Capitulo 75

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Capítulo 75

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Capítulo 75

El comandante Versuchung

Seguíamos tumbados en el sofá, la verdad es que me encanta esto, me encanta ese momento, quiero tener muchos más así con él, aunque en realidad mi cabeza está en otra parte (esa parte es lo que te pasa) dijo mi inconsciente, si tienes razón es lo que pienso en lo que me pasa y ¿Por qué? Sentía como seguía acariciando mi cara, si sigues así me voy a volver a quedar dormida, en ese instante Aralic me miro y dijo:

- ¿Qué pasa?

-No nada

Me había pillado la verdad, pero no quiero que se estropee el momento la verdad. Sentí como me abrazaba, creo que intentaba quitarme las preocupaciones o quizás acercarme más a él, en ese instante volvió a decir:

- ¿Qué ocurre cariño?

-Enserio nada

- ¿tengo que creerte?

Vaya no me crees (te conoce demasiado bien) dijo mi inconsciente, si me conoce muy bien, en ese instante mire a Aralic, creo que se dio cuenta si ando asustada demasiado asustada por todo lo que me está pasando, fíjate que no suelo asustarme con facilidad, pero en estos instantes lo estoy, estoy demasiada asustada con todo lo que me está pasando, sobre todo por esa rara enfermedad que tengo y de la cual nadie da con ella. Aralic me beso y dijo:

-venga dime ¿Qué pasa?

-Ya lo sabes, pero no quiero amargarte con ello

-No me amargas Triz, yo también ando preocupado

Lo sé, sé que también andas preocupado, creo que he preocupado hasta a Regina, pero en estos instantes quiero dejar de pensar en ello (sabes que no puedes) dijo mi subconsciente, si lo sé, pero necesito olvidarme de lo que me pasa. Me apoye mejor en mi novio mientras seguíamos viendo la tele o más bien la película, creo que no me estoy enterado de nada de ella, en ese instante me miro y dijo:

-Quieres que haga la cena, ya que parece ser que ni tu ni yo nos estamos enterando de la película

Si tienes razón, no nos estamos enterando de nada de la película y además yo también tengo hambre, en ese momento Aralic dijo:

-Dime hago la cena

-Puedo hacerla yo Aralic

No estoy tan mal como para no prepararnos algo para cenar, aunque si quieres hacerla tu no me importaría la verdad. Me apoye de nuevo en su pecho mientras que él decía:

-Lo se cielo, pero déjame que lo haga yo, no soy tan mal cocinero

-Lo se

Me levante a regañadientes de su pecho, creo que él tampoco quería moverse, pero si quieres hacer la cena debes de ir. Mi novio me miro y dijo:

Noches de Lujuria Libro 1 (1º de la saga Pecados capitales)  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora