◌Mi Atractivo Vecino◌ || [Yoonmin]

↬Capítulo 12↫

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YoonGi no podía soportar ver su foto en las revistas.
Sin embargo, no podía evitar hacerlo.

Había besado a JiMin.

Lo había tocado.

Y todo su mundo se había puesto bocabajo, justo como había temido.

Entró en el despacho de su hermano, que acababa de colgar el teléfono. Tenía que hablar con él.
Los dos llevaban todo el día trabajando sin parar.

El beso que había compartido con JiMin había sido como una bomba de buena suerte para su empresa, un millar de pedidos y consultas los había desbordado durante toda la mañana.

–Era papá –dijo HoSeok–. No lo había oído tan emocionado desde hacía muchos años.

Al parecer, las noticias de ese beso habían llegado incluso a su padre.

–¿Más pedidos?

–Están por las nubes, y no solo piden Min No. 9, se han triplicado los pedidos de la ginebra original  ¡todo en un día! Hemos tenido que incrementar la producción en Daegu y me parece que vamos a tener que hacer lo mismo en Estados Unidos.

Tenía que hablar con el director de producción sobre forzar demasiado las nuevas destilerías, se dijo Min. La fábrica no había sido probada todavía a pleno rendimiento.

–Papá me ha preguntado si vamos a hacer alguna foto publicitaria que vincule Tu media naranja con Ginebras Min.

YoonGi se imaginó una figura de cartón de tamaño real en la que JiMin sujetaba una botella de su ginebra.

Seguro que HoSeok quería poner una en la recepción. Como si no fuera lo bastante difícil vivir enfrente del castaño tendría que pasar ante su foto cada día, además esa no era la imagen de Ginebras Min que su familia había estado cultivando por más de un siglo y si no le ponía freno, se saldría de control.

–No vamos a hacer nada de eso. Lo de anoche no se volverá a repetir. No hay ningún vínculo entre Ginebras Min y Tu media naranja.

Una sonrisa le iluminó el rostro a HoSeok.
Levantó en la mano una de las dichosas revistas.

–Siempre podemos reproducir esta foto. Deja claro que el vínculo entre Min y Tu media naranja no puede ser más estrecho.

Una incómoda sensación de excitación y vergüenza se apoderó de él.

–El beso fue una farsa solo para las cámaras. Nada más y no volverá a pasar –dijo YoonGi.

Aunque sabía que era mentira.

Las cámaras no habían sido más que una excusa, no habían tenido nada que ver con como lo había besado en su casa, con como lo había desnudado y recorrido su sensual cuerpo con sus manos.
Al recordarlo, se sentía embriagado. Y al pensar en la expresión de pánico de JiMin cuando lo había rechazado, sentía el dolor de la resaca.