hasta inventé dos lla...-

-Al entendimos, sos un prodigio y naciste para pelear- Me cortó Lucas algo irritado, cuando nos habíamos dado cuenta ya estábamos en la puerta del sitio. En eso siento una mano que me toca el hombro, me volteo y veo a mi amigo Brandon, es un pibe flaco que es de piel medio tostada, con un pelo largo rubio oro con puntas verdes, (Obvio que es teñido) de altura medio baja, ojos azul oscuro y con un tatuaje de un crucifijo en el lado derecho del cuello, vestía una remera del club Banfield, unos jeans color celeste desgastadísimo, dos pulseras de oro, una gorra Adidas negra y unas zapatillas de color verde, el villero las llama shantas.

-Gato dame todo lo que tengá- Me dijo en broma con su acento de Fuerte Apache. En eso yo me toqué el bulto como diciendo "Esta te voy a dar". -Ná amio ¿Cómo pensás que te voy a robar?-

-Nos viniste a ver, ¿verdad?- Le preguntó Lucas.

-Si boludo, yo vivo acá enfrente y la entrada está treinta pesos. Y me traje más para comprarme una hamburguesa con manaos mientras los veo cagarse a trompadas- Yo le respondí lo siguiente:

-No va a ser tan así, el torneo consiste en un round de tres minutos por participante en el cual el que saca al otro del tatami diez veces, le pega más golpes, le hace una movida flashera o lo somete tres veces gana-

-Ahhhhhhhh- Respondió el wachiturro. -¿No tienen miedo?

-¡TENGO MIEDO!- Le respondimos Lucas y yo con el tono y movimiento de Auronplay, eso nos hizo cagarnos de risa.

-Eu ¿Qué mira esa guacha?- Preguntó Brandon mientras señalaba a una mina que estaba apoyada en la esquina derecha de la cuadra, por lo que podía ver ella usaba un buzo con capucha rojo, jeans ajustados negros y zapatillas blancas con cordones grises. Y no se si vi mal pero me pareció ver que su pelo era de color naranja medio apagado.

Visión de Becky Lynch

Me encontraba caminando por las calles de Buenos Aires, me había encapuchado pues no quería ser reconocida. Eran como las tres de la tarde cuando vi a un grupo de chicos pasar, llevaban bolsos deportivos, parecía que iban al gimnasio, si tenían condición servirían bastante. Me dediqué a seguirlos, pero vi que uno de ellos... Bueno, mejor lo describo; Era medio alto de tez de un tono parecido al mío, con un pelo marrón corto muy similar al de mi esposo Fergal, unos ojos marrones exactamente iguales a los míos y un cuerpo muy atlético, mas atlético que el mío. Llevaba un bolso gris, pantalones deportivos negros con rayas blancas a los lados, zapatillas azules, una camiseta con las letras KMG en la izquierda del pecho y en su espalda tenía el logo de un planeta tierra, llevaba vendas de pelea blancas, supongo que entrena algún deporte como boxeo o algo similar al igual que sus amigos. Me muero si llega a ser mi pequeño, de verdad haré todo lo posible por reclutarlo para la WWE. Me quedé escuchando su conversación con un joven que apareció después.

-¡TENGO MIEDO!- Gritaron los chicos de los bolsos cómicamente. Eso me hizo soltar dos lágrimas, se que estaban bromeando pero el imaginarme a mi hijo gritando eso con verdadero miedo y yo yendo a abrazarlo para darle mi confort y cariño era lo mas bello y feliz que podía soñar.

-Eu ¿Qué mira esa guacha?- Eso dijo el rubio mientras me señalaba, parecía que me habían descubierto.

-Brandon no importa, solo entremos- Le respondió mi posible hijo. En eso los dos entraron al lugar y yo los seguí adentro, por lo que pude entender iban a un torneo de artes marciales, y que la entrada estaba treinta pesos argentinos, eso equivale a un dólar, puedo pagarla y ver a mi hijo competir. Si ganaba me llenaría de orgullo y sería un buen luchador en la WWE.

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