Capítulo 67
Pactos
Fui hacia el despacho de Arcel espero que no ande ocupado, vi la puerta joder dios Propretor, la verdad es que no sabía que mi otro cuñado era Propretor uno de los mejores rangos de la division judicial, solo superado por maxime perfectum, en ese instante escuche:
-Vienes a verlo
-Si tengo que hacer unas cosas con el
-vaya tiene que ser grave. Arcel es uno de los mejores
Vaya no sabía que era uno de los mejores al parecer (bueno ya sabes que lo tienes ganado) dijo mi inconsciente, si tengo el caso ganado gracias a mi cuñado. Toque a la puerta al parecer no había nadie, extraño si Ancel supiera que no hay nadie no me hubiera mandado, dios no puedo esperar Ancel necesito que me atiendas ya. Entre en el despacho, dios no quería ni ver esta escena no quería verte como Lila he ha traído al mundo, madre mía Romina y coronel, joder lo siento, dios debí de tocar si es que a veces las prisas son muy malas. La verdad no me imaginaba que estabais a punto de realizar el coito (y tú te has quedado con las ganas esta mañana con tu chico) dijo mi inconsciente, si, pero en este momento no me apetece pillar a mi cuñado haciéndolo con su novia. Mire a la pareja, creo que Arcel estaba cabreado si lo entiendo, ya salgo, ya salgo, en ese instante dije:
-Lo siento coronel, espero fuera, acomódense coronel, teniente nos vemos después
Vi como Romina se iba medio desnuda, tú y yo debemos de hablar teniente, pero en estos momentos tú y yo tenemos que procesar lo que ha pasado, en ese instante dije:
-Romina, la camisa abróchatela, no creo que a Arcel le guste que vean lo que le pertenece ahora
-Si claro. Capitana nos vemos
-Claro
Vi cómo se iba corriendo mientras se abrochaba, reí ante la situación, no es algo que gusté, pero de perdidos al rio la próxima vez que pongan el no molestar en ese instante entre y dije:
-La próxima vez el no molestar vendría bien
-Triz no me toques más los cojones
-Vale tranquilo
Parecía muy pero que muy cabreado el motivo no lo sé (si lo sabes le has jodido el polvo) dijo mi inconsciente si, pero no ha sido mi culpa yo tengo prisa y él tenía prisa de tirarse a la Grimaldi, yo no la tengo si tus deseos carnales están antes que lo que te han encomendado. Arcel me miro de arriba abajo, en ese instante su miraba se quedó en el colgante, se acercó y dijo:
- ¿Qué?
-tu madre. pienso dárselo a Aries si es lo que preocupa
-Era para Romina, ella necesita protección
Entiendo que la necesita, pero yo también y Valeria igual que nosotras, pero tu madre ha decidido dármelo yo no tengo la culpa. Mi cuñado volvió a mirarme de arriba abajo y dijo:
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Noches de Lujuria Libro 1 (1º de la saga Pecados capitales) ©
RomanceNO ES CUESTION DE ALIANZAS, NO ES CUESTION DE COMPROMISOS, AQUI DOMINA LA PASION Bienvenido al mundo de los Centuries ¿Cuándo todo cambia qué haces? ¿Cuándo te das cuenta de que puedes sentir lo que siempre te has negado a sentir? Emperatriz decide...