Maldito corazón | Esconcer | Editando | | 𓍢ִ໋ 🃏 ͙֒ ♪

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Le avisé rápidamente a mi mamá. Me respondió que no llegara tan tarde de las compras y que le avisara cuando iba llegando.
Llegamos al estacionamiento y nos acercamos a su auto.

—¿Tú tienes dinero? —pregunté deteniéndome antes de entrar al auto.

Me respondió inmediatamente sacando una tarjeta de crédito de su cartera.

—Ahhh. ¡¿Te dejan tener tarjeta de crédito!? — exclamo asombrada.

—Si, les otorgo confianza a mis padres así que me dejan tener una en casos de emergencias o para necesidades realmente necesarias, valga la redundancia, cómo está.

—Entonces tu relación con tus padres debe ser realmente buena. —dije entrando al auto mientras Capricornio hacia lo mismo.

—No realmente, les doy confianza pero no nos llevábamos bien, pero son mis padres así que por tan solo ese motivo no es que no les deba respeto, es bastante inmaduro.

—¿Su relación es muy muy mala? —murmuro algo preocupada.

Duda antes de responder, —Que te puedo decir... —continúa arrancando el auto.

Me dio mucha lastima, debe ser malo llevarse tan mal con sus padres, aún que en cierta manera, le entiendo...

El sonido de una notificación llama mi atención. Le llegó un mensaje al teléfono de Capricornio, toma el teléfono y lo revisa. Después de leer el mensaje, lanza una maldición y se parquea en la cera a responder.

—¿Qué sucede? —pregunté algo inquieta.

—Necesito encontrarme con mis padres, parece que es urgente, ¿te importa?

—No tranquilo, no hay problema.

—Gracias. —dijo empezando a manejar a donde se tenía que encontrar.

En el trayecto de unos minutos, llegamos a la entrada de un edificio enorme, con una pareja vestida bien formal, paradas en la cera.

—¿Ellos son tus padres ? —pregunté mientras me inclinaba a para verlos mejor.

—Si... —respondió estacionándose frente a ellos, —Baja, es necesario presentarte...

—A-Ah. ¿En serio? —pregunté incomoda.

—Lamentablemente si.

Ladeo la cabeza unas veces, —Bueno...

Salimos del auto y nos acercamos a sus padres, yo iba nerviosa detrás de Capricornio mientras que él iba dando pasos firmes y seguros.

—Buenas tardes, madre, padre.

—Buenas tardes Capricornio, gracias por reunirte con nosotros.

—No hay problema.

Hablan como si no fueran familia...

Noté como su padre me miró atentamente y su madre igual solo que de arriba abajo.

—¿Ella es tu novia? —preguntó su padre totalmente serio al igual que su madre.