Capítulo 36

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Pasaron un par de meses y la vida de Erika se había vuelto completamente monótona, todos los días se levantaba, iba a la fundación a pasar tiempo con sus niños que eran lo único que realmente la mantenían de pie y volvía en la noche a su departamento para dormir, Miranda siempre estaba al pendiente de ella y aunque intentaba animarla e invitarla a salir no lograba nada, ella y Antonia aún seguían frecuentandose, algunas veces se quedaba con ella y otras la sorprendía en la fundación, la vida de Eduardo se llenaba cada vez más de amargura, Sara lo tenía obligado a permanecer a su lado como si fueran dos enamorados y aunque había buscado información en su contra por cielo, mar y tierra había conseguido muy poca, Luciano se había alejado un poco de él y sólo se veían por trabajo ya que no quería mantener ningún tipo de amistad con Sara, cuando Erika le había contado a los niños que ya no iban a adoptarlos y que Eduardo había terminado su relación se sintieron decepcionados y no quisieron saber más de él, aunque había intentado acercarse varias veces todo había sido en vano, su relación con Antonia tampoco era buena pues al momento de volver con Sara la había perdido por completo, nadie sabía cuál era la verdadera razón por la que él estaba con Sara, todos pesaban que era un imbécil pero estaban muy lejos de la realidad pues como lo había prometido en varias ocasiones iba a hacer todo lo posible por cuidar a Erika y a sus hijos, aún teniendo que sacrificarse.
-Eduardo: Que vida tan miserable (Dijo mientras revisaba papeles).
-Luciano: Buenos días Eduardo (Dijo entrando a la oficina).
-Eduardo: Hola (Saludó sin ganas)
-Luciano: Te traigo la invitación de mi boda (Le extendió un sobre).
-Eduardo: Gracias (Asintió) ahí estaremos.
-Luciano: Eduardo sabes que Erika va a estar ahí (Lo miró) por favor te pido que Sara no se le acerque y de preferencia tampoco tú.
-Eduardo: No te preocupes (Lo miró) mi intención no es hacerle más daño.
-Luciano: Eduardo por que estás con Sara? (Preguntó por milésima vez).
-Eduardo: Porque es la madre de mi hijo y la amo (Mintió).
-Luciano: Cada vez que lo dices me suena más falso (Negó) trato de entenderte Eduardo pero no puedo (Suspiró), tus ojos no dicen nada.
-Eduardo: Ya hemos hablado antes de esto (Bufó) por favor te pido que lo dejemos aquí.
-Luciano: Cuando quieras hablar sabes donde estoy (Tocó su hombro).
-Eduardo: Vas a la fiesta de Antonia? (Lo miró).
-Luciano: Si, te veo en la noche (Se despidió).
Una vez más Miranda estaba tratando de animar a Erika, ese día iban a ir a la fundación y ella no tenía ganas de levantarse pues era uno de esos días amargos en los que solía pensar más en Eduardo.
-Miranda: No me gusta verte así (Acarició su cabello).
-Erika: Voy a estar bien (Suspiró) tal vez mañana duela menos (Dijo esperanzada).
-Miranda: Perdón por haberte animado a intentarlo con él (Dijo seria) me siento tan mal por lo que estás pasando.
-Erika: No es tu culpa (La miró) estoy convencida de que las cosas siempre pasan por algo (Suspiró) y tal vez así tenía que ser, Eduardo tenía que entrar en mi vida pero no quedarse en ella.
-Miranda: Luciano y yo hemos decidido adelantar la fecha de la boda (Le sonrió) será en 2 semanas (Le contó).
-Erika: Me hace muy feliz escuchar eso (La miró), se merecen toda la felicidad del mundo (Sonrió) y más si su amor es verdadero.
-Miranda: No te molesta? (Seria).
-Erika: Claro que no tonta (Sonrió) sé que se mueren por ser marido y mujer, yo ya no tengo nada que ver en esos planes (Suspiró).
-Miranda: No sabes lo mucho que lo detesto (Comenzó a llorar) no tenía derecho a romperte el corazón y menos las ilusiones (Negó), ese tipo te borro la sonrisa (Suspiró) tus ojos ya no brillan más Erika.
-Erika: La vida es así Miranda, las personas son así (Sollozó), siempre va a haber alguien dispuesto a lastimarte en cualquiera lugar (Suspiró), depende de ti si eso te mata o te hace más fuerte.
-Miranda: No sabes lo mucho que admiro tu fuerza (Secó sus lágrimas), todos los días luchas por ser la misma y aunque a veces te desmoronas sabes como levantarte después.
-Erika: Tengo que ver a mis niños (Se levantó).
-Miranda: Piensas ir a la fiesta de Antonia esta noche? (La miró).
-Erika: Lo menos que quiero es ver a Eduardo (Suspiró) pero Antonia es importante para mi y quiero acompañarla a celebrar sus 18 (Sonrió).
-Miranda: Bueno entonces apurate, recuerda que quedamos en buscarla para comer y hoy tenemos que arreglar el nuevo salón (La miró).
-Erika: Me baño rápido y nos vamos (Dijo mientras corría al baño).
-Miranda: Voy a preparar café te espero en la cocina (Sonrió).
Pasaron 20 minutos y Erika ya estaba lista, se puso ropa cómoda y se maquilló pues quería arreglarse un poco más, salió a la cocina y encontró a Miranda con el desayuno listo.
-Erika: Y esto? (Sonrió).
-Miranda: Te quise consentir (Le cerró un ojo).
-Erika: Eres la mejor amiga que puedo tener (La abrazó).
-Miranda: Oye los niños aún no quieren verlo? (Curiosa).
-Erika: No (Suspiró) y los entiendo, Eduardo los ilusionó con la idea de que íbamos a ser una familia (La miró), te imaginas lo que sintieron cuando les conté que todo lo que les habíamos prometido ya no iba a poder ser?.
-Miranda: No me cabe en la cabeza que haya hecho todo esto (Negó), me alegra saber que los niños supieron superarlo.
-Erika: La verdad me sorprendió lo rápido que lo hicieron (Admitió), Luz dice que fue porque no querían verme triste (Sonrió).
-Miranda: Te adoran (Asintió).
-Erika: Dejemos de hablar sobre él (Se puso seria).
-Miranda: Anda desayuna ya que nos vamos (Dijo sirviendo café).
Terminaron de desayunar y Miranda condujo hasta la fundación, se encontraron a Luz dando indicaciones de donde dejar las mesas, sillas y anaqueles.
-Erika: Me da mucha ilusión terminar el salón de artes (Dijo feliz).
-Miranda: También a mi (Asintió) va a ser un espacio especial para los niños.
-Luz: Pablo está checando los espacios y revisando todo para acomodar las mesas y sillas lo mejor posible (Sonrió).
-Erika: Su ayuda nos llegó en un gran momento (Sonrió), incluir las clases de arte me parece importante así los niños puedan exponerse a través de sus dibujos o pinturas.
-Luz: Si (Asintió), los niños están encantados con la idea (Le contó).
-Erika: Bueno pues vamos a trabajar (Sonrió).
Tomaron rumbo al salón y se encontraron a un Pablo muy distinto al que estaban acostumbradas pues en esa ocasión no llevaba traje, Antonia había faltado a clases ese día y estaba celebrando su cumpleaños en compañía de Sebastián, antes de irse a trabajar Eduardo había ido a felicitarla y darle su regalo, aunque quiso abrazarlo, darle las gracias y decirle lo mucho que lo quería no pudo, su coraje por todo lo que estaba pasando había sido más grande, cada día soportaba menos los malos tratos y los estúpidos caprichos de Sara.
-Sebastián: Feliz cumpleaños mi amor (Sonrió mientras le daba una pequeña caja).
-Antonia: Gracias precioso (Sonrió emocionada).
-Sebastián: Es algo sencillo pero espero que te guste (Le dio un pequeño beso).
-Antonia: Es perfecto (Sonrió mientras abría la cajita y se encontraba con un bonito anillo de corazón).
-Sebastián: Mi mamá me ayudó a elegirlo (Le acarició el dedo donde se puso el anillo).
-Antonia: Estás haciendo de mi cumpleaños un gran día (Sonrió) si no fuera por Eri y por ti estaría deprimida (Confesó).
-Sebastián: Te entiendo (Acarició su mejilla) el cambio de tu padre nos sorprendió a todos (Admitió).
-Antonia: No soporto vivir bajo el mismo techo de Sara (Bufó), ya ni siquiera le pone atención a Mateo (Negó) se la pasa de compras y detrás de mi padre.
-Sebastián: Lo bueno que Mat te tiene a ti (Sonrió).
-Antonia: Lo quiero mucho (Asintió) nunca pensé conectar tanto con él.
-Sebastián: Vamos a partir tu pastel (Sonrió) lo compré de tu sabor favorito.
Antonia asintió mientras Sebastián buscaba platos y cucharas para servir el pastel, unas horas después Erika, Miranda, Luz y Pablo estaban terminando de decorar el salón de artes.
-Dani: Cuando lo podremos ver? (Preguntó curioso).
-Erika: Mañana que empiecen las clases corazón (Sonrió mientras cerraba la puerta con llave).
-Sol: Seguro quedó padrisimo (Sonrió emocionada).
-Dani: Yo lo quería ver (Bufó).
-Pablo: No seas desesperado Dani (Acarició su cabello).
-Dani: Jugamos fut? (Lo miró).
-Pablo: Si, corre por la pelota campeón (Asintió).
-Sol: Yo voy a comer galletas con Luz y Miranda (Se despidió mientras corría a la cocina).
-Erika: Gracias por toda tu ayuda (Le sonrió) eres un gran amigo (Tomó su mano).
-Pablo: Cuando será el día que me aceptes una invitación a salir? (La miró mientras acariciaba su mano).
-Erika: Sabes que ese día no va a llegar (Lo miró).
-Pablo: Por que sigues guardandole fidelidad y respeto a Eduardo? (Serio).
-Erika: No es eso (Suspiró), sólo estoy respetando mis sentimientos (Lo miró) si salgo contigo sería como faltarme a mi.
-Pablo: Entiendo (Asintió), sólo espero que algún día pueda apreciar todo lo que hiciste por él y se sienta un completo estúpido por haberte dejado ir.
-Erika: Voy a la cocina (Sonrió).
-Pablo: Paso por ti y nos vamos juntos a la fiesta de Antonia? (La miró) Como amigos claro (Sincero).
-Erika: Si (Sonrió) y gracias.
Erika se alejó de Pablo y se tomó unos segundos para ella.
-Erika: A veces me pregunto si la felicidad se hizo para mi? (Miró al cielo).
-Miranda: Erika nadie más que tú merece ser feliz (Apareció por detrás suyo y la abrazó).
-Erika: Es que a veces creo que la vida me está poniendo a prueba (Suspiró).
-Miranda: Vas a ver que muy pronto te va a llegar la felicidad (Le aseguró).
-Erika: Espero que cuando llegue se quede en mi vida por completo (La miró sonriendo).
-Miranda: Ya verás que si (Se rió).
-Erika: Oye que perfume te pusiste hoy? (Dijo mientras se acercaba a olerla).
-Miranda: El de siempre (La miró raro).
-Erika: Me hostigo un poco (Hizo cara de asco) vamos con Sol y Luz (Se alejó para respirar aire puro).
Erika compartió un rato con los niños y después se despidió para ir a festejar con Antonia, pasaron a buscarla a casa de Sebastián y emprendieron camino a un restaurante que estaba dentro de la plaza.
-Antonia: Gracias por sacarme de mi tormento (Las abrazó mientras entraban al restaurante).
-Miranda: Tan mal la estás pasando? (La miró).
-Erika: Es tú cumpleaños preciosa (Acarició su cabello) olvidate de todo por lo menos un rato.
-Antonia: Vivir en esa casa hoy en día es de locos (Negó) ni siquiera sé porque Milagros sigue aguantando todas las humillaciones de la bruja (Seria).
-Erika: Ella sigue ahí solo por ti y tu papá (La miró mientras tomaban asiento).
-Antonia: Si yo fuera ella hace rato me hubiera ido (Suspiró), mi papá no se merece todo el amor que le tienen.
-Miranda: En eso estoy de acuerdo (Se rió) es un idiota.
-Erika: Bueno ya hablemos de cosas positivas (Cambió el tema).
-Mesero: En un momento tomo su orden (Pasó por su mesa).
-Antonia: Gracias (Asintió), como sabían que este es uno de mis restaurantes favoritos? (Las miró mientras sonreía).
-Miranda: Te conocemos muy bien (Sonrió).
-Erika: Feliz cumpleaños mi niña (Dijo mientras le daba una bolsita).
-Miranda: Felicidades Toni (Dijo dándole un sobre) te compré una tarjeta para que tú elijas tu regalo (Le sonrió).
-Antonia: Muchas gracias a las dos (Sonrió) son las mejores.
Dejó el sobre en la mesa y con emoción abrió el regalo de Eri, al abrir la bolsita se encontró con un brazalete que perfectamente combinaba con el anillo y la cadena que le habían regalado Sebastián y su padre.
-Antonia: No lo puedo creer (Sonrió) he recibido tres regalos que hacen juego perfectamente (Las miró).
-Miranda: Si? (Curiosa) Que recibiste?.
-Antonia: Mi papá me regaló una cadena (La sacó de su blusa y se la mostró), Sebas un anillo (Extendió su mano) y ahora Eri un brazalete (Sonrió).
-Erika: Que curioso (Sonrió).
-Miranda: Eso no es casualidad (Dijo seria) me parece algo importante.
-Erika: Ya vas a empezar con lo de tus señales (La miró).
-Miranda: No puedo evitarlo (Se rió) creo fielmente en eso.
-Erika: Pues conmigo se equivocaron (Le recordó).
El mesero llegó y después de tomar su orden les informó que tardaría por lo menos 10 minutos en estar todo listo.
-Miranda: Gracias (Sonrió amable).
-Mesero: Vuelvo pronto (Se despidió).
-Antonia: Pediste fresas con crema antes de la comida? (Miró a Eri) Quién era la que me decía que tenía que comer todo antes del postre? (Se rió).
-Erika: Romper las reglas de vez en cuando no está mal (Se defendió), desde ayer tenía antojo así que decidí consentirme (Sonrió).
-Miranda: Últimamente comes más dulce de lo normal (La miró), hace unos días se acabó mi bote de helado favorito (Le contó a Toni) eso es señal de lombrices (La molestó).
-Antonia: Tú no eres de mucho dulce (Dijo viéndola raro).
-Erika: Tonta (Se rió), pues no sé desde cuando pero disfruto mucho las cosas dulces (Alzó los hombros).
-Antonia: Hablando de señales cuéntame más sobre eso (Dijo curiosa).
-Miranda: Bueno hace tiempo leí un libro que hablaba sobre las señales del destino... (Comenzó a contarle).
Mientras Miranda contaba seriamente su historia la fresas de Eri llegaron, se las comió con tantas ganas que Miranda y Antonia no pudieron evitar reír, pasaron los 10 minutos y su comida llegó, comenzaron a almorzar y la platica se puso más seria pues Antonia estaba muy interesada en lo que Miranda decía mientras Erika solo se reía de lo ocurrente que le parecía.
-Antonia: Crees que Sebas sea mi alma gemela? (Preguntó con ilusión).
-Miranda: Puede haber una gran probabilidad (Le sonrió).
-Erika: Durará tanto como lo cuides (La miró) sólo depende de ustedes (Dijo con tristeza).
-Antonia: Saliendo de aquí me acompañan a las tiendas? (Las miró) aún no tengo que ponerme esta noche y la fiesta es grande (Bufó).
-Miranda: Claro (Asintió).
-Erika: Con lo que sea te vas a ver hermosa (Le cerró un ojo mientras sonreía).
Terminaron de comer y se dirigieron a las tiendas, pasaron un par de horas buscando hasta que cada una encontró su vestido ideal, Erika salió un poco molesta pues sabía que las últimas semanas había comido más de lo normal y eso ya estaba causado efecto en ella ya que había tenido que compararse un vestido una talla más grande de la que normalmente usaba, después cada una se fue por su lado para poder alistarse y estar a tiempo en la fiesta.

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