Capítulo 20

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Antonia observó hacia dónde estaba su papá y no dudo en acercarse para intentar calmarlo, Sebastián fue detrás de ella para separarlos en caso de que llegarán a los golpes.
-Antonia: Que pasa aquí? (Le preguntó a Eri).
-Erika: Es Alonso (Explicó)
Sebastián: Hay algún problema? (Serio).
-Eduardo: No, pero va a haberlo (Dijo entre dientes).
-Alonso: No te conviene meterte conmigo Yañez (Se burló) no tengo que recordarte de lo que soy capaz.
-Eduardo: Imbécil (Lo soltó).
-Alonso: Ya me enteré que te llevaste a tus recogidos a otro lugar (Dijo viéndola) con eso ya no puedo chantajearte (Sonrió) pero no te vas a librar de mi aún (Le aseguró).
-Erika: No te entiendo (Negó), por que estás tan obsesionado conmigo? (Seria).
-Alonso: Porque le importas (Sonrió), porque me dejaste y porque gracias a ti soy la burla de todos ahora.
-Erika: Jamás te importe (Lo miró) y yo no te dejé (Le recordó) fuiste tú quién me apostó como si fuera un objeto (Le gritó).
-Alonso: Es cierto (Aceptó) pero me convenía tenerte a mi lado, eras un buen enganche para mis socios (Sonrió) todos morían por ti y yo me sienta poderoso de poder tenerte.
-Eduardo: Cállate maldito y largate de mi vista antes de que te mate (Dijo con la mandíbula apretada).
-Antonia: No te rebajes pa (Tomó su brazo).
-Sebastián: Váyase ya señor (Le dijo a Alonso).
Alonso se alejó con una sonrisa burlona en el rostro, el único motivo por el que estaba ahí era para asegurarse que su infiltrado estuviera haciendo bien las cosas, Erika se acercó a Eduardo y lo calmó.
-Erika: Eduardo mi amor (Se acercó a él) no te amargues la noche por alguien que no vale la pena.
-Eduardo: Perdónenme (Suspiró) ese tipo me hace perder la cabeza.
-Antonia: El evento apenas está comenzando (Acarició su hombro) sigamos pasándola bien.
-Erika: Toni tiene razón (Le sonrió).
-Eduardo: Vamos a mi oficina (Le propuso) aún falta un rato para la cena, necesito alejarme un poco del ruido (Tomó su mano).
Eduardo y Erika se fueron, Antonia tomó el brazo de Sebastián y volvieron a la mesa para seguir su conversación.
-Antonia: Entonces cuántos años tienes? (Preguntó).
-Sebastián: Acabo de cumplir 20 y tú? (La miró con una sonrisa).
-Antonia: En unos meses cumplo 18 (Sonrió nerviosa ante su mirada).
-Sebastián: Aún no entiendo porque quisiste que te acompañara (La miró tímido), no te da pena que te vean conmigo? (La cuestionó).
-Antonia: Porque me caíste bien (Alzó los hombros) y no (Negó) sólo somos dos simples mortales platicando.
-Sebastián: Antonia tu papá es dueño de todo esto (Serio) y yo sólo soy el chófer del señor Luciano que van a pensar todos.
-Antonia: No me importa la gente (Seria), yo te invité de buena onda (Lo miró) no me gustaba que te quedaras allá afuera y me estás cayendo bien creo que seremos buenos amigos (Dijo nerviosa).
-Sebastián: Tú también me estás cayendo bien (Sonrió) pensé que serias la típica niña fresa (Confesó).
-Antonia: Para nada (Se rió) yo detesto esa clase de niñas, yo soy demasiado sencilla (Sonrió) mi papá me enseñó a ver el corazón de las personas, no su dinero.
-Sebastián: Tus ojos me dicen que eres sincera (Le sonrió) me has sorprendido Antonia.
-Antonia: Por que? (Le sonrió).
-Sebastián: Porque eres una niña única (Sonrió) la mayoría de las hijas de la gente con la que he trabajado me han visto por debajo del hombro (Confesó).
-Antonia: Pues que tontas (Dijo con un poco de enojo) se nota que ni con todo el dinero del mundo se puede arreglar el cerebro hueco de la gente superficial.
-Sebastián: Tu papá te ha educado muy bien (Asintió) y te ha enseñado lo que es realmente importante en la vida.
-Antonia: Bueno cuéntame de tu familia (Cambió el rumbo de la platica).
Mientras Antonia y Sebastián platicaban muy a gusto, Erika y Eduardo se encuentraban en el sillón de la oficina disfrutando de la vista que tenían.
-Eduardo: No sé porque ese imbécil sigue entrando aquí (Suspiró).
-Erika: Tiene sus mañas (Dijo recostada en su hombro) pero no es tan malo, seguro va a gastar muchísimo dinero que nos va a servir para una buena causa.
-Eduardo: En eso tienes mucha razón (Dijo besando su cabeza), Eri te quiero preguntar algo (Dijo un poco serio).
-Erika: Que pasa? (Lo miró).
-Eduardo: Alonso aún significa algo para ti? Es que vi como le hablabas y pude notar dolor en tus palabras (Suspiró).
En ese momento Erika entendía como se sentía Eduardo pues ella también había pasado por las mismas dudas, estaba segura que lo que sentía por Alonso sólo era rabia.
-Erika: El no significa nada para mí (Tomó su barbilla) hace un tiempo que ni siquiera me acuerdo de él (Sonrió), tú lograste sacar cualquier rastro suyo de mi (Acarició sus labios) hace rato lo único que sentía era rabia (Suspiró) no entiendo porque no pude dejarnos en paz.
-Eduardo: Por un momento pensé que aún te dolía (La miró).
-Erika: Esa herida ya sanó (Asintió) quiero estar completamente contigo (Le dio un pequeño beso).
-Eduardo: Te ves tan sexy esta noche (Acarició su brazo) el color vino te queda perfecto (Suspiró).
-Erika: Gracias (Alzó el rostro) tu también te ves sexy con ese traje (Sonrió).
-Eduardo: Nunca me habían dicho sexy (Sonrió ampliamente), en todo este rato sólo he estado pensado en el momento de poder ver lo que escondes debajo.
-Erika: No me sonrisas así (Lo miró seria).
-Eduardo: Por que? (Serio).
-Erika: Porque me derrite tu sonrisa (Dijo muy cerca de sus labios).
-Eduardo: Si? (Preguntó mientras acariciaba sus labios con su lengua).
-Erika: Si (Dijo mientras mordia su labio) jamás había sentido tanto deseo (Dijo acariciando su cabello) me estás volviendo una pervertida Eduardo (Susurró).
-Eduardo: Te amo mi sexy pervertida (La besó apasionadamente).
Erika sonrió en medio del beso y Eduardo la sentó sobre sus piernas, llevó sus manos a sus muslos y comenzó a acariciarla sutilmente por debajo del vestido, Erika bajó sus besos a su cuello y él se estremeció, mordió su oreja y volvió a sus labios, Eduardo enredó sus lenguas y lentamente llevó sus manos hasta su trasero, lo apretó y Erika soltó un suave gemido, bajó sus besos a su cuello y siguió por su escote, mordió suavemente y apretó su cintura, Erika sintió el deseo de Eduardo crecer debajo de ella y decidió parar el momento.
-Erika: Amor no olvidemos que estamos en un evento importante (Dijo mientras terminaba el beso).
-Eduardo: No lo olvido (Sonrió) pero tampoco puedo olvidar tu cuerpo (Besó su mejilla) me muero por llegar a la casa (Dejó pequeños besos húmedos en su cuello).
-Erika: También yo (Lo abrazó) pero por ahora volvamos afuera (Le dio un pequeño beso).
-Eduardo: Vamos (Se levantó y tomó su mano).
Salieron de la oficina tomados de la mano y por el balcón pudieron ver que Mara y Pablo ya habían llegado, Eduardo puso su mano en la cintura de Erika y la apretó hacia el.
-Erika: No me voy a ir a ningún lado (Se rió de su acción).
-Eduardo: Lo sé, pero a Pablo le encanta llamar tu atención y esta noche te quiero para mi (Besó su mejilla).
-Erika: Bueno también Marita está allá abajo (Lo miró).
-Eduardo: Sólo quiero disfrutar contigo (Sonrió) dejemos a un lado todo.
Bajaron a la mesa dónde estaban todos y saludaron amablemente.
-Eduardo: Buenas noches que bueno tenerlos aquí (Sonrió).
-Mara: Está muy elegante todo Edu (Le sonrió coqueta).
-Pablo: No podíamos perdernos otra recaudación (Le sonrió amable).
-Erika: Hola (Saludo con la mano).
-Pablo: Un gusto verte siempre (Dijo caballeroso).
-Antonia: Que bueno que bajaron porque están por servir la cena (Los miró).
-Erika: Que pediste? Plato 1 o 2? (Se sentó a su lado).
-Antonia: El dos (La miró) te prometo que es el mejor.
-Eduardo: Es su favorito (Sonrió mientras se sentaba), tú que pediste? (Miró a Sebastián).
-Sebastián: Lo mismo que Antonia (Sonrió) me lo recomendó mucho.
-Antonia: Pa (Lo miró) Sebas también quiere estudiar medicina (Le contó) no te parece una gran casualidad?.
-Eduardo: Si (Asintió), me parece que tienen mucho en común (Sonrió).
-Erika: Veo que eres un buen muchacho (Lo miró) no tengo duda que serás un gran médico.
-Sebastián: Gracias (Amable) sólo espero poder costear mis estudios algún día.
-Luciano: Te conozco desde que eras un niño y estoy seguro de que vas a lograr todo lo que te propongas (Lo animó).
-Mara: El es tu novio? (Miró a Antonia).
-Antonia: Es un amigo (Respondió seria) por?.
-Pablo: Ya hueles a suegro Eduardo (Lo molestó).
-Eduardo: Mi princesa está creciendo (Dijo melancólico).
-Mara: Porque no parece tu tipo (Dijo viéndolo) te mereces a alguien como Sam (Refiriéndose al hijo de un empresario).
-Erika: No le hagas caso (Le susurró a Sebas) la pobre es una mujer sin que hacer.
Sebastián sólo asintió con una pequeña risita y Antonia salió a su defensa.
-Antonia: Sam es un pesado (Hizo cara de asco) y te equivocas (La miró), él es muy mi tipo (Se le salió decir mientras lo señalaba).
-Sebastián: Si? (Dijo sorprendido).
-Antonia: Ajá (Dijo apenada).
-Miranda: Creo que alguien está nerviosa (La molestó).
-Erika: Deja en paz a mi niña (Sonrió).
-Eduardo: Pues a mi me agrada la idea de que sean amigos (Los miró).
-Sebastián: Señor (Lo miró) la verdad Antonia me cayó muy bien y me gustaría seguirla viendo, cree que sea posible? (Nervioso).
-Antonia: Si (Se adelantó Antonia).
-Eduardo: Te doy toda la confianza para que frecuentes a mi hija cuando quieras (Golpeó suavemente su hombro).
La cena llegó y comenzaron a cenar mientras platicaban cada, Antonia estaba encantada con Sebastián pues los dos compartían ideas a futuro, Erika y Eduardo estaban felices de ver que el evento era un éxito como siempre, Miranda y Luciano estaban hablando de su futura boda con Pablo y Mara no dejaba de ver a Eduardo, después de la cena los invitados siguieron jugando, todos estaban disfrutando la noche y el ambiente divertido que había, Alonso se encontraba en al barra pidiéndole una copa a su infiltrado.
-Alonso: Vas muy bien (Sonrió mientras tomaba de su copa) veo que muchos ya están consumiendo la mercancía.
-Infiltrado: Así es señor (Lo miró) todo es muy seguro, les pedí discreción a mis clientes (Se rió) la mayoría son jóvenes millonarios con vidas vacías, los demás son viejos viciosos.
-Alonso: Lo importante es que poco a poco estamos llenando el casino de mi sello (Se burló).
Eran las 12, Erika y Eduardo estaban solos en la mesa pues Mara y Pablo ya se habían ido, los demás estaban en las máquinas jugando, faltaban casi 2 horas para que el evento terminara y morían por llegar a casa.
-Eduardo: Ya falta poquito para irnos (Le susurró).
-Erika: Si (Sonrió) veo que está desesperado señor.
-Eduardo: Mucho (Besó su cuello).
-Erika: Paciencia la espera es menos (Acarició su mejilla).
Pasaron las 2 largas horas y el evento terminó, Luciano y Miranda se fueron con Sebastián un poco antes, Antonia y el intercambiaron números para quedar después, Eduardo condujo de vuelta a la casa y en el camino Antonia se quedó dormida pues estaba cansada, su papá la bajó en brazos y la dejó en su habitación, Erika se encargó de ponerle ropa cómoda y se reunió con Eduardo en su recámara.
-Erika: Ya dejé a Antonia bien arropa (Dijo mientras cerraba la puerta con seguro).
-Eduardo: Eres muy linda con ella (De acercó).
-Erika: Es como mi hija (Sonrió).
-Eduardo: Te amo (Besó suavemente sus labios).
-Erika: También te amo (Quitó su saco).
-Eduardo: Estuve esperando toda la noche por ver lo que traes debajo (Bajó el cierre de su vestido mientras acariciaba su espalda).
-Erika: Estoy segura que te va a encantar (Le susurró en el oído mientras mordía su oreja).
Eduardo dejó caer el vestido de Erika y su cuerpo se encendió al ver la sexy lencería color vino que tenía puesta.
-Eduardo: A valido la pena cada segundo de espera (La acorralo contra la pared).
-Erika: Estoy de acuerdo (Dijo sobre sus labios mientras le intentaba arrancar la camisa).
Eduardo la ayudó a deshacerse de su ropa y cuando los dos estaban en ropa interior caminaron hasta la cama.
-Eduardo: Esta noche voy a hacerte tan mia que no vas a querer ser de nadie más (Dijo subiéndose encima de ella) me seduces con sólo mirarme (Dijo besando su cuello).
-Erika: Sólo quiero ser tuya (Jadeo mientras acariciaba su espalda) ámame siempre Eduardo (Tomó su rostro entre sus manos).
-Eduardo: Siempre mi amor (Dijo besandola con pasión).
Eduardo se tomó todo el tiempo para hacerla disfrutar, fue apasionado y tierno a la vez, Erika sabía que era afortunada por ser tan amada y tan feliz, en esa obscura habitación que sólo era alumbrada por la luz de la luna hicieron el amor sus cuerpos, sus almas y sus corazones, después se quedaron profundamente dormidos aferrado el uno al otro en un cálido abrazo.

Apuesta por un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora