promesa

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«soy Jonathan Morgenstern»

«el nuevo socio y el ex-novio de Alec.»

Estas palabras repercutiendo en la mente de Alec, cientos de recuerdos lo golpearon, doliendo tanto como dolieron los golpes físicos. Un año.... el peor año de su vida, el decidió dejar todo en el pasado y olvidar, olvidarlo.

Y ahora estaba allí, frente a él.

—¿que pasa Alec?¿No me saludaras?—dijo el chico sonriendo como si nunca nada hubiese pasado— veo que ser la perra de este te ha vuelto un maleducado.

Magnus dio un paso adelante, apretando los puños a su costado, dispuesto a golpear al rubio, lo habría hecho sino fuera por que Alec lo tomo del brazo.

—Magnus vámonos—dijo casi en un susurró el ojiazul, pero Jonathan lo oyo—no vale la pena.

—ohh querido, te apuesto que valgo la pena, y veo que necesitas disciplina.

—no le hables así—dijo Magnus, Camille observaba todo desde su escritorio, con una sonrisa en los labios— él no es un animal al que hay que adiestrar.

Jonathan se movió tan rápido que Magnus apenas lo vio, y ya estaba al lado de Alec, que lo miraba completamente aterrado.

—tu, eres y siempre serás mío. No importa con quién te revuelques. Sigues siendo mío, y pagarás el haberte marchado. Sólo para ser la puta de ese imbécil, pero que esperaba si no eres más que una perra que busca con quien revolcarse, y luego llora como una niña.

Alec sólo bajo la mirada, pero Magnus....
Magnus se acercó y le encajó un buen golpe en la cara, que lo tumbó al suelo. Tomo Alec del brazo.

—la única perra aquí eres tu—le dijo Magnus a Jonathan antes de salir.

Antes de irse Magnus entró en una oficina al lado de la de Camille. Detrás de un cuadro había una caja fuerte de la cual tomó una caja y salieron del edificio.
Durante todo el camino Alec no dijo ni una palabra, Magnus tampoco lo forzaria sólo esperaría hasta que este listo.

Llegaron a casa Alec se sentó en el sofá Magnus lo abrazó, pero no obtuvo ninguna respuesta.

Se fue a su habitación a tomar una ducha, dejando al pelinegro en el sofá.
Mientras el agua recorría su cuerpo, planeaba cientos de maneras de vengarse de Morgenstern. Salió dispuesto a llamar a Ragnor, Raphael, Jace incluso a sheldom.

Se sorprendió al encontrar a Alec, sentado al borde de su cama. Tenía la mirada perdida, ni siquiera se sonrojo como era de esperarse en él al ver que Magnus sólo llevaba una toalla alrededor de la cintura. Este se vistió con un pantalón holgado de pijama, se acercó a Alec y extendió su mano hacia su rostro.

El pelinegro se lanzó a sus brazos sollosando, Magnus lo aferró a su pecho.

—promete que no dejarás que me lleve— y allí Magnus pudo ver a todo un Lightwood, su voz firme— y si lo hace no dejaras solos a mis hermanos.

—lo prometo, prometo que no te dejaré ir con él.

Lo siento por mi desaparición, es sólo que ahora no tengo Internet 😅 y bueno un amigo me ayudó a publicar este cap. 😘

Espero les guste, gracia por leer. Espero sus votos y comentarios.😘

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