Capitulo 49

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Capítulo 49

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Capítulo 49

Estian Grimaldi

Había salido un rato con mi sobrina. Valeria había salido al hospital a hacerse cargo, así que me tocaba de niñera de esta hermosa niña de ojos grises, no sé qué pasa contigo que me has vuelto loca, te quiero más que a mi vida la verdad, la verdad es que no paraba de pensar en lo que me había pasado, y en todo lo que estaba pasando y en mi hermano, en lo que me ha pasado, en lo que metieron y sobre todo lo que me están ocultando si antes lo sentía mucho más fuerte ahora mucho más, en ese instante escuche

-el violador de washington de nuevo vuelve a atacar

Dios joder ya está en las noticias, la verdad es que eso me pone los pelos como escarpias, desde que me pudo pasar gracias a Omar y al hijo del ministro Warren Axel, el hombre que hace mas o menos un día nos atacó, el niño de papa, el hijo del ministro Warren, aunque según escuche ya no era ministro, pero eso son cosas de Londres no mías aunque todavía recuerdo (eso se te podía ir de la cabeza y no otras cosas) dijo mi subconsciente, si tienes razón, daría cualquier cosa porque eso se hubiera ido de mi mente pero no se ha ido y creo que nunca lo hará. Me fije en la foto no sé, pero me llama la atención, (bueno a ti te llama la atención todo) dijo mi inconsciente, si como espía todo me llama la atención, una de las personas que miraba las noticias en el escaparate dijo:

- ¿Quién puede hacerlo?

No tengo ni idea, pero ojalá lo encuentren pronto, o nos den el caso, solo espero que no me caiga a mí. Atine más el oído según parece se realizaba mediante sumisión química con una droga una nueva droga, una droga que no se tenía constancia. Mire al carricoche la niña seguía jugando con el muñeco, creo que todos nos miraban, en ese instante escuche:

-Es hermosa "tiene una hija"

- ¿disculpe?

-La niña es hermosa. Como su madre

Bueno no es mi hija es mi sobrina, pero a ti no te importa y quita la vista de la niña y si intentas conseguir algo conmigo vas de culo cuesta abajo además porque tengo pareja y no busco nada tengo bastante con lo que tengo. El hombre no dejaba de mirarnos, vi cómo iba a tocar a la niña, me puse alerta la niña no se mira ni se toca no eres ¿Quién para tocarla? Puse mejor el capazo y dije:

-A usted no le interesa y yo que usted saldría pitando hijo de puta

No te interesa nada sobre la niña ni sobre mi lárgate antes de que te pegue una paliza. El hombre no paraba de mirarme a veces odio que me miren tanto. En ese instante Aparto la vista y dijo:

-lo siento. Disculpe

Me fui con la niña, vi como la niña seguía con lo suyo, menos mal que tu no te enteras de nada aun, me encantaría volver a esa época de bebe en la que no sabía lo que pasaba y no me daba cuenta de nada. Miré a la niña y dije:

Noches de Lujuria Libro 1 (1º de la saga Pecados capitales)  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora