◌Mi Atractivo Vecino◌ || [Yoonmin]

↬Capítulo 3↫

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Era muy injusto de hecho, que el joven Park se mostrara dispuesto a ignorar las molestias que sus obras estaban causando, pensó YoonGi.

Él solo estaba tratando de forjarse una nueva vida en Seúl con su hija de once meses, SunHee, era justo que defendiera su tranquilidad y no permitiera más abusos.

–Señor Min –dijo la señora Byun desde el otro lado de la mesa–. Por favor, entienda la seriedad de esta situación, no queremos vernos forzados a cortar el proyecto del pequeño JiMin por una falta leve.

–Gracias –dijo JiMin sin poder ocultar su desesperación—. No podemos dejar que él tome el mando de la situación. Si lo hacen, mi proyecto se irá a pique antes de que salgamos de esta sala.

YoonGi echó la cabeza hacia atrás.

¿Por qué se comportaba JiMin como si el que actuaba de forma irrazonable fuera él?

Aquel desastre había sido culpa sólo de JiMin, aunque no quisiera reconocerlo.

–Hablas como si estuviera exagerando.

–He dicho que siento las molestias que te haya podido causar.

JiSoo se frotó la frente cansada con las constantes discusiones de aquel par.

–La junta no cambiará de decisión, una queja más del señor Min y JiMin tendrá que buscar otro contratista.

–Pero…

–Ni una palabra más JiMin –dijo JiSoo con severidad.

Un incómodo silencio se apoderó de los presentes. JiMin se removió incómodo en su asiento y YoonGi posó los ojos en sus piernas, más específicamente, en la delicada curva que llevaba hasta sus glúteos.

Él no tenía demasiadas debilidades, pero los pantalones ajustados y sexys eran una de ellas, y el que JiMin llevara esos pantalones…

Eso sí que no era justo, se dijo, forzándose a apartar la mirada. La belleza de JiMin su atractivo, lo convertían en un hombre peligroso.

Para no perder la cabeza, debía mantenerse alejado, se recordó.

La señora Byun se aclaró la garganta.

–Me gustaría añadir una condición. Si el señor Min tiene alguna queja, deberá hablar con JiMin primero y tratar de arreglarlo entre ellos.

YoonGi parpadeó sorprendido.

¿Hablar directamente con JiMin? Oh, no. Eso no podía funcionar.

–No puede hablar en serio, el joven Park nos ha dejado claro que discutirá cualquier queja que yo tenga. ¿Cómo voy a llegar a ningún acuerdo con él?

–Puedo ser razonable.

–¿Lo has sido alguna vez? –atacó YoonGi con el pulso acelerado en las venas.