Maldito corazón | Esconcer | Editando | | 𓍢ִ໋ 🃏 ͙֒ ♪

29::♋️::29

Aún puedo recordar, la emoción de cuando me dio el anillo. Fue el sentimiento más hermoso que pude sentir.

Imaginarme una vida larga con él, graduarnos, cada uno teniendo su trabajo, luego viajar, disfrutar, y luego que tuviéramos hijos, verlos crecer, guiarlos, y envejecer.

Pero no. Eso cuelga de un hilo.

Puedo recordar los momentos en cuando se ponía celoso, cuando nos acostábamos los dos abrazados en la cama y en el sillón. Cuando me defendía de Javi. Cuando me besaba, una y otra vez.

Ahora puede que no lo volvamos a hacer.

Tenía planeado hacer tanta cosas, apenas termináramos esta masacre, quería volver a la colina donde está su casa del árbol y acostarnos ahí, a ver la ciudad.

Pero no, ahora estoy en una camilla esperando noticias de si sigue con vida.

Mi madre sostiene mi mano, mientras que Capricornio carga a los niños, quienes dormían plácidamente en sus brazos.

Cuando le disparé al Sr. Black, le di en el pecho, nos llevaron a todos a urgencias, a Escorpio, Malakai, Javi, Michael, Lee, DJ, Patrick y a mi.

Las imágenes son borrosas, pero estoy segura que también trajeron al Sr. Black. No sé nada de ellos, pero sé que el Sr. Black está en estado crítico, al igual que Escorpio.

Mi madre apretó mi mano, —Cariño...

Mi postura erguida permanecía mientras mi mirada se fijaba en la puerta, esperando alguna noticia, mi espalda duele. Llevo más de cinco minutos así, siento que mi cabeza arde. Rogando que alguien entrada diciéndome el estado de Escorpio, que alguien entrara diciéndome que estaba bien.

Volteé lentamente, viéndola indiferente, ella me sonrió forzadamente, así como si le lanzaran una flecha al corazón, sus viejos y preciosos ojos se inundaron en lágrimas.

Yo solo la miraba, mientras el pecho se me comprimía a morir.

—No sabes lo asustada que estaba, yo... —cerró los ojos, sus lágrimas resbalaron, rompiendo mi corazón en mil pedazos, —Pensaba que, nunca iba a volver verte reír... —acercó mi mano temblorosamente a sus labios, depositando un beso en ella.

Apreté los labios, empezando a notar que mi vista se nublaba, sus ojos rojos conectaron con los míos, —Lo siento, mamá... —susurré sintiendo una lagrimas resbalar por mi mejilla, —De verdad, lo lamento...

Ella negaba sin despegar su rostro de mi mano.

—Mi niña...

Limpié mi lagrima con rabia. Rabia por hacer sufrir a la mujer que se tomó el tiempo de traerme al mundo, de darme la vida, por hacerla llorar.

Me soltó y se limpió los ojos, —Capricornio, cariño.

Él la miró de inmediato, —¿Que pasa, mamá?

—Puedes darme un segundo con tu hermana.

Él dudó, se que piensa que lo evitamos pero cuando lo miré suplicante, comprendió que no. Salió con los chicos en brazos. Es bastante fuerte, ya están algo grandecitos.

Apenas cerró la puerta, tomé la mano de mi mamá, —No me sueltes, te necesito, —susurré con la voz quebradiza, —tengo miedo mamá, se que Escorpio ocasionó todo pero se que sabes que lo amo.

Ella me miró compresiva mientras me sonreía levemente, tomó mi mejilla con delicadeza, yo hundí más mi rostro en su mano para luego escuchar su voz, —Lo sé.

Mi cara se desformo y empecé a sollozar, me tapé la cara con mi otra mano pero, igual dolía mucho, —Mamá... —balbucee.

Ella me acercó, abrazándome mientras yo lloraba en su hombro.