◌Mi Atractivo Vecino◌ || [Yoonmin]

↬Capítulo 4↫

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JiMin le había puesto a YoonGi algunos apodos secretos, gato gruñón, por sus ojos y su mal humor. Guapo de Guapos, por razones obvias, y coreano picajoso, sobrenombre que reservaba para momentos como la tarde anterior.

A él se le daba bastante bien leer en el interior de las personas, pero YoonGi era un caso aparte.

¿Por qué lo trataba con tanto desprecio?

Después de la reunión con la comunidad de propietarios, JiMin se había pasado casi toda la noche dándole vueltas, también se había pasado casi todo el camino hasta la oficina esa mañana pensándolo, era un hombre que lo tenía todo en la vida.

Entonces, ¿por qué estaba tan amargado? ¿Por qué se cerraba tanto al exterior?

Alguien llamó a la puerta de su despacho. TaeHyung , del departamento de publicidad, asomó la cabeza. Era un chico con el pelo rojizo que solo alguien con tanta seguridad en sí mismo como él podía llevar con dignidad.

-¿Estás preparado? -preguntó TaeHyung y sin esperar respuesta, entró en el despacho del castaño.

JiMin asintió, tratando de dejar de lado sus confusos pensamientos sobre YoonGi.

-Sí, claro.

Era hora de ponerse a trabajar, JiMin agarró su libreta y un bolígrafo, tenían que discutir algunos detalles sobre la fiesta de inauguración de la nueva temporada de Tu media naranja.

-¿Y bien? ¿Puedo preguntarte qué pasó con la reunión que tuviste anoche con la junta de la comunidad? -preguntó Tae mientras se sentaba en una silla delante de la mesa de su jefe con el portátil sobre las rodillas.

TaeHyung era excelente en su trabajo y, en los tres años que llevaban juntos en
el programa, se habían hecho buenos amigos.

-Decidieron que, si gato gruñón vuelve a quejarse una sola vez más, tendré que buscar a un nuevo contratista.

Tae hizo una mueca.

-Vaya golpe bajo.

-Eso pienso yo -contestó JiMin sintiendo que el estómago se le encogía.

YoonGi tenía demasiado control sobre la única cosa en su vida que era estrictamente suya.

-Yo creo que me odia, y tengo la sensación de que es por algo más, aparte de las molestias que le causa la obra.

-No puedo imaginar por qué alguien iba a odiarte, Minnie, a mí me parece que es un estirado. Te estrechó la mano después de su cita. ¿Quién hace eso?

-No me lo recuerdes -dijo JiMin con un suspiro.

Aquel detalle no hacía más que confirmar sus sospechas de que YoonGi le tenía odio.