◌Mi Atractivo Vecino◌ || [Yoonmin]

↬Capítulo 27↫

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JiMin estaba hecho un manojo de nervios cuando sonó la puerta anunciando la llegada de HoSeok y de SunHee.

–Están aquí –dijo Min, vestido con pantalones rasgados y una camiseta, y fue a recibirlos.

–Hola. Hola. Hola –dijo SunHee con su dulce vocecita, tirándose a los brazos de su padre.

–Aquí está mi niña –dijo él, apretándola contra su pecho.

JiMin no había visto nunca un amor tan fuerte y tan puro entre un padre y una hija. YoonGi frotó su nariz con la de la pequeña y los dos rieron juntos.
A JiMin se le saltaron las lágrimas ante una escena tan adorable.

¿Estaba a la altura?

SunHee tenía más de lo que muchos niños podían soñar. Tenía un padre que haría lo que fuera para protegerla y para hacerla feliz.
HoSeok también había estado presenciando la reunión y parecía emocionado.

Los ojos de los dos se encontraron, JiMin recordó su conversación en la destilería, cuando HoSeok le había preguntado si quería darle una oportunidad a su relación con YoonGi.

La respuesta era. Indudablemente, sí.

Aunque sus miedos le encogieran el estómago.

–Me voy ya para que puedan los tres disfrutar del día –dijo HoSeok, y besó a Sunny en la mejilla–. Hasta pronto, dulce niña –se despidió y acto seguido, le revolvió a su hermano el pelo en un gesto cariñoso–. No seas gruñón. Diviértanse. Los tres juntos –añadió, le guiñó un ojo a JiMin y se marchó.

YoonGi llevó a la pequeña delante de JiMin.

–Este es JiMin. Quiero que pasen mucho tiempo juntos.

SunHee no se estaba enterando de la presentación. Parecía más interesada en su cesta de juguetes y estaba forcejeando para bajar a jugar.

–Está bien. No podemos forzarlo.

Min llevó a la bebé donde estaban los juguetes y la bajó al suelo. La pequeña se puso en pie sujetándose a una mesa y empezó a sacar los juguetes de la cesta, uno por uno, tirándolos al suelo.

–Le gusta sacar cosas –comentó YoonGi, mientras se sentaba en el suelo, apoyado en la pared.

JiMin sonrió ante la sencilla forma de romper el hielo de la pequeña. Se sentó junto a la cesta y sacó una rana de peluche.

–¿A quién tenemos aquí?

SunHee lo miró con gesto serio, agarrándose a la cesta para no perder el equilibrio. Le quitó la rana de la mano y la dejó en la montaña de juguetes que estaba haciendo en el suelo.

–¿Así funciona este juego? –dijo JiMin, y metió la mano en la cesta otra vez.

Sacó una pelota y se la tendió a Sunny. En esa ocasión, la niña tomó el juguete sin detenerse y lo añadió a los demás.