Capitulo 50

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Capítulo 50

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Capítulo 50

Hogar dulce hogar

Continuaba sentada en el despacho, Arion había ido donde una de las modelos, dios joder lo que me duele la cabeza, aunque no paro de pensar en todo lo que esta pasando en mi vida y todas esas lagunas e incluso no paro de pensar en la misión de Estian y en el violador, joder para ya enserio, es su misión tú no tienes que meterte como bien ha dicho Airon es suya, no tuya, tú tienes esta jodida misión. Escuche la puerta abrirse, debía de ser Airon, en ese instante escuche:

-Hola

Era mi novio, te lo han dicho verdad, cariño debes de ir a trabajar. Miré a mi hombre y dije:

-Debes de estar en el trabajo

-He terminado el entrenamiento por hoy

-Si bueno. Lo has terminado hace un par de horas

- ¿Qué? ¿Cómo lo sabes?

Lo sé por qué tu hermano Ernesto se ha presentado aquí hace como una hora aproximadamente, para hablar del violador de washington. Vi como mi novio se acercaba, en ese instante dijo:

- ¿Qué pasa?

-ya sabes todo lo que está pasando Aralic

-Lo descubriremos, te están tratando los mejores médicos del gremio, nadie puede decir que Marcello Lust, Scarlet Lust y Valeria Copolla están a tus pies

Rei ante el comentario, en ese instante me fije que Aries estaba llorando, me he olvidado te ti preciosa lo siento tía tiene la mente en otra parte. Vi como Aralic la cogía y decía:

-Ya cielo, ya papa vendrá en diez minutos
dios pareces un autentico padrazo Aralic. Parecía que la niña se había calmado, menos mal. Me acerque a mi novio me encanta esta estampa la verdad. Acaricié su pecho y dije:

- ¿sabes?

- ¿Qué?

-Pareces un auténtico padrazo

Es lo que pareces con Aries en brazos (lo será con vuestros hijos) dijo mi inconsciente, si lo será con nuestros futuros hijos. Mi diosa estaba dando saltos de alegría al igual que la cuerda mejor hombre no podíamos haber escogido para crear la nueva generación. Aralic me miro riendo y dijo:

-Si lo soy así como Aries imagínate con los nuestros

Me lo imagino y quiero haberlo realidad vi como dejaba a la niña en el cochecito. En ese momento los dos nos besamos apasionadamente, dios adoro su boca. Vi a Maddie ¿Qué vienes a buscar? Lo que estoy besando pues va a ser que no, acaricie el paquete de mi chico ante su mirada, si yo soy la que lo pone no tu. Maddie no apartaba la vista, en ese instante me enrede en sus piernas si con esto no te vas eres algo masoquista. vi sus ojos a punto de llorar, si quiero ver tus lágrimas, pero no me las vas a dar, pero me encantaría verlas, escuchamos un carraspeo y dijo:

Noches de Lujuria Libro 1 (1º de la saga Pecados capitales)  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora