◌Mi Atractivo Vecino◌ || [Yoonmin]

↬Capítulo 24↫

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–Por favor, señor Yesung no hable así de JiMin, no se lo permito –dijo YoonGi con educación, aunque su tono era frío y cortante.

–Es una pregunta razonable. ¿Vas a dejar tu legado y tu tierra natal a cambio de un vulgar presentador de un programa barato, un chiquillo de pueblo? Debes estar consciente de que JiMin es simplemente una figura de adorno ¿qué puede saber sobre negocios alguien de la vida alegre como él? Te llevará a la ruina.

–No es eso lo que me ha preguntado. Me preguntó por qué quiero asociarme con una persona como el joven Park, tanto profesional como personalmente.

A Jimin se le aceleró el corazón en el pecho. Se quedó pálido.

–Es la estrella de un reality show –continuó el periodista–. Parece que has rebajado tu propia imagen a cambio de ser famoso. Francamente, me sorprende que una familia tan honorable como la tuya haya caído tan bajo como para permitirte salir a la luz pública con un ser tan vulgar.

El castaño hizo una mueca.

¿Era eso lo que la gente pensaba?

¿O acaso ese tipo era un imbécil pomposo?

YoonGi había estado tan emocionado con esa entrevista... Y todo estaba saliendo mal.

Por su culpa.

Se apoyó en la pared, junto a la puerta, escuchando.

–No puedo creer que sea tan discriminador –replicó Min–. Sobre todo, cuando usted es de Busan. Ni siquiera lo conoce. Es una de las personas más trabajadoras que he visto, puede que salga en la televisión, pero no, su trabajo no es una farsa. Cree en lo que hace. Se dedica a buscarle pareja a la gente, a ayudarles a encontrar el amor. Y lo hace muy bien. Si no le parece una ocupación digna, lo siento por usted.

Una cálida emoción envolvió a JiMin.
YoonGi lo admiraba y aprobaba su trabajo. Incluso había salido en su defensa.

El señor YeSung se rió, pero no fue una carcajada frívola. Estaba impregnada de desaprobación y superioridad.

–Creo que alguien está demasiado embobado con tan poca cosa como para pensar con claridad. Un trabajo como ese, si es que se le puede llamar trabajo solo se puede igualar al de una prostituta en un cabaret.

–¡Se acabó! –gritó YoonGi –. ¡Fuera de aquí! ¡O sale inmediatamente o lo echo yo mismo!

–¿Me vas a echar de la entrevista? Tu padre llevaba años esperando ver publicado este reportaje en nuestra revista. ¿Y así te comportas cuando estás a punto de lograrlo? No creo que a tu padre vaya a gustarle.

No. No. No.

JiMin cerró los ojos, rezando porque su querido Yoon respirara hondo y se calmara.