◌Mi Atractivo Vecino◌ || [Yoonmin]

↬Extra 2↫

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Eran alrededor de las diez de la noche y la celebración por la boda aún seguía como si apenas hubieran comenzado.

YoonGi y JiMin estaban sentados en la mesa de honor exclusiva para los recién casados, habían bailado bastante y ya tenían un poco de alcohol en sus sistemas, cosa que al parecer a YoonGi le había subido la temperatura.

-Ya Yoonie deja eso, estamos en la fiesta.

-Nadie esta viendo, será divertido amor -una sonrisa coqueta apareció en los delgados labios de YoonGi.

-¡Saca tu mano de ahí ahora mismo Min YoonGi! -la música alta cubrió la voz alterada de JiMin.

-¿Qué dices cielo? No puedo oírte.

-Te estoy diciendo que ¡Aahh!

JiMin se apresuró a cubrir sus labios con sus manos y una mirada severa fue directo a YoonGi, quien decidió ignorar por completo el ceño fruncido de JiMin y continuo con lo que estaba haciendo.

Hacia aproximadamente quince minutos atrás, habían cortado el pastel, YoonGi había manchado los labios de su castaño esposo para poder besarlo, sin embargo el beso se torno más apasionado de lo que debería frente a los padres de ambos y se decidieron por volver a la mesa.

Pero las manos de YoonGi no pudieron mantenerse quietas y por debajo de la mesa, había deslizado una de sus manos hasta los redondos glúteos del castaño, al principio fueron simples toques y una que otra palmada pero conforme los minutos pasaban YoonGi quería sentirlo más, y cuando el padre de JiMin se acercó a felicitar a su hijo, el pelinegro había aprovechado para desabrochar el cinturón y el zipper del pantalón ajustado que traía JiMin, por fortuna la mesa estaba cubierta por una tela blanca hasta el suelo, YoonGi jamás había estado más agradecido con TaeHyung por escoger el diseño.

En cuanto el papá de JiMin se alejó, el castaño le dio un suave golpe a su pelinegro esposo, quien sólo había sonreído inocente y lo abrazo para besar sus labios y su cuello, pero por supuesto el beso iba lleno de dobles intenciones porque cuando el cuerpo de su lindo esposo se relajo, YoonGi había aprovechado para meter su mano debajo de la tela y tocar los esponjosos glúteos de JiMin.

El castaño se había separado del beso y comenzado a decirle a YoonGi que sacara su mano de sus pantalones, pero todo regaño que pudiera darle se olvido completamente al momento de sentir que el pelinegro había deslizado un dedo en su interior.

YoonGi lo miró sonriendo y comenzó a mover su dedo en círculos, sabía que esa era la manera en la que a JiMin le gustaba, algunos minutos y gemidos después silenciados por la música, eran cuatro dedos los que estaban enloqueciendo a JiMin, estaba excitado, podía sentir su pene erecto y su interior pidiendo por más.

YoonGi no estaba mejor, hacía rato que la batalla por no tomar a JiMin en ese mismo lugar se estaba llevando en su interior, la adrenalina por ser descubiertos llenaba su sistema y lo ponía más ansioso.