Apuesta por un amor

Capítulo 4

Unos 40 minutos después llegaron a la casa, la zona estaba bastante lejana de donde Erika solía vivir, al llegar una gran mansión se encontraba frente a ellos.
-Eduardo: No sé porque acepté (Pensó mientras estacionaba el auto) que diablos voy a hacer con ella? (Se preguntó mientras se bajaba del auto).
Eduardo le abrió la puerta y Erika salió de inmediato.
-Erika: Esta es tu casa? (Dijo viendo todo).
-Eduardo: Si, ahora también es tuya (Intentó ser amable).
-Erika: No (Se rió), yo no pertenezco a este lugar.
-Eduardo: Yo no quería que esto pasara (Dijo sincero).
-Erika: Aceptaste Eduardo (Dijo mientras lloraba) los tres me trataron como un objeto.
-Eduardo: Por dios te dije que no firmaras (Repitió).
-Erika: Ya lo sé (Le gritó) fui una estúpida pero no hay marcha atrás (Lo miró) ahora tendré que vivir contigo (Golpeó su pecho) eres un desgraciado (Le reclamó).
-Eduardo: Basta de insultos (Dijo serio) tu esposo te apostó, tú firmaste y yo gané (Le gritó) ahora tendrás que vivir aquí (Dijo molesto) y te vas a quedar en esta casa quieras o no, no se te olvide que ahora eres mía.
-Erika: Sólo soy tu premio, un simple pago, porque tuya jamás voy a ser (Le gritó mientras lloraba).
-Eduardo: Por dios no llores (La calmó) Erika yo no iba a apostar (Alzó su barbilla) pero al ver como te miraba ese hombre tuve que hacerlo, sentí tanta ternura desde que te conocí que sólo pensé en protegerte.
-Erika: Era un cerdo (Se tranquilizó un poco) por que me pasa esto Eduardo? (sollozo) hace días creí tener una vida perfecta y todo se me desmoronó (Dijo destrozada).
-Eduardo: Puedes irte si quieres (La liberó) no tienes que cumplir.
-Erika: No puedo (Suspiró) firmé ese papel (Lo miró) si me voy de tu lado Alonso va a quitarme la fundación que manejo (Seco sus lágrimas) no puedo permitir que mis niños se queden sin nada.
-Eduardo: Es un maldito (Suspiró) vamos a dentro que está haciendo frio (La guió).
Entraron a la casa y Erika observó todo detalladamente, aunque no era su casa la sentía un poco más cálida que la que solía compartir con Alonso.
-Eduardo: Quiero que te sientas cómoda (Dijo mientras estaban en el recibidor) sé que va a ser difícil pero quiero que te sientas como en tu casa.
-Erika: Espero no causarte problemas con tú esposa (Lo miró seria).
-Eduardo: Yo no tengo esposa (Se rió) así que tranquila.
-Erika: Novia? (Seria).
-Eduardo: Tampoco (Sonrió).
-Erika: Amante? (Dijo muy curiosa).
-Eduardo: No, soy un hombre solitario (Le sonrió ampliamente) así que no te preocupes nadie te va a hacer sentir incomoda.
-Erika: Eso me tranquiliza (Dijo sintiendose bien).
-Eduardo: Bueno vamos arriba (La miró).
-Erika: Para que? (Dijo nerviosa).
-Eduardo: Para divertirnos un rato (Se acercó a ella mientras la tomaba de la cintura).
Erika se quedó mirándolo fijamente a los ojos, Eduardo la miró y después bajó hasta sus labios, Erika se alejó de él y Eduardo estalló en risas.
-Eduardo: Mentira (Se rió) te voy a llevar a tu habitación.
-Erika: Eres un imbécil (Dijo nerviosa) me estabas asustando.
-Eduardo: Jamás voy a hacer algo que tú no quieras Eri (Le sonrió mientras le cerraba un ojo).
-Erika: No te hagas ilusiones (Dijo viéndolo molesta).
Eduardo y Erika subieron las escaleras, caminaron por un largo pasillo y se detuvo en la habitación que estaba al lado de la suya.
-Eduardo: Bienvenida (Le abrió la puerta).
-Erika: Es linda (Dijo mientras entraba).
-Eduardo: La mía está al lado (La miró) si necesitas algo ya sabes donde buscarme (Dijo amable).
-Erika: Bueno por ahora necesito quitarme este vestido (Dijo seria).
-Eduardo: Voy a traerte una de mis pijamas (Le sonrió).
Eduardo corrió a su habitación y minutos después ya estaba de regreso con la pijama en mano.
-Eduardo: Es la más cómoda que tengo (Se la dió).
-Erika: Gracias (Seria).
-Eduardo: Descansa (Acarició su mejilla) mañana será otro día.
Eduardo se fue a su habitación y dejó a Erika para que se familiarizara con el lugar, después de cambiarse se acostó y quedó profundamente dormido, Erika se cambió de ropa y se tiró en la gran cama cubriéndose con el edredón, tomó una almohada y se abrazó a ella mientras sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.
-Erika: Jamás pensé que llegarías a tanto Alonso (Sollozó) hoy me di cuenta que jamás te importe y que todo fue una mentira (Suspiró), no te mereces ni una sola de mis lágrimas (Secó sus lágrimas) sé que pronto me voy a olvidar de ti, sé que algún día dejaré de amarte (Dijo decidida), Eduardo no parece una mala persona (Pensó), aunque ahora lo detesto estoy segura que a su lado voy a estar bien (Suspiró) en esta casa voy a estar segura, lo presiento (Dijo mientras cerraba los ojos).
Al día siguiente Eduardo despertó muy temprano y le pidió a su chófer que lo llevara a recoger las cosas de Erika a casa de Alonso, no le costó mucho trabajo encontrar su dirección pues él era un empresario muy importante.
-Alonso: Que haces aquí maldito? (Dijo abriendo la puerta).
-Eduardo: Vengo por las cosas de Erika (Dijo serio).
-Alonso: Largate de mi casa infeliz (Lo intentó golpear).
-Eduardo: No me voy a ir de aquí sin todo lo que es de ella (Le detuvo el puño) así que lo mejor será que me lleves hasta su habitación por las buenas (Lo amenazó).
Alonso resignado llevó a Eduardo hasta la habitación, tardó alrededor de 40 minutos recogiendo todo lo que Alonso le dijo que era de ella y llenó 3 grandes maletas con sus cosas, estaba por irse cuando las amenazas de aquel patán se hicieron presentes.
-Alonso: Por ahora has ganado la batalla imbécil (Lo miró feo) pero te prometo que la guerra que acabas de comenzar será mía (Se rió).
-Eduardo: No seas patético (Serio) eres un pobre estúpido (Suspiró) no puedo creer que elegiste tu empresa en lugar de a tu esposa (Dijo con asco).
-Alonso: Erika era una gran esposa (Admitió) pero mi empresa lo es todo (Dijo con orgullo).
-Eduardo: Me alegra saber que ella va a estar mejor conmigo - (Sonrió mientras salía de la casa).
-Alonso: Esto no se va a quedar así me las van a pagar (Dijo con coraje sintiendo que había perdido uno de sus trofeos "Erika") yo nunca pierdo (Le gritó).
Eduardo no le dio importancia a las estúpidas amenazas de Alonso, sabía que lo odiaba y no por tener a su mujer, si no por haber perdido contra él una vez más, después de 40 minutos Eduardo volvió a la casa y se dirigió a la habitación de Erika que para su sorpresa seguía dormida.
-Eduardo: Buenos días (Dijo mientras la movía un poco).
-Erika: Hola (Dijo con su cabello revuelto por toda la cara) que hora es? (Preguntó).
-Eduardo: Casi las 10 (Se sentó a su lado).
-Erika: Estoy tan cansada (Dijo poniéndose la almohada en la cara).
-Eduardo: Pareces una niña (Se rió).
-Erika: Soy todo menos una niña (Dijo mientras se levantaba y acomodaba su cabello).
-Eduardo: Eso lo tengo muy claro (Sonrió mientras la veía) esa pijama te queda enorme (Se rió).
-Erika: Mucho (Sonrió) pero si es muy cómoda (Se abrazó mientras volvía a su estado de seriedad).
-Eduardo: Hace un rato fui a recoger tus cosas (Le señaló sus maletas).
-Erika: Muchas gracias (Dijo amable) la verdad no tenía ganas de ir a esa casa por mis cosas (Suspiró).
-Eduardo: Bueno date un baño y después bajamos a desayunar (Sonrió) quiero presentarte a alguien muy especial (Dijo antes de salir de la habitación).
-Erika: Alguien especial? (Se preguntó curiosa).
Erika abrió sus maletas y después de escoger ropa cómoda y sencilla fue hasta el baño para darse una ducha relajante, después de 15 minutos salió lista para desayunar.
-Eduardo: Ya? (Dijo viéndola desde el pasillo).
-Erika: Si (Asintió).
-Eduardo: Vamos (Camino hasta ella).
Bajaron juntos y en la mesa se encontraba Antonia con una pijama muy chistosa esperando a su padre para desayunar.
-Eduardo: Buenos días princesa (Sonrió mientras caminaba hasta ella).
-Antonia: Hola pa (Dijo volteando a verlo), quién es ella? (Miró a Erika muy curiosa).
-Erika: Hola (Dijo con una sonrisa amable).
-Eduardo: Ella es Erika (Sonrió) y va a ser tu tutora (Dijo para ocultar la verdad), Erika ella es Antonia (Las presentó).
-Erika: Un gusto (Dijo seria).
-Antonia: Mi tutora? (Dijo seria).
-Eduardo: Si (La miró) recuerda que necesitas mejorar en inglés y cálculo (Le recordó).
-Erika: Voy a hacer todo lo posible para que puedas mejorar en tus clases (Le sonrió siguiéndole el juego a Eduardo y sintiéndose tranquila al saber que era buena en inglés y experta con los números).
-Antonia: Bueno creo que llegaste a salvarme (Sonrió amable).
-Eduardo: Erika vivirá aquí (Dijo mientras se sentaban) y no sólo va a enseñarte, también va a cuidarte y puede que sean buenas amigas.
-Antonia: Al fin otra chica en esta casa (Sonrió) vamos a dominar el territorio (Bromeó) bienvenida (Le sonrió).
-Erika: Gracias (Le sonrió).
-Eduardo: Después del desayuno vamos a dar un paseo para que conozcas todo (Le sonrió).
-Erika: Me parece bien (Dijo seria).
Minutos después una señora de alrededor de 70 años les sirvió el desayuno, era Milagros la adorable nana de Eduardo.
-Eduardo: Gracias nana (Le sonrió).
-Milagros: De nada hijo (Le sonrió mientras volvía a la cocina).
-Antonia: Bueno cuéntame sobre ti (Dijo viendo a Erika) así puedo conocerte mejor.
-Erika: No hay mucho que contar (Dijo seria) no soy una mujer muy interesante.
-Eduardo: No mientas Erika (Le sonrió) eres demasiado interesante y estoy seguro que mi hija y tú comparten muchas ideas.
-Erika: Que piensas sobre la gente que se cree poderosa solo por tener dinero? (Le preguntó).
-Antonia: Son despreciables (Dijo muy segura) las pocas veces que he estado en el casino de papá me parece que lo ricos no ven más allá de su dinero (Suspiró).
-Erika: Estoy de acuerdo (Dijo viendo fríamente a Eduardo) así son absolutamente todos los ricos (Suspiró).
Eduardo se sintió muy incomodo pues estaba seguro que Erika tenía una idea errónea sobre él, sabía que le iba a costar convencerla sobre quién era en realidad pero estaba decidido a borrar la mala imagen que tenía sobre él, no debería importarle lo que ella pensara sobre él pues era una simple desconocida pero algo dentro de él le hacía querer que Erika le tuviera confianza.