Capitulo 28
Lujuria y pecado
Llegamos al coche, me sente encima de el, empezó a besarme, esto me encantaba, señor deseaba a este hombre como loca, por primera vez creo que es mas que eso este hombre también me obsesiono desde que le vi entrar en la casa de su hermano Ernesto, al igual que yo a el, obsesion amor, locura todo junto en esta rara pareja. Los dos nos miramos teníamos ganas de comernos, le sonreí de forma estúpida, era inevitable sobre todo si el tambien me daba una de sus caras sonrisas, esa sonrisa que solos eran para mí dios que he hecho para encontrarte, le bese de nuevo, me arrime mas a su cuerpo, el gimio como loco y dijo:
-dios nena
Le acaricie por encima de los pantalones, estas erecto, y yo tan caliente, nunca había estado tanto, no creo que aguante hasta casa, venga dale al contacto del coche y hazme el amor mientras conduces, es lo que deseo Aralic que me hagas ya el amor, aunque sea en el mismo coche, venga hazme tuya. Aralic me beso quiero mas creo que el se dios cuenta, me acaricio, por encima de la ropa interior, dios debemos de parar esto, vamos a dar un espectáculo. Aralic echo hacia un lado mi ropa interior y acaricio mi clítoris, dios cariño tienes unas manos mágicas, gemi en su boca y dije:
-Dedos mágicos
-solo para ti nena
Solo deseo que sean míos y para siempre. Le mire a los ojos mientras me movia encima de sus dedos, quiero irme a casa y que hagas estas delicias en casa, en ese instante dije:
-Aralic, vamos a casa
-Claro nena
Si deseo ir a casa y ¿Qué me hagas el amor? ¿Qué me hagas de nuevo tu mujer? Le acaricie de nuevo por encima de los pantalones, la verdad es que me gustaría saber lo que llevas debajo de ellos (nena un boxer, lo mas seguiro) dijo mi inconsciente si pero me gusta jugar un poco y mas con mi gatito. Mire a Aralic y dije: en ese instante dije:
-¿Qué llevas debajo de los pantalones?
-enserio quieres saberlo picarona
Si deseo saber todo lo que llevas encima, no solo la pistola, en ese instante gemi, dios ¿Qué me estas haciendo? sentía como seguía acariciando mi clítoris, cariño si sigues así, no vamos a llegar a casa, en ese instante dije:
-Si deseo saberlo
-nada, comando
Oh dios mío iba desnudo debajo de esos pantalones, (si quítate los pantalones y hazme el amor aquí mismo) dijo mi subconsciente, la verdad es que es lo que deseo, tu sensualidad aquí mismo, mi diosa y mi cuerda estaban de acuerdo con todo mi cuerpo, en ese instante me beso dios adoro tu boca, paramos el beso y dije
-vaya ya venias preparado
-un poco, quiero estar dentro de ti cuanto antes "vas a ser la madre de mis hijos"
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Noches de Lujuria Libro 1 (1º de la saga Pecados capitales) ©
RomanceNO ES CUESTION DE ALIANZAS, NO ES CUESTION DE COMPROMISOS, AQUI DOMINA LA PASION Bienvenido al mundo de los Centuries ¿Cuándo todo cambia qué haces? ¿Cuándo te das cuenta de que puedes sentir lo que siempre te has negado a sentir? Emperatriz decide...