◌Mi Atractivo Vecino◌ || [Yoonmin]

↬Capítulo 30 Final↫

☾

Cuatro meses después, la pared que separaba sus dormitorios había desaparecido.

JiMin no podía creer que YoonGi hubiera aceptado hacer algo tan drástico, sobre todo cuando incluía convivir con una obra de construcción.

Min le había respondido que lo hacía todo por amor. Ese día, era sábado por la mañana y tenían todo el fin de semana para estar
juntos los tres.

-Vamos a tener una habitación enorme -comentó él con una sonrisa.

-Una parte servirá para ampliar el cuarto de Sunny. Y habrá sitio de sobra para invitados, quiero que mis padres vengan a verme cuando terminen las obras.

-Si tu padre no se encuentra bien para venir, iremos nosotros a Busan, nos sentará bien salir de Seúl, Sun y yo todavía no conocemos tu ciudad.

Eso era mucho mejor que sorprender a sus padres con algo tan material como una casa se dijo JiMin.

Podía demostrarles que le había ido bien en la vida si les presentaba al hombre generoso, dulce e imponente del que se había enamorado y a la niña más bonita del mundo.

-Aire fresco, Bulgogi.

-¿Y Kkultarae?

-Siempre.

-Perfecto -dijo Min, lo rodeó con el brazo y lo besó en la frente-. Después de eso, quiero que vengas a Daegu y conozcas a mis padres, podemos quedarnos unos días en la casa de campo. Se puede ir a pie a un río y está todo verde y precioso. Te encantará.

-Seguro que sí.

JiMin no podía imaginar nada mejor que la gran aventura que tenían por delante. Y YoonGi parecía realmente emocionado ante su futuro.

Min había curado sus heridas del pasado, ya no era tan cascarrabias, aunque seguía resistiéndose a compartir el mando a distancia, sobre todo, cuando era la hora de Tu media naranja.

Después de sus declaraciones sobre lo falso que le parecía el programa, él era quien insistía en verlo todas las semanas.

-Quizá, para entonces, estaremos comprometidos-dijo el pelinegro, arqueando una ceja.

JiMin apretó los labios.
Las cosas estaban pasando muy rápido. Y él siempre le decía que sí a todo.

En lo profesional, también les iba bien. Ginebras Min había firmado contratos de suministro con varias cadenas hoteleras de lujo y tenía planeado abrir nuevas destilerías por todo Estados Unidos.

-¡Todavía no te he contado que los productores me han dado libertad para Primera cita en el aire!

-Tu público te adora. Tus jefes, también. Aunque es una idea un poco absurda, no puedo imaginarme nada peor que una primera cita en un avión.