¿Qué hubiera pasado si hubiera habido un octavo Servant en la Quinta Guerra del Santo Grial de Fuyuki?
Nada, no hubiera pasado nada, pero ¿y si fuera especial?
No diré nada más para no revelar nada, jejeje. Averiguarlo leyendo esta increíble histor...
Cloe ya se había calmado y estaba a punto de llevarla a casa, cuando me detuvo. Algo que hizo que no nos fuéramos, o más bien, alguien; el pelirrojo nos dejó sorprendidos tras ponerse en pie y marcharse de la escuela a pesar de haber recibido una herida mortal en el corazón.
La pelirroja se alegró al ver al chico irse ileso, pero también tenía curiosidad por ver como había sobrevivido a tal ataque, por lo que decidió seguirle sin llamar la atención.
Asentí y volví a mi forma espiritual por un rato mientras Cloe seguía al chico desde la distancia, hasta que llegamos a lo que pareció ser su casa.
Klaus: Cloe, escóndete.
Salí de nuevo y puse a la chica detrás mía mientras vi a Lancer entrar en la residencia del chico.
A continuación, agarré a Cloe y fui a un árbol cercano para poder ver lo que sucedía. Aún así ella estaba preocupado por el pelirrojo, sin embrago le dije que estaría a salvo, había otro Servant que peleaba contra Lancer, esta vez una chica de cabellos dorados armada con una especie de aire.
También pude ver a la estudiante de pelo negro de antes, corriendo hacia la casa del chico, mientras en dicha casa chocaban aquella lanza roja como la sangre contra una espada invisible.
Se escuchaba un sonido metálico al chocar ambas armas en un combate en el que sobresalía la destreza de ambos combatientes en su ámbito. Lancer comenzaba a desesperarse al enfrentarse a una espada invisible capaz de hacerle frente y con una aura asesina activó su Hougou.
Lancer: [¡Gae Bolg!]
De repente aquella lanza tomó ángulos imposibles y fue directamente a por el corazón de la espadachina, pero lo que más me sorprendió fue la habilidad para reaccionar en el último segundo y desviar su ataque, no del todo, pero cambiando la trayectoria, hiriendo así el hombro de la chica en vez de su corazón.
Klaus: *¿Así de poderosa es la clase Saber?*
Cloe: Klaus...¿logras ver algo?
Miré sorprendido a la pelirroja. Solo estábamos a 1 kilómetro de la casa y a 25 metros de altura en aquel árbol. Bueno, dejando eso a parte le conté lo sucedido y bajamos del árbol para después acercarnos a la casa, quedándonos cerca de la puerta, donde apareció el Servant peliblanco luchando contra la rubia.
El de rojo no podía combatir con la habilidad de la espada que tenía la chica y acabó siendo herido y retirado por su Master, la alumna de pelo negro que estaba en la escuela. La rubia tras su victoria fue a atacar a la morena.
Cloe: Klaus...Por favor no dejes que la maten.
No puse ninguna pega y me puse entre las 2 chicas sorprendiendo a la espadachina, quien tenía su arma sobre su cabeza a punto de acabar con la Master enemiga.
Klaus: [¡Block!]
???: ¡Saber-
Un escudo mágico detuvo el ataque de Saber, mientras el pelirrojo me miraba desconcertado al igual que la morena.
Saber: ¡Maldito! ¡¿Quién eres?!
Klaus: No te lo diré, pero Saber, no te gustaría seguir la pelea.
Hice como ella y puse las manos como si estuviera sosteniendo una espada invisible. Ella se puso en guardia pero el varón la detuvo.
???: Espera Saber, entremos un momento y explícame que está sucediendo.
Klaus: Gran decisión chico.
Me fui, volviendo con mi Master, quien tenía mucha curiosidad en los dos Masters, así que los seguimos cuando decidieron ir a la Iglesia.
Estábamos a una cierta distancia para que no nos detectaran y al llegar a la Iglesia, Saber se quedó fuera mientras los estudiantes hablaban con el cura sobre la Guerra del Santo Grial, eso fue lo que me dijo la pelirroja.
Estando tan lejos hacia uso de mi gran visión para notificar a Cloe de cualquier cosa.
Una vez salieron los seguimos poco tiempo, de lejos, hasta que se encontraron con una niña de pelo blanco y ojos rojos, y un Servant nuevo, uno grande y feroz.
???: ¡Illyasviel!
Illya: Encantado de conoceros, Rin, Onii-chan.
Los nombrados estaban tensos y Saber se deshizo del abrigo que llevaba y se puso frente a su Master.
Illya: Berserker, acaba con ellos.
El gran Servant soltó un gran rugido y se abalanzó a por los estudiantes pero Saber se puso en medio y comenzaron a pelear.
Por mi parte, miré a Cloe la cual hizo una mueca para que fuera. Yo sonreí de lado, ¿cómo me iba a enfrentar a semejante bestia? De repente una espada se materializó en mi mano derecha.
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Ahora sí. Agarré la espada con las dos manos y salí con gran rapidez hacia la batalla, chocando mi espada contra la de Berserker, si es que se podía denominar una espada, defendiendo así a Saber de un ataque. Acabé al lado de Saber después de que repeliese mi ataque.
Klaus: No os confundáis, esto son órdenes de mi Master.
Dije ante las caras de asombro que tenían todos y fui a por Berserker, bloqueando el ataque del Servant, dejando así que Saber atacase. Sin embargo la herida que le hizo Saber curó rápidamente y aunque seguimos con nuestras ofensivas, no conseguíamos dañar al gigante.
Levantó su arma por encima de la cabeza y me atacó. Un gran cráter se formó a mis pies cuando conseguí frenar su ataque, pero casi me hunde en la tierra. Saber aprovechó y con movimientos rápidos hizo varios cortes a su pecho y al brazo que sostenía su arma pero esto solo provocó que se enfureciese más.
En un descuido Berserker atacó a Saber y la dejó muy malherida. No podía dejar que la rematase así que llamé su atención para alejarlo de ella y que pudiese recuperarse mientras tanto.
Intentaba no detener todos sus ataques pues su fuerza era superior a la mía. Y así, esquivando, le clavé mi arma en el estómago, pero seguía sin hacerle nada.
Berserker me asestó un gran golpe con su puño que me lanzó por los aires y me dejó sangrando en el suelo a 100 metros del grupo. Escupí sangre por la boca y me quedé inmóvil sintiendo que tenía varios huesos rotos.
Aún podía ver al grupo, pero estaba tan débil como para levantarme e ir a por él. Entonces fue cuando vi como el joven pelirrojo se puso frente a Brserker para detener su ataque y que no matase a Saber. En ese momento sentí aun gran dolor en el pecho, no por el golpe de Berserker o por verle morir, sino por no haber podido cumplir la orden de mi Master.
Tras esto Illyasviel se retiró junto a su Servant y para mi sorpresa Cloe estaba a mi lado curando mis heridas.
Klaus: Master, y-yo-
Cloe: Shhhh...No digas nada.
Cerré los ojos y después de que me curara un poco volví a mi forma espiritual.