Capitulo 19

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Capitulo 19

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Capitulo 19

poniendo los dientes largos

Llegamos al Ostra vaya jamas me lo hubiera imaginado que me iba a traer a uno fino (nena tu novio es rico, no solo por la pantomima, si no que su sueldo debe de ser alto al trabajar con los mejores) dijo mi subconsciente, si es jugador de fútbol americano y espía, y creo su sueldo es bastante alto aunque no es el único el mío también. Al ser de los mejores nuestros sueldos eran bastante elevados en el Centuries, creo que los únicos que se podían comparar con nostoros serian sus hermanos, César Lust y su familia, sus primos y bueno la gran familia Copolla, en ese instante me miro y dijo:

-¿Qué piensas?

-No en nada la verdad

No pensaba en nada, solo me recreaba en lo hermoso que es el resturante era hermoso con cuadros por todas las paredes, me encanta la verdad, en ese instante vi una de Palermo, no se me llamo la atención, era como si esa ciudad fuera parte mía, en ese instante escuche:

-Ciudad Copolla, generaciones vivieron ahí

-Lo se. Todo esta asentado ahí

La sede central de los Centuries esta ahí asentada, bajo el mandato de Rico como Leader Pro atore y de su padre como (general supremo), los mas grandes cargos en Italia, Francia y también en Reino Unido, casi todo nuestro mundo gira en trono a la familia Copolla y Lust ya que aquí en washington eran los Lust los que gobernaban con mano dura la sede. En ese momento volvi a escuchar:

-Vamos cielo

-Si claro

Se acerco al Maître, vaya si que tenia gente esperaba que tuvieran mesa para nosotros, en ese instante me fije muchas de las mujeres lo miraban, me arrime a el para que quedara claro que el es mío, y soy capaz de pegar a cualquiera que se acerque a mi chico, en ese instante el me arrimo, vaya no me habia fijado que a mi también me estaban mirando, (estas ensemimada mirando a las mujeres que miran lo tuyo) dijo mi subconciente y cuanta razón tienes, pero como bien has dicho es mío somos el uno del otro. Aralic me miro y dijo:

-te miran mucho

-a ti también

Era la verdad nos miraban mucho a los dos, la verdad es que hacíamos la pareja prefecta a mi parecer, el era un bombón y yo era preciosa (baja los humos caperucita) dijo mi subconciente, si vale algo se me ha subido, pero no me niegues que mi chico es hermoso, en ese instante volvió a decir:

-buenas

-Si digame

Por fin el Maitre se dio cuenta de que estamos esperando iba siendo hora, que te dieras cuenta, no paraba de mirarnos, sobre todo a mi ¿Qué tengo monos en la cara? En ese instante dijo:

-¿Esmeralda?

-¿disculpe?

-Si eres tú nos conocemos en la universidad

Noches de Lujuria Libro 1 (1º de la saga Pecados capitales)  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora