te esperare

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-¡¿Qué mierda paso?!- Isabelle estaba totalmente fuera de si- se supone que el idiota llegaba a las 8 apenas son las 5.

-¿Y que demonios hacia Alec allí?-dijo Jace- se supone que él no sabía nada.

-y asi era- trato de explicar Magnus, - sólo...

-¿SOLO QUE?- Raphael estaba desesperado, pues magnus no terminaba de decir las cosas.

-SÓLO QUE LAS COSAS SE ME SALIERON DE LAS MANOS.- estalló, cubrio su rostro con las manos.

En eso Catharina salió de la habitación donde Ragnor estaba.

-el médico dice que perdió mucha sangre, ya no pueden hacer más- las lágrimas la traicionaron- debemos rezar para que logré pasar la noche.

Clary se cubrio la boca y empezó a sollozar silenciosamente.

-ahhh....- Magnus asestó un puñetazo a la pared y salio del lugar. Detrás de el todos quedaron desolados y preocupados.

***

Llegamos a un edificio pequeño pero bonito.-saldrás y te portarás bien- me hablo como si fuese un niño- si intentas algo, harás que le dispare a más personas. ¿Entiendes?

-s-si-dije casi en un susurró.

-

¿ENTIENDES?-y me soltó una cachetada.

-si- dije más fuerte mientras tocaba la zona afectada.

Entramos al edificio, me dio un pequeño empujón para que caminara unos pasos delante de él. Llegamos a la recepción, donde se encontraba una joven de mediana estatura, piel canela, unos bonitos ojos chocolate y cabello rizado.

-buenas noches soy Maia -Saludo con una sonrisa amable -bienvenidos al hotel Dumort ¿En que puedo servirles?

-hola bonita- hablo él como si nada-vengo de parte de la señorita Belcourt.

-ohh, esta bien- ella abrió un cajon y nos tendió unas llaves- ella dejó esto para usted.

-gracias-recibió las llaves-que tengas buenas noches Maia.

-buenas noches joven Morgenstern-se despidió ella- y ha usted tambien- me sonrió, y le devolví una pequeña sonrisa.

Seguimos caminando con normalidad hacia el ascensor subimos,el recorrido fue en silencio,al llegar al piso indicado seguimos caminando hacia la puerta de la habitación 69,el rubio ingreso la llave a la cerradura la cual cedió.

-Te va a gustar este lugar, es un regalo de Camille- dijo sonriente mientras habría la puerta para dejarme pasar— podemos quedarnos el tiempo que sea, podemos ser felices.

Era un apartamento bonito, de paredes blancas con algunos cuadros sobrios. Los sofás eran grises y tenía un centro de mesa de vidrio. No pude terminar de apreciar el lugar pues
Jonathan me tomo del brazo y me arrastró hacia una puerta marrón.

- esta es tu habitación- había olvidado que él odiaba pasar la noche conmigo, normalmente me hechaba de su habitación. Estaba pintada de azul cielo, la cama tenía sábanas blancas, había un gran armario y nada más. Me tomo de las manos y delicadamente me llevó hacia el borde de la cama, hizo que me sentará, luego él se sentó junto a mi- te juro que si te portas bien, todo mejorara- dejó un beso en el dorso de cada una de mis manos- yo te amo.

- si me amas, déjame ir-pedí aunque sabía en el fondo que era en vano- déjame ser feliz.

-NO- soltó mis manos y se levantó- cariño, con él jamás serás feliz, tu felicidad está conmigo.

-que me tengas a la fuerza no es felicidad- me estaba arriesgando demasiado, pero valdría la pena si logro ver a Magnus y a mis hermanos otra vez. Otra bofetada.

-Quieras o no te quedarás conmigo-dijo mientras tomaba mi rostro con fuerza, obligándome a mirarlo- eres mío.

Me solto y empezó a caminar de un lado a otro, como un animal enjaulado- lo siento- se arrodilló frente a mi, y volvió a tomar mis manos- Perdóname por todo, ¿Hagamos un trato?¿Si?-me sonrió, una sonrisa sincera, capaz de engañar a cualquiera.- Perdóname por la forma en la que te traje, lo que hice y como te trate. Yo te juro que cambiaré y a cambio yo olvidaré que te revolcaste con ese tal Magnus.

Se levantó y depósito un beso en mi frente- ahora iré por la cena, te traeré ropa.

Cuando al fin salió de la habitación, me dirigí a la ventana, la Luna ya se alzaba en el cielo.- espérame y yo te esperare, Aku Cinta Kamu, Magnus.-rogaba al ángel que este bien- no lo olvides.- y que el viento le lleve mis palabras

¡No me dejes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora