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—¡Te juro que he estado escuchando pasos arriba cuando ustedes no estaban!

—Vamos mamá, debe ser Noche. —respondió Capricornio con un tono leve de nerviosismo.

Ya pasaron unos días, mamá volvió a casa con mis hermanos. Desde que llegó está paranoica, aunque está en lo correcto, Kai sigue esposado en el cuarto de Capricornio. En las tardes cuando llego de la universidad y Capricornio tiene un compromiso, me siento igual que Kai, prisionera aquí. Ahora mismo, ellos están abajo discutiendo, mis hermanos en su mundo y yo, con Kai jugando cartas.

Estamos jugando solitario, pero en pareja, bastante confuso a decir verdad. Estamos sentados en su esquina, él con una mano esposada y la otra, jugando conmigo.

Casual.

—Agradecería que te comportaras cuando estás solo aquí, tienes a mi madre loca. —dije mientras tenía el puño en mi mejilla, mirando las columnas de cartas. El aburrimiento me consume.

—No tengo más nada que hacer. —respondió con mis mismos ánimos.

Moví unas cartas más pero el chasqueó la lengua, —¿Qué? —pregunté gruñona.

—Idiota, pon ese tres en la otra columna y y este que ya está hecho, aquí. —habló mientras movía un montón de cosas.

Me dejé caer al suelo, —Agh, no soy buena en esto.

—Se nota, —dijo inclinando la cabeza hacia atrás, —no pensaba que una casa con una madre soltera y cuatro hijos, fuera tan aburrida.

—Pues pensaste mal. —comenté de mala gana, —Oye...

—¿Qué quieres?

—¿Te gustaba tu trabajo? —él me miró levantando una ceja, —quiero decir, ¿te gusta matar y matar?

Miró al techo, —Escapar de policías, manchar mis manos, huir, —nombró meneando la cabeza de un lado a otro a medida que los mencionaba, —puede que me guste la adrenalina, pero a veces cansa.

—Claro, debe ser agotador, reventar ventanas, recargar la pistola, quitar vidas, si. —solté una risa sin humor, —Es gracioso, yo hablando con un asesino de que si le gusta matar.

—Ya te lo dije, me pagan primor. —dijo en tono neutral.

Estos días también le he preguntado cosas similares y en la mayoría también dice que le pagan, coño, alguien págueme también por cualquier vaina.

¡Páguenme por dormir o comer, seria rica!

—Ósea que si te pagaran por violarme lo haces. —dije con molestia.

Sonrió de lado, —Claro que no.

—¿Por qué no?

Levantó una ceja pícaro, —¿Estas pidiéndome que te viole?

Levanté rápidamente mi cabeza viéndolo con asco, —¡Ew, no! Quiero decir, te pagan, así que me imagino que te encantaría hacerlo.

Con una sonrisa en el rostro, pensó un momento, —Tal vez por el dinero, pero si tengo que hacértelo a ti, como que no estaría seguro de aceptarlo.

Me giré, acostada de lado, apoyando mi quijada en mi mano, viéndolo sentando ahí, —Mejor pero, ¿por qué?

Levantó las cejas sonriendo, —Porque eres horrenda.

Sentí un tic en el ojo, —Maldito, —le metí una patada, él empezó a reírse, —horrenda tu tía. —balbuceé con intension de que escuchara.

Maldito corazón | Esconcer | Editando | |  𓍢ִ໋ 🃏 ͙֒ ♪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora