¿Qué hubiera pasado si hubiera habido un octavo Servant en la Quinta Guerra del Santo Grial de Fuyuki?
Nada, no hubiera pasado nada, pero ¿y si fuera especial?
No diré nada más para no revelar nada, jejeje. Averiguarlo leyendo esta increíble histor...
La rubia llamo la atención de aquel nuevo Servant al cual llamó Archer, cesando así su ataque y dejándome descansar un rato.
Archer: ¡Saber! Sigues tan hermosa como el día que te conocí. ¡Alegraos, perros! Os dejaré vivir por hoy, ya que hoy he podido ver a Saber; además he conseguido lo que quería.
Cuando me di cuenta tenía a Cloe, inconsciente, sobre sus brazos.
Klaus: ¡Cloeeeeee!
Salí lo más rápido posible a por el rubio, pero este desapareció antes de que llegara hasta él junto con mi Master.
Estaba molesto conmigo mismo por ser incapaz de recuperar a la pelirroja y bajé del techo a hablar con Saber. La caballero fue a por su Master, quien estaba molido sobre unos escombros tras la pelea con su profesor, el cual no vi aparecer por ninguna parte después de la muerte de Caster.
Klaus: Saber, ¿quién era ese Servant?
Hablé mientras apretaba mis puños tratando de calmarme. La rubia, me miró un poco sorprendida tras mi pregunta, y respondió.
Saber: Su nombre es Gilgamesh, el Rey de los Héroes, un Espíritu Heroico que conocí en la anterior Guerra. ¿No lo recuerdas, Klaus?
Me sorprendió cuando me llamó por mi nombre y negué con la cabeza, no sabía de que estaba hablando.
Emiya: Vamos, tenemos que ir a rescatar a Cloe...
Dijo el pelirrojo mientras se levantaba, pero estaba tan débil y le dolía casi todo el cuerpo que si no es por Saber, hubiera caído al suelo de nuevo.
Saber: ¡Shirou! Has hecho un gran sobreesfuerzo, debes descansar. Tienes todo el cuerpo herido.
Klaus: Hazle caso chico. Yo iré a por Cloe, ya me alcanzaréis más tarde. Solo déjame darte algo antes de irme.
Me acerqué a él y puse mi mano sobre su pecho. Vi lo malherido que estaba su circuito mágico y le di una descarga de maná para que volviese a la normalidad, pero le seguiría doliendo por un tiempo.
Ya había ubicado el hilo de maná que nos unía a mi Master y a mí, así que me retiré velozmente dejando atrás a Emiya y a Saber.
Mi objetivo estaba en Shinto, más específicamente en la iglesia que había en lo alto de la colina. Fui montado en Garu, así que llegué en muy poco tiempo y me paré en la entrada para respirar profundamente y tranquilizarme un poco más.
El flujo de maná aún era constante, así que Cloe estaba bien, no le habían hecho nada. Sin más espera, abrí la puerta de la iglesia, haciendo chirriar las bisagras de la puerta.
???: Bienvenido a la casa del Señor. ¿Qué buscas a estas horas de la noche, alma descarriada?
Encontré frente a mí a un cura que estaba arrodillada, rezando de espaldas a mí cuando entré. Se levantó mientras hablaba y se giró para mirarme; y, aunque no quiso dar esa impresión, pareció que le sorprendió verme, sin embargo sonrió y avanzó un poco hacia mí como si nada.
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