desconocidos

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Primero mil disculpas por la ortografia. Segundo, espero les esté gustando lo que escribo. Gracias y espero sus votos y comentarios.

*Alexander*

"Camille"

Era por eso, por una mujer.

No valía darle mas vueltas al asunto.

Decidí dormir en el sofá, frente a la cama. Cuando su sollozo se hizo más fuerte.

"Camille... lo siento... Camille"

¡Por el Angel!, ¿Quién sería Camille?, ¿Quién le haría tanto daño?.

Me acerqué a tratar de calmarlo, recostado me un poco y acariciando su espalda para reconfortarlo pero él me abrazó, yo sólo lo envolví en mis brazos. ¿Porqué se sentía tan bien estar con un desconocido?

Pase mis manos por su cabello mientras susurraba "aquí estoy, no te dejaré"

Se calmó y traté de salir de la cama -no me dejes, por favor- dijo en tono suplicante, mientras pegaba su cuerpo más al mío. Lo mire creyendo había despertado pero seguía dormido, lo había dicho dormido, tal vez se sentía mejor con alguien a su lado así sea un completo extraño.

Lo abraze y me volví a dormir.

*Magnus*

Desperté con un horrible dolor de cabeza y también el pecho, había soñado con Camille, pero ahora me sentía seguro. Con el sonido de ese corazón acompañando el mío. ¿Ese corazón?.

¡Por lilith! Era el chico del puente, pero que había pasado. Lo quedé mirando, era bellísimo, su rostro parecía tallado por los mismos Ángeles.

Entonces, despertó.

—Hola— dijo el tallandose los ojos, unos hermosos ojos azules—¿Cómo ameneciste?—.

—Mmm.... bien y tu.. ¿Cómo ameneciste?—el era súper lindo tenía el cabello negro como la noche, ojos azules como el cielo y piel pálida, era simplemente hermoso—¿Cómo te llamas? Lo siento por no preguntar antes—.

—Mmm... yo... yo me llamo Alec— dijo mientra un leve sonrojo aparecía en su rostro—¿Y tú?—.

—¿Alec, de Alexander?—

—si, pero no me gusta que me digan Alexander—

—bueno pues a mí me gusta Alexander, un gusto yo soy Magnus Bane. Y aunque estoy muy cómodo te agradecería que me dejarás levantarme—.

—y-yo lo si-siento— dijo mientras dejaba de abrazarme y poco le faltaba para ser un tomate— No quiero que pienses que soy un aprovechado o algo así sólo que...

—no te preocupes, me agradó amanecer a tu lado, así seas un depravado—y le guiñe un ojo, hace algún tiempo no sentía el ánimo para bromear o coquetear con nadie, extrañamente hoy y con él, si.

Fuimos a la cocina, Alexander preparó algo de café para ambos, me conto todo lo que sucedió la noche anterior desde que me desmaye, hasta el interrogatorio de sus hermanos. Los cuales según Alec en ese momento Jace estaba con su novia "la zanahoria" e Izzy de compras.

¡No me dejes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora